NADIE COMO TÚ romance Capítulo 120

«¡Aitor tiene a otra mujer!».

Noelia estaba impactada, pero rápidamente recuperó la calma. La mujer de enfrente no era comparable con ella desde ninguna perspectiva. Pensó que el gusto de Aitor tenía algún problema, «¿Cómo le puede gustar una chica así?».

Noelia inmediatamente esbozó una sonrisa halagadora, se apegó a Aitor, y le dijo:

—Presidente Aitor, le estado esperando mucho tiempo, no esperaba que estuviera aquí charlando con otra. ¿Qué tal si se viene a pasar un rato en mi casa?

Noelia miró la vestimenta de Valeria con desprecio.

Valeria pensó que la escena de dos mujeres peleándose por un hombre era demasiado exagerado, como quería irse lo antes posible, dijo:

—Os dejo que habléis.

Aitor agarró a Valeria.

No le agradaba para nada esa Noelia, ahora encima se atrevía a seducirlo delante de Valeria. Dado que había confirmado los sentimientos de su esposa, no quería ver a nadie que no le agradara a Valeria.

Aitor miró a Noelia con una expresión fría y terrible.

Noelia dio un paso atrás, temblando un poco.

Aitor dijo sin ninguna expresión:

—Señorita Noelia, nuestra cena ha terminado. Adiós.

Noelia pensó que había escuchado mal.

«¿Qué quiere decir? ¿Me va a dejar plantada aquí?».

Noelia fulminó a Valeria con la mirada y le echó toda la culpa, considerándola como quien estropeó su cita con Aitor.

«¡Realmente la subestimé!».

Noelia estaba agraviada. No sabía por qué le disgustaba a Aitor. Todo iba genial al principio, por poco Aitor sería seducido por su encanto, pero no esperaba que alguien apareció de improvisto para fastidiar su noche.

Aitor no se molestó en prestar atención a Noelia, solo le dijo a Valeria:

—Vámonos.

Después de hablar, los dos salieron por la puerta trasera del restaurante.

En el auto, Valeria envió un mensaje a Lola y Darío que todavía estaban en el restaurante para decirle que se había ido por algún imprevisto. Luego se quedó en silencio.

La aparición de Noelia fastidió su humor. Comprendió que ahora no podía prescindir de Aitor. Recordando cómo Noelia seducía Aitor, Valeria se puso preocupada. Confiaba en su marido, pero no confiaba en el destino.

A Valeria le preocupaba que el amor no pudiera vencer la seducción de una mujer. «¿Aitor se aburrirá de mí con el tiempo y se enamorará de Noelia o otra mujer?».

Valeria de repente se volvió insegura. Ella solo era una mujer común. Encima tenía un pasado repugnante. Era posible que a Aitor no le importara ahora, pero antes de que averiguaran quién era el cerebro del asunto, nadie podía predecir lo que sucedería en el futuro.

Una malvada Diana ya le había causado muchos problemas, ahora incluso salió otra tal Noelia que era aún más difícil de tratar.

Valeria se sentía agotada.

Cuando regresaron a casa, Valeria no le dirigió la palabra a Aitor, tampoco tenía mucha expresión. Se puso el pijama y se quedó aturdida en el sofá.

Aitor sintió que era hora de romper el silencio.

Originalmente, la existencia de Noelia era solo para confirmar lo que Valeria sentía por él. No valía la pena darle importancia a esa mujer, menos podía ser el problema entre ellos.

Aitor se levantó de la silla de ruedas, se acercó a Valeria, le acarició el cabello caído y susurró:

—Ve a tomarte una ducha. Has tenido un día ajetreado.

Valeria levantó la cabeza para mirarlo, tratando de decir algo, pero se lo tragó nuevamente después de sentir que era inapropiado decirlo.

Aitor sabía lo que intentaba decir, así que tomó la iniciativa de hablar:

—¿Estás enojada? ¿Por eso no me has dirigido la palabra en todo el camino?