Édgar levantó la ceja,
—Tienes que dejar que todo siga su curso natural. No sirve de nada preocuparse por esto.
Doria lo miró descontenta,
—¿Y quién era la persona inquieta en aquel entonces?
Édgar rió y no negó las palabras de Doria. Luego mordisqueó suavemente la oreja de ella,
—También esoy inquieto ahora.
Doria no dijo nada.
Édgar metió la mano en la ropa de Doria y le dijo lentamente,
—En realidad, no tienes que preocuparte or ellos. Probablemente se llevan mejor que lo que piensas.
—¿Qué?
—Si te portas bien, ¿te doy una información exclusiva? —Un susurro salió de su garganta.
Doria quería retirar su mano, pero no lo consiguió,
—¿Cuál es esa información?
—¿Sabes por qué el exnovio de Eva no apareció más?
Doria nunca había pensado esto. Así que quedó congelada por las palabras de Édgar,
—¿Es por Daniel?
Probablemente sea por él.
Antes, Claudia le dijo que fue Daniel quien echó a Carmelo, le dió una paliza por irrumpir en la casa de Eva.
Doria pensó que eso fue todo, el final. No esperaba que todavía lo estuviera siguiendo.
Édgar le advirtió,
—¿Pensaste que Carmelo pudo cambiar de conducta por sí mismo?
—En ese caso, a Daniel sí le gusta Claudia.
—Bueno, ya te lo he dicho. Ahora, es momento de pagar por la información.
—Uhmm
En medio del suave forcejeo, Doria dijo en voz baja y dulce,
—Tengo que levantarme temprano mañana.
Édgar le respondió,
—Entonces, sigue mis indicaciones, así podremos terminar pronto.
—¿Cómo... sigo tus indicaciones?
—¿Olvidaste cómo me debes de llamar?
Entonces, Doria se vio obligada a llamar “marido” a Édgar en numerosas ocasiones para poder terminar pronto.
Después de que Doria se quedó dormida, Édgar miró a la pantalla del móvil. Vicente Laguna le habñia llamado hace media hora, así que cogió su móvil y lo llamó desde el balcón.
—Señor Édgar.
Édgar encendió un cigarrillo entre los labios y le repondió en voz baja,
—Dímelo.
—Lo he investigado, aquel novio de Julieta Nores, empleado de Grupo Collazo, también es la persona quien fue al despacho para hablar con la Señora Santángel.
Édgar entrecerro los ojos, y la voz se volvió fría,
—¿Cuando apareció al lado de Julieta?
—Desde hace mucho tiempo —Vicente añadió—. Nuestra gente lo siguió y descubrieron que no hay nada más, salvo que sale con Julieta. Y tiene dos hijosen casa, uno de ocho años y otro de dos años.
Édgar quitó la ceniza,
—¿Habría tal coincidencia?
—¿Quiere decir que se acercó a Julieta con intención? Pero no debería tener motivos. Solo hay unas personas quien saben la existencia del joven maestro, es imposible que se revelara su identidad.
—Sigue vigilándolo.
—¿Y... hace falta advertir a Julieta?
—No, no asustes a la serpiente primero.
—Entiendo.
Dicho estó, Édgar colgó la llamada. Después de terminar su cigarillo, encontró el número de teléfono de Eliseo Mastache y lo llamó.
***
Al día siguiente, Doria se despertó antes de que sonara el despertador.
Mirando el cielo de pleno día, se desperezó.
Al oírlo, Édgar frunció el ceño,
—¿Segura que quieres tocar ese tema?
Doria tosió,
—Ya es tarde. Me voy.
Se apresuró a soltarse del abrazo de Édgar y corrió hacia el baño.
A pesar de que no había ninguna relación entre Abraham y ella, y todo terminó, Édgar tenía muchos celos de esto.
Mirando que huyó asustada, Édgar se lamió los dientes y se levantó lentamente.
Sonó el despertador cuando salió del baño Doria. Se sentó frente al espejo, y se dio un par de leves lapos para empezar a pintarse.
Édgar se apoyó contra la pared al lado de Doria, y metió una mano en el bolsillo de sus pantalones, —Cuando sales conmigo, no te arreglas tanto.
—Es diferente.
—¿No soy más importante que ellos?
Doria se quedó sin palabras.
Creyó que Édgar sería Ptono en el pasado, por eso estaba lleno de celos.
Doria lo empujó con la mano,
—Vete, me tapas la luz.
Édgar sacó el móvil para ver la hora,
—¿Cuantos tiempos te queda?
—Un poco. —se volvió a verlo—. No necesitas acompañarme. Puedo ir sola.
—Estoy libre por la mañana. —Édgar agregó—. Además, todos saben que vas al Grupo Collazo y todos te esperan. Pese a lo que te han dicho, Jairo te amenazará, pero si te acompaño, no se atreverá a hacer nada.
Édgar añadió antes de que hablara Doria,
—Eso se llama evitar el riesgo de forma razonable.
Las palabras de Édgar aplastó a Doria. En este aspecto, no podía compararse con él.
Édgar le frotó del pelo a Doria,
—Te espero abajo. Sal cuando estes preparada.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO
Quiero el finall...