Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 447

Enfrente a las miradas de todos los presentes, Rivera volvió a hablar lentamente:

—Algo me dice que ustedes tienen muchas preguntas sobre lo que ha pasado recientemente el Grupo Collazo. Hay una cosa, también, que me da mucha curiosidad. Esa es que después de aquella explosión de hacer veinte años, ¿qué realmente ocurrió? y ¿Briana es mi verdadera hija biológica? Por tanto, he tardado mucho tiempo y energía en averiguarlo. Finalmente, encontré una persona clave.

Con terminadas sus palabras, Armando salió adelante acompañado por dos guardaespaldas.

Él debería ser la primera vez en asistir a tal ocasión, pero no se sentía de ninguna manera avergonzado e incómodo, incluso sonriendo con alegría y saludando a los que lo miraban.

Vino otra vez la voz de Rivera.

—La Señorita Doria me dijo con las reliquias de mi esposa que estas eran de su madre. Y este hombre, exactamente es el padre quien la ha criado. ¿Cuál es la verdad del asunto y, la madre de Doria es realmente mi esposa náufraga? Él es el único que lo sabe todo.

Allá abajo Eliseo habló en voz baja:

—Parece que Rivera quiere negar tus palabras a través de que Armando diga que las reliquias son falsas, ¿con el fin de echarte de la Familia Collazo?

Doria dijo:

—Podría ser así.

El Señor Figueroa parado no lejos, sosteniendo la muleta, miraban tal escena con aspecto serio.

Rivera dijo de nuevo:

—También estoy curioso, ¿qué es lo verdadero de todo eso? Sin embargo, antes de dar a conocer la verdad, anunciaré una cosa. Independientemente del resultado, ni de quién sea mi hija biológica, Briana o Doria, le entregaré todo el Grupo Collazo.

Mientras terminaba de hablar, se suscitó un estupor a todos, que empezaron a comentarlo.

Ese movimiento de Rivera era bastante extremo, también astuto. Siempre que hubiera sobornado con anticipación a ese jugador, el padre de Doria, aun cuando ella fuera su real hija, el Grupo Collazo al fin se caería en la mano de Briana. Por otro lado, en cuanto a Doria, no solo no podría conseguir nada, sino también cargaría la mala reputación.

Pero de tal manera, los demás estaban confusos. Si Doria fuera su hija, ¿qué sería el verdadero propósito de Rivera? Acaso desarrolló sentimientos por Briana debido a haberla criado para otros más de un decenio, y la ahijada era más íntima que la biológica, ¿entonces ya no le importaba nada?

Aunque todas las reliquias y la madre biológica que había dicho fueran fraguadas por Doria, por decir la situación pésima, solo para codiciar las riquezas y placeres de la Familia Collazo, por tanto, esta noche ella también caería en infamia aquí.

Además, cualquiera conocía bien qué tenía detrás de ella. Y Rivera hizo en tal forma, intentado por completo hacer enemigo con el Grupo Santángel.

Fuera cuál intento fuera, la gente se sentía incomprensible en absoluto con tal de que él tomara la decisión.

Frente a las expectativas, Armando llegó al lado de Rivera. Él se frotó las manos, con la mirada pasando por abajo, sonriendo un poco obsceno.

—Nunca esperaba que yo podría tratar con tantos ricos en toda mi vida… lo siento, me fui de tema. Ri… presidente Rivera me pidió venir hoy para preguntarme, ¿qué sucedió hace veinte años? y ¿Doria es mi hija o la suya? ¡Qué obvio! Me pasaron tantos años criando a mi hijita para que sea tan bonita, definitivamente es la mía.

Armando dio una pausa, mirando que los presentes por abajo contaban con distintas expresiones, al instante sentía que él mismo era el foco más destacado, nunca gozando de un momento como ahora en que se enorgullecía. Enderezó la espalda y volvió a decir:

—Pero, qué pena, ella no es la hija mía biológica.

Él empezó a acordarse trise.

—Recuerdo que eso pasó en una noche oscura. En el camino de regreso a casa, vi a una madre y su hija acostadas junto a la hierba. Las salvé debido a las bondades. Quise acudir a la policía para que les ayudara a encontrar sus familiares, pero aquella mujer me dijo que alguien malo las estaba buscando y me impidió a hacer así. Entonces no tuve remedio, solo pude dejarlas quedar y les daba muy bien de comer.

Por abajo alguien le lanzó la duda.

—Marcos ya murió en aquella explosión, el presidente Rivera se despertó después de tres meses en coma y aquel entonces ninguna prensa informó de eso. ¿Por qué después de eso, ellas no volvieron a la Familia Collazo, sino que permanecían desaparecidas?

La risa en el rostro de Armando se puso más rara.

—¿Tú qué crees? Por supuesto porque ella se enamoró de mí con el tiempo y no quería dejarme solo.

—¡Eso es tontería!

—Lo que pasó aquel año, me da mucha pena, y también, vergüenza. Si yo hubiera dedicado más energía a buscar a Miriam y Doria, la cosa posiblemente no se habría convertido en tal consecuencia actual, ni yo habría dejar a mi hija haber sufrido durante tantos años.

Doria, cuya expresión mostró indiferencia, fijó los ojos en él, y sus comisuras de boca llevaban unas frialdades.

Rivera dijo otra vez:

—Jamás retiraré lo que acabo de decir. Para compensar mi lástima durante los años, entregaré el Grupo Collazo a Doria, no importa lo que ella haga, ni me meteré más en los negocios del Grupo.

Mientras que concluyeron sus palabras, los invitados volvieron a discutir hirvientemente sobre eso.

¿Por qué resultó diferente a lo que habían imaginado? La cosa hizo totalmente un giro de 180 grados.

Cuando Rivera iba a bajar de la tribuna, Doria de pronto habló en tono ligero:

—Tengo una cosa que preguntar al presidente Rivera.

Él le dijo:

—Doria, deberías cambiar el tratamiento para mí. Hablaremos después, justo quiero hablar contigo.

Pero ella se sonrió.

—No hace falta eso, hablamos aquí. La cosa que quiero preguntar, también debería ser el interés de todos.

Rivera se quedaba de pie allá, cuyo entrecejo se frunció apenas perceptiblemente, pero muy pronto su expresión se volvió normal.

—Dime.

—Ya que desaparecimos juntas mi madre y yo, ¿cómo vino la Señorita Briana? En aquel entonces yo ya tenía siete años, ¿acaso querías explicar que has confundido de persona?

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