Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 549

En un sitio frente al Grupo Collazo, Alex reconoció a Gonzalo a lo lejos y preguntó a su subordinado:

—¿Qué has investigado sobre él anoche?

Su subordinado respondió:

—Anoche, él envió a su hija a una academia de baile. He preguntado a los profesores del lugar y me han dicho que anoche estuvo esperando fuera del aula sin salir.

—¿Hay alguna cámara de vigilancia?

Su subordinado negó con la cabeza:

—Los profesores de la academia dijeron que la cámara de vigilancia se había dañado hace varios días. Como tenían muchas cosas de las que ocuparse recientemente, no tuvieron tiempo de repararla.

Tras un rato de silencio, Alex dijo:

—Organiza a algunos hombres para que lo sigan. Tengan cuidado, que no los descubra.

—De acuerdo.

—¿Dónde está Édgar?

—El Sr. Édgar está...

Alex se frotó el entrecejo y dijo:

—No importa. Ve al Grupo Santángel.

***

Al mismo tiempo... en el Grupo Santángel.

Una mujer se arrodilló en el suelo con las palabras miedo y pánico escritos en su cara:

—No sé nada. El fuego era muy grande en ese momento y no pude encontrar a mi hijo. Solo quería que alguien me ayudara a encontrar a mi hijo. Yo...

Édgar arrojó un documento frente a ella con frialdad en su rostro. No dijo nada, pero su cuerpo estaba envuelta por un aura asesina.

Temblando, la mujer volteó el documento con ambas manos. Entonces vió su identidad y el domicilio que figuraba en el documento. Su rostro palideció inmediatamente.

Édgar dijo con voz fría:

—Solo tienes una oportunidad. No quiero oír tus mentiras.

La mujer lo miró, de pronto sintió que su corazón se congelaba por el miedo. Entonces, no se atrevió a ocultar más la verdad y hablo tartamudeando:

—Yo... yo... yo soy una extra en películas. Un hombre me encontró hace varios días, requiriendo mi actuación, y prometió pagarme dos mil cuatrocientos euros. Como yo solo recibo diez euros por cada actuación en el rodaje de las películas, lo que me ofrecieron fue demasiado tentador. En... enton...

La mujer desplazó su mirada hacia Jerónimo y continuó:

—Entonces ese hombre me dio la foto del señor y de está manera me agarrarle del brazo al verle bajar las escaleras después del incendio. Luego yo...

Édgar dijo:

—La foto.

La mujer rebuscó apresuradamente en su bolso y sacó una foto. Al encontrarla, de inmediato se la entregó a Édgar, con las manos temblorosas.

Édgar le echó un vistazo y luego se la entregó a Jerónimo:

—¿Sabes cuándo se tomó esto?

Aparentemente, esta foto fue tomada hace un tiempo.

Jerónimo estudió cuidadosamente la foto. Después de un rato, contestó:

—Sr. Édgar, esta foto debería haber sido tomada hace dos meses. En ese momento, no nos habíamos mudado al apartamento y aún vivíamos en el anterior lugar.

Édgar le quitó la foto y le preguntó a la mujer que estaba arrodillada en el suelo:

—¿Recuerdas el aspecto de ese hombre?

La mujer respondió:

—No lo recuerdo claramente. Pero si puedee mostrarme su foto, lo reconoceré.

Édgar dijo:

—Muéstrale la foto de Gonzalo.

Jerónimo sacó su teléfono, pulsó la pantalla y lo puso la foto de ése delante de la mujer.

La mujer lo miró detenidamente. Después de un rato, negó con la cabeza:

—No es él.

Jerónimo dijo:

—Sr. Édgar, si fue Gonzalo quien planeó esto, no creo que se acercaría deliberadamente a Julieta. Han pasado varios meses hasta ahora, pero no ha mostrado nada malo, lo que significa que fue muy prudente. Además, consiguió llevárselos bajo nuestra defensa y hasta ahora no ha habido noticias de ellos, supongo que debe tener otros cómplices.

Édgar permaneció en silencio.

Al cabo de un rato, preguntó:

—¿Estás segura de que lo reconocerás cuando veas a ese hombre?

La mujer se quedó atónita por un momento, pero luego se dio cuenta de que Édgar le estaba hablando a ella, así que se apresuró a asentir con la cabeza:

—Sí, sí podré reconocerlo.

Édgar dijo:

—He estado observando a los Santángel. Basándome en sus fuentes de información, no pueden haber sabido sobre esto.

Édgar resopló:

—Solo ellos mismos saben cómo se las arreglaron para conseguir esta información.

Vicente preguntó:

—Entonces, ¿qué debo hacer ahora? ¿Debemos acudir a la familia Santángel y hacer un rescate?

Alex se tiró en el sofá:

—Es solo una suposición hasta ahora. ¿Qué motivos tenemos para interrogarlos?

—Entonces, buscaré pruebas de inmediato.

Édgar preguntó:

—¿No sabes por qué Saúl hizo eso? Aunque le muestres las pruebas, seguirá negándose a soltarlos.

Alex añadió:

—Hay que tener en cuenta que si no fue Saúl quien se llevó al bebé y lo visitamos abruptamente, ¿no sería igual decirle directamente que Édgar tiene un hijo?

La oficina se vio repentinamente invadida por el silencio.

Después de un largo rato, Édgar preguntó:

—¿Aitana sigue viva?

Vicente asintió con la cabeza:

—Todavía... está viva.

Aunque estaba loca...

Édgar dijo sin expresión:

—Tráela de vuelta. Iré a la mansión de los Santángel esta noche.

En cuanto a si su suposición era cierta o no, lo sabría después de ponerla a prueba.

Alex preguntó:

—¿Piensas provocarlos?

Édgar se levantó. No hubo ningún cambio en su tono de voz, pero su voz de alguna manera llevaba frialdad cuando dijo:

—¿Provocar? Solo quiero darles un regalo.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Mi pretendiente es mi EX-MARIDO