¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 202

Al ver la cara tímida de Rosaría, Mateo no pudo aguantar más.

Él bajó la cabeza y mordió el lóbulo de la oreja de Rosaría ferozmente.

-¡Ay! ¡Me duele! -

En realidad, no solo le dolía, también había una sensación de entumecimiento que Rosaría no pudo negarse, pero ella sabía que hacer amor aquí era demasiado atrevido.

Si alguien pasara por aquí, ella moriría de vergüenza.

Rosaría empujó a Mateo con sus manos pequeñas y dijo -¿Por qué eres tan malo? Sólo he venido aquí para verte -

-Pensaba que has venido aquí para seducirme -

La voz de Mateo era ronca, y él no paraba sus movimientos, dejando a Rosaría en una situación desesperada.

Detrás de ella era la plataforma, y frente a ella estaba Mateo. Ahora la miraba como un lobo, haciendo que ella se pusiera muy excitada, y al mismo tiempo, también estaba un poco tímida y avergonzada.

-No digas tonterías, solo vengo... uy -

Antes de que Rosaría pudiera terminar sus palabras, Mateo la besó de nuevo en sus labios.

Esta vez, ella no hizo ninguna resistencia y permitió que Mateo la llevara a disfrutarse del amor sexual.

Cuando llegaron el orgasmo, Rosaría soltó un grito, se mente se quedó en blanco y ella cayó directamente en el abrazo de Mateo.

Su ropa estaba desordenada, pero la de Mateo no cambió mucho.

Rosaría yacía en sus brazos y dijo coquetamente, -Todo es culpa tuya, maldito -

-Sí.-

Después de cumplir su deseo físico, Mateo estaba muy amable. Sostuvo el principio de que todo lo que su esposa dijo era correcto y la ayudó a peinar su cabello.

El cuerpo de Rosaría estaba cubierto de sudor y ella ya estaba exhausta. Mateo la recogió, arregló su ropa y salió con ella.

Rosaría se puso un poco nerviosa instantáneamente.

-No salgas. Si salgo así, la gente me verá -

Entonces ella estaría súper avergonzada.

Sin embargo, Mateo sonrió y dijo -No pasa nada. Les indicaré a cerrar los ojos -

-¡Mateo! -

Rosaría le dio un golpe con su puño coquetamente.

¿Que todos cerraran los ojos? Así todos sabrían lo que hicieron en la cocina, ¿no?

El pecho de Mateo subía y bajaba bruscamente, obviamente estaba riéndose en secreto. Rosaría estaba tan enojada que se acercó y le dio un mordisco en el cuello.

Quería vengarse de él, por eso usó mucha fuerza. Pero a Mateo no le importaba. Para él, lo que Rosaría le hizo era como un mordisco de un gatito. Sin embargo, el lugar que ella mordió estaba húmedo y con picazón.

-Si no me sueltas, te castigaré al volver a la habitación. Justamente no me he disfrutado lo suficiente hace tiempo -

Mateo le amenazó en voz baja.

Rosaría le soltó de inmediato y lo miró con enojo. Quería decir algo más, pero Mariano de repente aparecía.

-Señor Mateo -

Rosaría estaba tan asustada que metió su cabeza rápidamente en el abrazo de Mateo, temiendo que Mariano descubriera algo. Ella no sabía que cuanto más lo hacía, más avergonzado se volvía Mariano.

Mateo tenía una expresión muy contenta, ¿quién no se habría dado cuenta de lo que acababa de pasar entre ellos? Además, Rosaría también estaba intentando esconderse, Mariano carraspeó avergonzadamente.

Rosaría sentía que su rostro se había puesto rojo como un tomate, y deseaba poder encontrar un agujero para esconderse.

¡Todo fue la culpa de Mateo!

Ella dio un pellizco en el cuerpo de Mateo, pero su pecho era tan fuerte que no había ninguna carne viciosa, por lo que ella no podía hacer nada. Rosaría estaba tan enojada que se escondió en su abrazo.

Mateo se sentía más contento.

-¿Qué pasó? -

-Me llegaron unas noticias de la Ciudad H -

Mariano no evitó a Rosaría y dijo en voz baja.

Mateo asintió y llevó a Rosaría a la habitación.

-¿Tienes hambre? ¿O te hago algo de comer primero? Mejor descansa un rato después de comer. Tengo algo que hacer luego -

Mateo la puso en la cama.

En este momento, la piel de Rosaría todavía estaba de color rosado, y ella estaba extremadamente encantadora.

Mateo deseaba hacer amor con ella de nuevo y no hacer caso a las otras cosas.

Al ver sus ojos llenos de deseo, Rosaría tiró de la manta rápidamente, se cubrió su cuerpo y dijo -Date prisa y vete. De lo contrario, Mariano va a pensar que estamos haciendo algo de nuevo -

-¿Qué vamos a hacer? -

Esta vez Mateo quería hacer bromas con ella.

La cara de Rosaría se puso roja de nuevo.

-Pervertido -

-Hacer tal cosa a mi esposa no es nada malo, ¿verdad? Además, tú fuiste la persona que me provocó primero -

-¡Lárgate! -

Rosaría se arrepintió.

Si lo hubiera sabido, no lo habría provocado.

¿Quién habría pensado que una persona tan seria estaría tan aterradora una vez que se volviera entusiasta?

Ella todavía sentía dolor abajo.

Mateo acarició su cabeza y dijo -Indicaré a alguien que te traiga algo de comer primero. Así que, si tienes hambre, podrás comerlo. Cocinaré para ti cuando vuelva -

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