Multimillonario Invisible romance Capítulo 26

Yara gritó de miedo en ese momento, cerró los ojos y se preparó para recibir el golpe, pero de repente descubrió que bofetada no había caído.

Cuando abrió los ojos, ¡se sorprendió!

¡Su yerno inútil, René, salió en este momento y le paró la bofetada!

Esto…

Su mente estaba en cortocircuito y no reaccionó ¿Cómo podía René, un bastardo, ser tan atrevido?

Manuel no esperaba que alguien se atreviera a defender a esta maldita anciana en este momento, y preguntó fríamente, -¿Quién eres? ¿Quieres morir tú también?-

René sonrió levemente, -Manuel, ¿verdad? Hazlo por mi, puedes golpear a ese perro al mi lado, ¡pero a mi suegra no puedes!-

Manuel dijo con rostro hosco, -¿Esta anciana es tu suegra? Entonces, ¿quién eres tú, por qué tengo que hacerlo por ti?-

Cuando dijo esto, Manuel ya estaba enojado.

Siempre había sido respetado por todas las personas en la Ciudad J, pero hoy se encontró unas tras otra faltas de respeto.

Primero, había un tal Maluma que le gritaba y también una repugnante anciana chirriando a su lado.

Ahora vino un chaval y le contradijo, ¿Acaso Manuel podía ser ofendido por cualquier tipo de por ahí? Pensando en esto, inmediatamente se enfureció y gritó a las personas que lo rodeaban, -¡Mátenle a este tipo que busca a su propia muerte!-

René sonrió levemente al escuchar las palabras y dijo, -No te aceleres, déjame hacer una llamada y deja que la persona del teléfono te lo diga.-

Sacó su teléfono y llamó a Gilberto, el encargado del Hotel Palacio del Platino.

Al marcar la llamada, la persona que cogió el teléfono le dijo respetuosamente, -Señor René, ¿qué le puedo ayudar?-

René preguntó con indiferencia, -Un hombre llamado Manuel de la Ciudad J, ¿lo conoces?-

Gilberto sonrió y dijo, -Señor René, conozco al Manuel que dices, la gente dice que es el emperador clandestino de la Ciudad J. ¡Pero en verdad, es solo un pringado!-

Gilberto volvió a decir, -Este pringado sabe que soy de la familia Arango, y quiere halagarme. Para halagarme me ha rogado varias veces que cene con él. No hice caso. ¿Qué pasa? Señor René, ¿lo conoces?-

René dijo a la ligera, -Bueno, ese está tratando de matarme ahora.-

Gilberto se alteró enseguida, -Maldita sea, ¿Acaso quiere morir? ¡Cómo se atreve a provocarte! ¿Dónde estás ahora? ¡Inmediatamente llamo gente y le romperé al gilipollas Manuel!-

René dijo, -Le doy el teléfono, díselo a él.-

Después, le entregó el teléfono a Manuel y le dijo, -Venga, ponte el teléfono.-

Manuel tenía dudas.

“¿Qué está pasando? No parece que este tipo esté actuando. ¿Realmente tiene respaldos? No lo parece. La ropa que lleva es muy común. Puede costar hasta menos de 60 euros para todo el conjunto. Incluso el teléfono móvil que utiliza cuesta menos de 100 euros. ¿Qué puede hacer? ¿Puede encontrar a alguien que te apoye?”

Manuel no lo tomaba enserio, pero inconscientemente tomó la llamada y preguntó tentativamente,-Hola, soy Manuel, ¿quién eres tú? ¿Quieres apoyar a este?-

Gilberto en el teléfono maldijo, -¡Manuel! ¿Estás jodidamente cansado de vivir? ¿Cómo te atreves a provocar a nuestro Señor René? Lo crea o no, ¡dejaré a todos tus 25 familiares muertos esta noche que no tendréis ni un lugar para ser enterrados!-

Manuel escuchó esta voz, ¿No era este Gilberto que había estado tratando de halagar?

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