NADIE COMO TÚ romance Capítulo 119

Aunque fue Valeria quien le pidió a Aitor que cenara con Noelia, sintió una sensación desagradable al verle tratar a otra mujer con tanta consideración. ¡Valeria admitió que estaba celosa ante tal escena!

Incontrolablemente, tomó el teléfono y envió un mensaje a Aitor:

—No olvides que estás casado.

Aitor se rio cuando vio el mensaje de Valeria.

—¿Alguien le ha enviado un mensaje divertido?

Noelia se inclinó con curiosidad para ver el teléfono de Aitor.

Aitor bloqueó la pantalla.

Noelia volvió a sentarse ingeniosamente, estaba jugando con su cabello rizado, deliberadamente trató de enseñar su lado coqueto a Aitor.

Noelia dijo:

—Presidente Aitor, ahora todo el mundo sabe que le admiro mucho, si no hace nada al respecto, en el futuro nadie se atreverá a casarse conmigo.

Aitor miró significativamente a Noelia, haciéndola sentir tímida.

—No me mire así, estoy dispuesta a hacer cualquier cosa por usted.

Valeria no aguantaba la pinta seductora de Noelia.

En ese momento, Aitor finalmente puso cara de serio y dijo con ligereza:

—Señorita Noelia, no olvides que estoy casado.

Noelia no esperaba que Aitor le rechazara directamente, se quedó atónita por un momento.

Siempre había sido la mujer de los sueños de todo hombre, pero no le interesaba nadie más que Aitor. Aunque ahora la rechazó con una mirada tan firme, no iba a renunciar tan fácilmente. «¿Y qué si está casado? ¡Hay muchas personas casadas que han terminado divorciándose! ¡No me creo que no pueda seducirlo!».

Lola y Darío estaban entusiasmados con las fotos que habían conseguido esta noche.

«¡La revista va a ganar mucha fama!».

Lola miró a Valeria, se dio cuenta de que tenía mala cara y preguntó preocupada:

—Valeria, ¿estás bien? ¿Te preocupa la noticia? No te preocupes, hemos tomado fotos exclusivas de este escándalo. ¿Qué te parece si ponemos el título de «Líos amorosos»?

Valeria asintió a la ligera. Necesitaba ir a tomar el aire.

Valeria les dijo a Lola y Darío:

—Seguid tomando fotos, no os olvidéis de cenar. Me duele un poco la cabeza, voy a salir a tomar el aire.

Por su lado, Aitor vio a Valeria irse con mala cara, supuso que debía estar enojada, pero más le preocupada si estaba enferma. De modo que se limpió la boca, dejó la servilleta y deslizó la silla de ruedas.

—Voy al baño.

Valeria estaba sentada en el inodoro, abanicándose con su mano, no paraba de pensar en Noelia con esa pinta seductora, cuanto más pensaba, más inquieta se volvía.

«¿Todos los hombres son fáciles de seducir? ¡Retiro lo de que es un hombre constante!».

Valeria recordó de repente que anoche hicieron el amor en el sofá, entonces sintió más quejas por Aitor, también se regañaba por haber pedido a que su marido saliera con otra mujer.

Ya no quería seguir esta noticia. Las fotos de esta noche podían completar la tarea.

¿Desde cuándo se volvió tan quisquillosa?

Este cambio fue tan grande que ni siquiera ella podía aceptarlo.

Si Lola y Darío no estuvieran a su lado, le hubiera gustado acercarse a ellos y decirle a Noelia que ella era la esposa de Aitor.

Valeria decidió irse del lugar de inmediato, no quería verlos mostrar afecto.

Salió del baño, quería volver a tomar su bolso y marcharse, pero cuando pasó por el vestidor que estaba al lado del baño, una mano la llevó al vestidor. Enseguida esa mano cerró la puerta.

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