La expresión de Doria no cambió mientras miraba a Jairo,
—¿Qué le parece, señor Jairo?
Frente a un abogado como Eliseo, Jairo no se atrevió a aflojar, se limpió el sudor y dijo,
—Me parece... ¿qué cosa?
—¿Ha escuchado lo que Eliseo acaba de decir? Si no, puedo pedirle que lo repita.
—Sí, lo he escuchado.
Jairo contó vacilante,
—Antes... estos contratos estaban bajo el control del presidente y lo que pasó después, ustedes ya lo saben. Cuando... fui a arreglar a la oficina, solo encontré estos, realmente desconozco lo que ha sucedido.
Eliseo añadió,
—¿Entonces quiere decir que todos los otros documentos fueron destruidos por el presidente?
—¿Supongo que sí?
Eliseo se rio,
—Ja, ja, muy interesante. Estos contratos dejados atrás lleva su firma en cada uno y todos los problemas que se muestran apuntan a él. Pero, no los destuyó, tengo mucha curiosidad por saber cuáles fueron los contratos destruidos.
Jairo tragó saliva,
—Tal vez... estos no son nada comparados con los que destruyó, quizás puede que tengan mayores secretos. ¿No es así?
—¿Me estás preguntando?
—No, no, solo estoy suponiendo.
Eliseo suspiró,
—Entonces no hay de otra. Solo puedo buscar las pruebas y averiguar los secretos de estos contratos por mí mismo.
Al instante, el ambiente de la sala de la conferencias volvió a sumirse en un silencio tenso. Todos los ejecutivos intercambiaron miradas entre sí.
Justo en ese momento, se abrió la puerta y llegó el resto de la gente.
Doria contó el número de personas y era el mismo como decía la información, por lo que no pudo evitar soltar un suspiro de alivio.
En comparación con el grupo de Jairo, los que acababan de llegar estaban un poco apurados.
Doria les dijo que se sentaran.
Era evidente que ya no estaban acostumbrados a esta situación y que habían sufrido tanto que no tenían la misma vitalidad de antes.
Con una palmada, se dio inicio a la reunión.
En esta reunión se trató principalmente la situación actual de Grupo Collazo y el estado de todos los proyectos que estaban suspendidos.
Gonzalo dijo,
—Esta mañana me he puesto en contacto con el banco con el que colaborábamos antes. Han expresado su voluntad de prestarnos dinero y ya están realizando el proceso. Los fondos estarán listos pronto, así que el proyecto podrá volver a empezar.
Doria preguntó,
—¿Los responsables de estos proyectos continua allí?
—Actualmente tenemos prisa por realizar los grandes proyectos. tres de los responsables se han marchado, por lo que aún quedan siete. El resto de proyectos son de pequeña escala, mientras los grandes estén en construcción, podemos relajarnos un poco.
Jairo intervino,
—En mi opinión, estos proyectos, es mejor que los sigan dirigiendo los responsables originales. Ellos están más familiarizados con los proyecto y en cuanto a los otros... —Miró a las personas que tenía enfrente, intentando encargarles pequeños proyectos.
Entonces, Doria intervino,
—Creo que el Señor Jairo tiene razón, solo el responsable original sabe mejor cómo es el proyecto y es mejor que esa persona continúe el seguimiento.
—Señorita Doria, no se tome a pecho las palabras de señor Jairo, él siempre ha tenido ese temperamento.
Doria sonrió y respondió
—No es nada. Espero que señor Jairo tampoco se tome a pecho mis palabras. No estoy contra él sino contra la situación. —Tras una pausa, añadió—, Por favor, encuentra un despacho limpio para mí, que aún tengo cosas que atender.
Gonzalo respondió,
—Como usted diga, sígame, por favor.
El estudio era pequeño, pero estaba limpio y luminoso. Parecía nuevo, así que no había sido usado mucho.
Doria preguntó,
—¿Has dicho que el banco ha accedido a pedir un préstamo?
—Sí, la escena frente al Grupo Collazo esta la mañana fue filmada y causó un gran revuelo, así que aproveché la oportunidad para contactar con el banco... me aceptaron muy rápidamente.
Doria asintió,
—Ya veo.
—Entonces me voy primero. Puede llamarme en cualquier momento si me necesita. —Gonzalo se retiró.
Poco después de que Gonzalo se fuera, volvieron a llamar a la puerta del despacho.
Eran unas personas, encabezadas por el marido de Candela Duarte. Probablemente no sabían lo que Doria quería hacer y estaban un poco nerviosos.
El marido de Candela dijo,
—Señorita Doria, gracias por permitirnos volver al Grupo Collazo, pero con nuestra situación actual, parece inapropiado hacerse cargo de esos grandes proyectos, y además es fácil ser criticado y traer mala influencia al Grupo Collazo...
Doria sonrió,
—Nadie es más adecuado que ustedes, además, ahora el Grupo Collazo no tiene ninguna imagen positiva. —Doria continuó—, No me ando con rodeos. Sé lo que pasó antes, y les he dejado encargarse de estos proyectos porque espero que puedan ayudarme a vigilarlos. Solo entonces, el Grupo Collazo tendrá una oportunidad de volver a lo que era antes.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO
Quiero el finall...