Maluma estaba en la puerta de la Compañía Martínez con una cara de arrogancia.
Sabía que esta vez era una buena oportunidad para mostrar sus lados buenos a la madre de Amelia, debe aprovecharla al máximo
Si ganase a la madre, seguro que ganaría también a Amalia.
En aquel momento, se podrá lograr a alcanzar a la famosa mujer bella de la Ciudad J, ¡se emocionaba solo con pensar en ello!
Entonces, dijo en voz alta, -¡Gente, por favor no se preocupen, en un momento el jefe de esta compañía estafadora vendrá a reembolsar a todos!-
Cuando todos escucharon esto, inmediatamente aplaudieron de alegría, no podían aguantar la emoción.
Solo René miró a Maluma con una expresión de desprecio, este tipo se tomaba a sí mismo demasiado en serio y no sabía cómo de mal iba a acabar el asunto.
Justo cuando Maluma levantó la barbilla y disfrutó de la alabanza de todos, la puerta de la Empresa de seguro Martínez se abrió repentinamente.
Tras esto solo se veía a Pedro saliendo junto con un hombre vestido con un traje Tang.
Aunque el hombre aparentaba un poco mayor, tenía una mirada de gran fuerza, ¡era Manuel Camargo!
Detrás de Manuel seguían varios hombres de apariencia fuerte, todos eran sus guardaespaldas personales, cada uno de estos tenían una fuerza extraordinaria.
El estatus de Manuel era demasiado alto, por lo que, aunque muchas personas en la Ciudad J conocían muy bien su nombre, no tenían la posibilidad de verle en persona, por lo que nadie, incluido Maluma, le reconocía.
La gente solamente reconocía a Pedro, el jefe de Empresa de seguro Martínez.
¡Entonces el ambiente de la multitud explotó instantáneamente!
-¡Realmente Maluma le ha hecho venir a Pedro! ¡Es realmente asombroso!-
-Sí, gracias a Yara esta vez, ¡tenemos esperanza por nuestro dinero!-
-¡Yara, un joven tan excelente, definitivamente es un buen candidato para ser tu yerno!-
Yara escuchó los halagos de estas ancianas y se sintió muy a gusto.
Hoy realmente tuvo la atención y las gracias de todas las personas gracias a Maluma.
Pensando en esto, sonrió aún más, los ojos que miraban a tenían una satisfacción indescriptible.
En ese momento, Maluma avanzó unos pasos, con una actitud arrogante.
Maluma no conocía a Pedro, ni a Manuel. Pero como veía que Pedro respetaba mucho a Manuel confundió de jefe y se dirigió a Manuel.
Entonces miró a Manuel y dijo con orgullo, -¿Eres el jefe de la Empresa de seguro Martínez?-
Manuel dijo con una leve sonrisa, -No soy el jefe, solo le ayudo, pero si tienes algún problema, puedes decírmelo.-
Maluma se dio cuenta de repente, y luego sonrió con desdén, -¡Entonces eres un perro manipulable, no eres digno de hablar conmigo, sal y deja que venga tu jefe!-
René negó con la cabeza y miró a Maluma como un idiota.
El hombre del traje Tang tenía una mirada muy firme, y encima tenía a sus subordinados siguiéndolo. Simplemente a primera vista, se notaba que era un tipo duro. Pero Maluma lo ridiculizó con tanta arrogancia, obviamente estaba buscando su propia muerte.
Yara que estaba al lado también se burló y asintió, -Maluma, no digas tonterías con este tipo de pendejo, ¡él que está a su lado es el jefe de Empresa de seguro Martínez!-
¡Pedro se quedó asombrado!
¡Qué coraje tenían este hombre llamado Maluma y esta anciana!
Incluso se atrevieron a insultar a Manuel con perro y le dijo que se largara, ¡Realmente no sabían cómo le estaban esperando sus muertes!
Ante esta escena, el grupo de abuelos de alrededor se sorprendieron.
Tenían la esperanza de que Maluma los ayudara a recuperar el dinero, no se lo esperaban que en este momento, se arrodilló directamente en el suelo y se disculpó con el hombre del traje Tang...
Yara, que estaba bastante orgullosa hace unos segundos, ahora tras que la abofetearon, se sentía muy avergonzada.
Manuel dijo con frialdad y mandó a los hombres que lo rodeaba, -Ya que este tipo no controla lo que dice por su boca, le darás 10 mil bofetadas cada uno de vosotros.-
Maluma estaba tan asustado, 10 mil veces, ¿y saldría vivo de aquí?
En ese momento, los guardaespaldas de Manuel señalaron a Yara quien estaba siendo golpeada, -Señor Manuel, ¿qué le hacemos a esta anciana?-
Manuel miró a Yara con disgusto y dijo a la ligera, -¡También 10 mil bofetadas!-
Yara se arrodilló en el suelo con terror, y todo su cuerpo temblaba violentamente. Casi se moría de miedo y tras insultar a Manuel, ¿podría vivir todavía?
En ese momento, varios hombres se levantaron. Algunos agarraron a Maluma y otros agarraron a Yara, e inmediatamente se prepararon moviendo sus palmas para darles bofetadas.
René estuvo observando fríamente esta escena entre la multitud.
No quería intervenir cuando su suegra fue bofeteada, porque su suegra siempre fue tan tacaña que debería aprender una lección.
Sin embargo, si los hombres de Manuel le abofetearan diez mil veces, o se quedarían incapacitados o los matarían, ¿cómo se lo diría a su esposa?
Si su vida estuviera realmente en peligro, ¡su esposa también lo pasaría muy mal!
Sintió que no tenía más remedio que arreglar la situación.
Justo cuando un hombre estiró sus brazos y estaba a punto de azotar la vieja cara de Yara, ¡René fue hacia adelante rápidamente y agarró su muñeca!
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