¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 141

-¡Lo siento, lo siento! -pidió perdón el sirviente en seguida.

Estaba un poco asustado. Se puso en cuclillas apresuradamente para coger los libros.

Rosaría también se puso en cuclillas y dijo con una sonrisa -Te ayudo -

-No hace falta, señorita. Estás invitada. Lo haré yo mismo -contestó el sirviente.

Estaba un poco nerviosa.

Javier y la Señora Verónica se sentían bastante avergonzados por lo que pasó.

La Señora Verónica dijo -Perdona, Señorita Rosaría. Es mayordomo de nuestra casa. Ya es un poco mayor. Estaba arreglando el estudio. No te ha visto, por eso tropezó contigo. Déjale cogerlos solo -

-No, yo también tengo la culpa -dijo Rosaría.

Rosaría sonrió y soltó la mano de la Señora Verónica. Empezó a ayudar al mayordomo a recoger los libros. Sin embargo, escondió una foto vieja mientras nadie le prestaba atención. Luego, se puso de pie como si no hubiera pasado nada.

La Señora Verónica tuvo una buena impresión de Rosaría cuando vio que era una persona tan amable.

Las personas de las familias militares odiaban a las mujeres arrogantes y dominantes que eran malcriadas y mimadas. Al principio, la Señora Verónica pensó que Rosaría sería como Estela. No pensaba que era tan amable. Caía bien a Rosaría.

-Ven. Toma un poco té -dijo la Señora Verónica.

Estaba muy contenta y llevó a Rosaría al salón.

Javier vio que a la Señora Verónica le gustaba tanto Rosaría. Se puso muy contento. Aunque no sabía por qué, estaba muy feliz sin explicación.

-Les he pedido que prepararan algo para comer. ¿Has cenado ya, Rosaría? -preguntó Javier.

-Muchas gracias, pero no hace falta. Vengo por Jaime. Dicen que está aquí. Hay algunas cosas que tengo que confirmar con él -dijo Rosaría.

Rosaría les explicó la causa de la visita.

Javier y la Señora Verónica eran tan amables que Rosaría se sentía un poco incómoda.

Al escuchar la causa, la Señora Verónica se quedó sin hablar por un momento y dijo -¿Quieres preguntar sobre el asunto que te incriminé? -

-No, ya ha pasado. No quiero inquirir más. Dicen que lo hiciste porque querías encontrar a los nietos de la familia Suárez. Aunque no estoy de acuerdo con lo que has hecho, te puedo entender. Además, Señor Javier y Mateo ya han solucionado todo bien, tampoco quiero mencionar más. Busco a Jaime por otra cosa. ¿Podría dejarme verlo? -dijo Rosaría.

A la Señora Verónica le gustaba más Rosaría cuando vio que era tan educada.

-Vale. Javier te llevará a buscarlo -dijo la Señora Verónica.

-Muchas gracias. Señora Verónica -dijo Rosaría.

Después de dar las gracias a la Señora Verónica, Rosaría se fue con Javier.

El patio de la familia Suárez era diferente del patio de la familia Nieto. No había montículo artificial de rocas, ni flores ni plantas. En cambio, era un patio pequeño y exquisito, como una sala antigua de estudio.

Rosaría no pudo evitar mirarlo más tiempo. Sintió que el patio era elegante y tranquilo. Le gustaba mucho la inscripción en la placa en el patio. Parecía que fue escrita por un famoso. Las letras eran muy bonitas.

Al ver que Rosaría estaba interesada en el patio, Javier dijo sonriendo -Las letras fueron escritas por mi hermano mayor. Antes aquí era su estudio de pintura -

-¿Su estudio de pintura? ¿No es militar? -preguntó Rosaría.

Rosaría había oído de la familia Suárez. Todos de esta familia eran héroes. Lo sabía todo el mundo de la Ciudad H. El hijo mayor de esta familia Julio era el más famoso. No pensaba que un militar tan famoso supiera pintar.

Javier sonrió y dijo -Mi hermano mayor había estudiado el arte antes de unirse al ejército. Estaba muy interesado en la pintura cuando nació. Sin embargo, en nuestra familia, cuando los hombres están mayores, deben ir al ejército para entrenarse. Por eso mi hermano mayor se unió al ejército. Pero no hemos pensado que tuviera tanto éxito en su carrera de militar y muriera por el país. Cuando mi madre le echa de menos, manda a la gente que limpiara el estudio de mi hermano. El estudio no ha cambiado en tantos años -

Rosaría también era pintora, pero aprendió a pintar sólo por el diseño. Ahora supo que Julio sabía pintar, no pudo evitar querer saber más.

Javier entendió lo que estaba pensado Rosaría. Dijo -Jaime siempre está allí. Si quieres, te llevo a ver el estudio de mi hermano mayor -

-¿Puedo? No es bueno que yo lo vea. ¿No? -preguntó Rosaría.

Se sentía un poco sorprendida.

-No hay problema. Dicen que eres diseñadora. Debes haber estudiado bastante sobre la pintura. Yo no entiendo nada las pinturas de mi hermano. Puedes entenderlas, mi hermano estará muy contento -

Al escuchar las palabras de Javier, Rosaría tenía más ganas de verlas.

-Vamos -dijo Rosaría.

Javier llevó a Rosaría al patio.

A Rosaría le sorprendió mucho el estilo del patio.

Había un bosque de bambú plantado aquí.

La casa en este patio pequeño fue construida con un estilo antiguo. Eran diferentes que las casas de afuera.

Rosaría sintió que este era su patio ideal y su vida ideal. No pensaba que lo vio en la familia Suárez.

Javier vio que a Rosaría le gustaba mucho este sitio. Y dijo con una sonrisa -Si te gusta este lugar, puedes venir aquí a menudo. Mi madre no entiende las cosas de mi hermano. Si puedes entenderlas y te gustan, eres bienvenida a venir aquí siempre -

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