Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 89

A Doria no le sorprendió que la loca de Aitana calumniara a la gente, así que dijo en silencio, -¿Te lo crees?-

-Que lo crea o no depende de la respuesta que me des.-

-No es de Abraham.- Doria no tenía intención de dar una explicación insignificante, solo dijo, -Puedes investigar los días que llevo embarazada y la fecha en que Abraham regresó al país.-

Édgar no habló, solo recogió levemente la mirada.

Doria abrió la boca, tratando de decir algo, pero sintió que todo iba a ser en vano.

Después de unos segundos, llegó la voz de Édgar, -No es que creo en ti, simplemente no le creo a Aitana. No tienes que alegrarte por eso.-

Doria estaba sin habla.

¿Qué cosas sin sentido estaba diciendo?

Édgar dijo, -Doria, en la familia Santángel no hay ninguna buena persona.-

Él también estaba incluido.

Doria no refutó porque eso era cierto, además, él mismo era un despreciable.

Pero…

Ella susurró, -Creo que tu hermano mayor es diferente a los demás.-

Édgar dijo, -¿Cómo lo sabes?-

-He tratado con él varias veces. Que una persona sea buena o no es apreciable en sus palabras y acciones.-

-Entonces, ¿por qué no he podido apreciar por tus palabras y acciones la razón por la que le gustas a tanta gente?-

Doria no supo qué decir.

Doria respiró hondo, -Gerente Édgar, hablemos del tema en sí, ¡por favor no me hagas críticas ofensivas!-

Los labios de Édgar se curvaron sin dejar rastro, -También estoy hablando del tema en sí, ¿qué más tienes además de esta cara? ¿O son demasiado estúpidos para ver con claridad tu interior a través de tu apariencia?-

-Gerente Édgar, creo que si todos tienen una opinión diferente a la tuya, entonces deberías considerar si es tu propia problema.-

-Entonces dime, ¿de qué te culpé mal?-

Doria guardó silencio. Eran hechos el haberlo forzarlo a contraer matrimonio con el embarazo, pedirle dinero una y otra vez, o incluso usar el embarazo para provocarlo a divorciarse. Aunque no era tan maquinadora como él pensaba, todas esas cosas sucedieron.

Así que ella no podía refutarlo.

Édgar resopló, sin opinar al respecto.

Doria dijo, -Es tarde. ¿Quieres seguir paseando? Si no vas a hacerlo, voy a regresar.-

-Como quieras.-

Doria deseaba que dijera eso, -Pues me voy. Adiós, gerente Édgar.-

Al verla irse sin mirar atrás, el rostro hermoso de Édgar estaba lleno de insatisfacción.

“Qué mujer más desagradecida”.

Después de que Doria se alejó, Édgar retiró la mirada. Cuando estaba a punto de irse, apareció una figura en no muy lejos.

-Édgar.-

***

Después de que Doria regresó se dio cuenta de que Roxana no estaba allí, así que supuso que podría haber ido a buscar a Édgar. Entonces subió las escaleras para regresar a la habitación.

Acababa de salir de la ducha y estaba a punto de irse a la cama cuando vibró el teléfono, resultó que era un mensaje de Raimundo.

Raimundo, -Doria, ¿puedes salir un momento? Quiero decirte unas últimas palabras.-

Doria exhaló y bajó las escaleras con su teléfono.

Raimundo estaba junto al río con la cabeza gacha cuando salió.

Al escuchar los pasos, levantó la cabeza y dijo, -Doria, lamento haberte llamado para que salgas tan tarde.-

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