¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 143

-¡Ten cuidado! -

Estaba muy preocupado. Desafortunadamente, era un lisiado.

Nunca se había dado cuenta de que algo malo le sucedía por su discapacidad, pero en este momento, sintió una profunda sensación de derrota.

La chica, que le gustaba, estaba justo en frente de él. Viendo a ella encontrarse en peligro, no podía hacer nada. Ni siquiera tenía la fuerza para ponerse de pie y protegerla.

Javier solo golpeó ferozmente sus piernas y observó impotente cómo Mariano pateó a Jaime antes de pararse rápidamente frente a Rosaría para protegerla.

Rosaría tenía mucho miedo.

Aunque en ese momento, supe claramente la intención asesina en de Jaime, no podía retirarse.

No solo a sus hijos y a Mateo, también había muchas personas a las que quería proteger.

Pensaba, "Algunas personas dicen que cuando estás sola, puedes ser cobarde y tímida, pero después de convertirte en una esposa, una madre y una hija, pierdes este derecho, porque una vez que te das la vuelta y caes, la persona que estará herida solo será la más cercana a ti."

En el pasado, ella no pudo entender esta frase muy bien, pero entonces, sentía profundamente que estos parientes le darían un coraje ilimitado, lo suficiente como para hacerle frente a cualquier dificultad y dolor.

Empujó suavemente a Mariano. Mirando a Jaime quien fue golpeado al suelo, dijo fríamente -¿Crees que todo lo que pasó antes puede ser ignorando después de matarme? Jaime, ¿para quién estás trabajando? Piénsalo cuidadosamente, ¿qué le pasará a tu amada si mantienes su secreto por tu llamada ética? -

Él dijo con mirada torva -¡Si te atreves a lastimar a Alana, voy a matarte! -

-Hace cinco años, ¿también pensaste que estarías en esta situación? -

Rosaría no tuvo más remedio que odiarlo.

En los últimos cinco años, entre Mateo, ella y sus hijos había ocurrido mucha cosa desafortunada. Y todo esto fue debido a esta persona frente a ella, y Estela.

Entonces claramente sabía que todo lo que había pasado era por ellos, e incluso estaba frente a ella, pero no había evidencia.

Sin pruebas, era imposible llevarlos ante la justicia. ¿Qué había de la gente que salió herida?

¿No existía justicia en absoluto?

Rosaría casi se aferraba a nada, pero insistía en esta cosa.

Jaime la miró ferozmente. Parecía estar indeciso, pensando en algo, pero cerró la boca con fuerza y no dijo nada.

Rosaría solo simplemente se sentó allí con calma, ni ansiosa ni irritable.

Mirando a Rosaría, en algún aspecto Javier admiró su coraje. Había notado que ella todavía tenía mucho que inquirir. Javier susurró -Señorita Rosaría, me siento un poco incómodo. Vuelvo primero. Después de que preguntes, puedes hacer que mis hombres lo traigan de vuelta -

-Gracias, Señor Javier -

Rosaría asintió con la cabeza a Javier, pero los ojos no se posaron en él.

Sabía que Rosaría sentía algo por Mateo y que él no tenía ninguna esperanza en absoluto, pero todavía no podía renunciar a amarla.

Javier sonrió amargamente y se fue sentando en la silla de ruedas.

En cuanto a su partida, Rosaría no dijo nada. Solo esperaba en silencio como si estuviera segura de que Jaime hablaría.

A medida que pasaba el tiempo, el aire circundante se estancó.

Cuando Mariano vio a Rosaría golpeando la mesa, le pidió a alguien que le agregara una taza de té nuevo a ella, como si quisiera esperar a Jaime hasta la muerte.

La primera persona en fallar fue Jaime.

Tenía que admirar a la mujer frente a él.

-¿Quién eres tú? -

En realidad, ya lo había adivinado, pero no se atrevió a creerlo.

¿Qué tan feroz fue el fuego en ese entonces, y cómo podría una mujer débil como Rosaría escapar?

Sin embargo, ¡los ojos de esta mujer eran iguales que los de la persona!

Jaime estaba tan inquieto.

Rosaría dijo en tono de burla -¿Quién soy? Soy un diablo del infierno. Renací del fuego hace cinco años. ¿Es tan difícil creerlo? -

-¿Cómo es eso posible? ¿Cómo puedes seguir viva? -

Se asustó repentinamente.

Pensaba, "¡No!

¡Esto era imposible!"

Rosaría lo miró y dijo fríamente -Echa un buen vistazo a mi cara, y por ti, no hay ninguna parte que me pertenezca aparte de los ojos. En mi nariz, mi cara, e incluso mi boca hicieron un trasplante cutáneo con pieles extraídas de otros. ¿Conoces el dolor de ser quemado por el fuego? ¿Sabes lo que se siente al oler los asados de tu propia piel? Jaime, soy un fantasma del infierno. No desafíes mi paciencia y amabilidad. El vieja Rosaría ha muerto. Después de experimentarlos, solo os los quiero devolver en más del doble. Será mejor que me digas lo que quiero saber. De lo contrario, dejaré que Alana practique todo lo que he experimentado. Como una espectadora, creo que estaría feliz de volver a repetir verlo -

-¡No! ¡No puedes hacerlo! ¡Alana es de la familia Suárez! ¡Ella es su descendiente! ¡No pueda lastimarla! -

Jaime gritó de repente y estaba un poco loco.

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