Mi única en millón romance Capítulo 4

—¿Cómo lo sabes? —Vicente que había estado sentado en el sofá se levantó.

—Las noticias del sitio web decían que se había chocado tan fuerte que ni siquiera podía reconocerla, y estaba el cuerpo de su abuelo tirado al lado, qué miedo.

—¿Qué sitio web? ¿Cuándo? —Vicente no parecía muy contento, intentando controlar sus emociones.

Obviamente, a los medios de comunicación les había advertido de que no lo informaran. ¡Qué pequeño sitio web había lo publicado solo para llamar la atención!

La crisis financiera de la empresa Moreno fue obra suya para poder comprarla al menor precio posible. Ahora que el presidente se había suicidado saltando de un edificio y también su nieta había muerto, una vez que los medios de comunicación publicara un gran escándalo y alguien fuera a investigarlo, la empresa Sánchez se iría a ser sospechosa.

No solo Vicente sino que su abuelo Borja estaban descontentos.

¡Esta mujer los molestó cuando estaba viva, y seguía causando un gran problema cuando estaba muerta!

—Es la culpa mía, es una tristeza para ti, Vicente. —Ella entendió claramente que, pase lo que pase, no podía ocultar la verdad que dos personas murieron al mismo tiempo de una manera tan extraña. Siempre habría otros medios de comunicación que querrían cubrirlo.

Parecía que fue asustada por Vicente y se inclinó inconscientemente hacia Luisa.

Luisa sintió descontento al instante. Solamente tenía una hija que era su cariño y fue asustada por ellos, ¡ahora estaba enferma!

La sonrisa cortés que había en su rostro desapareció enseguida.

En ese momento se oyó de repente otro golpe en la puerta.

—¡Toc, toc!

—¡Entra! —Vicente miró fríamente a la puerta.

—Señor Vicente. —Una mujer empujó la puerta de la habitación y se quedó torpemente en su sitio después de ver la escena dentro de la habitación mirando a Vicente como si tuviera algo que decirle.

—¿Qué estás haciendo por aquí? —Vicente estaba disgustado.

¿Cómo se atrevía a llamarla este tipo?

Sin embargo, lo que les preocupaba a Vicente y a su abuelo Borja eran las noticias.

—¿Qué está pasando? —Vicente la miraba con frialdad a Lidia sin dudar de las palabras de Isabel porque en ese día, le pidió a Lidia que se comunicara con todos los medios de comunicación.

Pero...

¿Ahora no solo se había expuesto la noticia, sino que ella también fue fotografiada en el lugar de los hechos?

Vicente estaba harto de ella.

No lo hizo con éxito sino que empeoró la situación.

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