¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 273

Abril también lo notó y entró en la tienda de campaña inmediatamente.

Rosaría le dio un vistazo. Las dos no se hablaron.

Sin embargo, la expresión de Rosaría se volvió seria.

Mientras el sonido se acercaba cada vez más, Mateo regresó corriendo. Al ver el dron, quiso derribarlo con una piedra. Pero antes de que pudiera hacer un movimiento, paró frente a él el dron, con un pedazo de papel pegado encima.

"Mateo, espera a que os salve."

Mateo sonrió ligeramente viendo la escritura aparentemente hecha por un niño.

¡Era de Eduardo!

Mateo dio un golpecito con los dedos hacia el dron, y el dron voló y se desvaneció en la distancia.

Abril se sorprendió un poco al ver esta escena, mientras que Rosaría ya cayó en cuenta de qué estaba pasando.

Abrió la tienda y salió.

-¿Es de Eduardo? -

-Sí, parece que ya no vamos a estar aquí por mucho tiempo -

Se podía ver que Mateo estaba de buen humor.

-¿Quién es Eduardo? -

Abril apareció de pronto y preguntó. Para ella, le haría feliz quedarse con Mateo y hablar con él incluso un minuto más.

El comportamiento de Abril le disgustó a Rosaría.

Después de una charla con tanta claridad, Abril todavía no sabía evitar contacto con Mateo, sino que seguía mariposeando a su alrededor. Rosaría casi ya no podía soportarlo.

Viendo a Rosaría así, Mateo le echó el brazo sobre la cintura y dijo -Eduardo dice que lo esperemos. Creo que no tardará mucho -

Mientras hablaba, llevó a Rosaría a un lado, totalmente ignorando a Abril.

Abril frunció un poco el ceño, y se podía percibir un rastro de emoción fugaz por sus ojos.

Dio un paso adelante sin perder nada de ánimo y dijo -Puedo preparar el pez yo -

Mateo no fingió con cortés y se lo arrojó directamente el pez a ella.

Abril no logró recogerlo, y el pez cayó al suelo y se movió mucho. Abril miró a Mateo esperando algo, pero Mateo solo abrazó a Rosaría y entró en la tienda sin hacerle ningún caso a ella.

En la tienda, viendo lo torpe que se ponía Abril para agarrar el pez, Rosaría se sintió algo culpable, pero no dijo nada.

-¿Te sientes incómoda? ¿Crees que he ido demasiado lejos? -

Claro que Mateo sabía muy bien lo que Rosaría estaba pensando, por lo que habló directamente.

Rosaría sacudió la cabeza y dijo -He hablado con ella. Todo lo que hace depende de sí misma -

-Cuando Eduardo venga a recogernos, la dejamos aquí, ¿qué te parece? -

La verdad era que Mateo tenía sangre mucho más fría que Rosaría.

Rosaría estaba un poco aturdida y susurró -¿En serio? No hay nada para comer o beber aquí. Si le sucede algo, puede morir. Es sólo que no quiero que te moleste más, pero no deseo que muera ella -

-Lo que quieras -

Por supuesto que Mateo conocía cómo era Rosaría. Ya que ella no estaba de acuerdo, Mateo no lo haría.

Llevó a Rosaría a un lado, sacó una bolsita de galleta comprimida, la abrió y se la entregó a Rosaría, diciendo -Cómela para recobrarte energía ahorita -

-Pero has dejado que Abril prepare el pescado, ¿no? -

Rosaría dijo con dudas.

Mateo se burló y dijo -Es ella la que quiere comer. Ya le he conseguido el pez, ¿acaso aún tengo que cocinarlo para ella? No es nadie para mí de todos modos. Además, no hay condimentos para el pez. Así que mejor comemos galletas comprimidas, ¿no? -

Solo entonces Rosaría entendió por qué Mateo no dudó nada en arrojar el pez a Abril. Resultó que desde el principio no tenía intención de comerlo en absoluto.

-La vas a entristecer -

-Si no está triste ella, entonces vas a ponerte triste tú. Vaya, eso no puede ser. Date prisa y come -

Las palabras de Mateo hicieron que Rosaría se sintiera mucho mejor.

De repente se le ocurrió algo.

-Por cierto, también tengo galletas comprimidas en mi bolsillo. Las encontré en la cueva donde estaba Anabel -

Hablando de la cueva, Mateo frunció el ceño ligeramente.

-Creo que debería haber algo más allí. De lo contrario, Anabel no estaría escondida allá -

-¿Qué quieres decir? -

Haber encontrado a las mujeres ya era una buena cosecha para Rosaría, ¿aún podría haber algo más allá?

Mateo la miró y dijo -¿Recuerdas el cargamento que mencionaste en el barco? Definitivamente no son mujeres. Si fueran mujeres, es imposible que los marineros y el capitán del barco no lo sepan. No es fácil transportar vivos aquí. No se sabe dónde consiguió Anabel a tantas mujeres, pero las mercancías también están en el barco -

Al escuchar las palabras de Mateo, Rosaría también puso el ceño fruncido.

-Entonces no podemos escondernos aquí. Ya que Eduardo y Mario ya vienen por nosotros, ¿podemos salir ahora? -

-Espera un momento. Nos quedamos aquí hasta que se produzca caos en el exterior. Una vez que salgamos, ya no nos puede seguir más Abril. Lo que pasa después es confidencial. Además, ella es bastante fastidiosa -

Por supuesto que Rosaría estaba de acuerdo con lo que dijo Mateo.

Si ella no hubiera notado que Abril estaba interesada en Mateo, tal vez la ayudaría a salir de aquí, pero ahora ya no quería preocuparse demasiado por ella.

Los dos comieron unas galletas comprimidas con agua. Ya mataron un poco de hambre y les había devuelto la fuerza.

En este momento, se oyó el sonido de las bengalas de señal de afuera. Mateo abrió la tienda y vio humo saliendo de la esquina sureste.

-Ellos ya vienen -

Cuando Mateo y Rosaría salieron, Abril todavía estaba limpiando el pez. Al verlos salir, ella dijo apresuradamente -Lo tendré listo pronto -

Rosaría la miró. En este corto tiempo, Abril había hecho un buen trabajo sobre el pez.

Finalmente admitió que lo que Mateo había dicho era correcto, que la habilidad de Abril para sobrevivir en la naturaleza era definitivamente mejor que la suya.

"Siendo así, ¿por qué ella tiene que seguirme?" Pensaba Rosaría.

No lo entendía. Pero ya que habían decidido separarse de ella, no quería molestarse más por eso.

-Abril, sigue lo que haces. Vamos a irnos ya. Lo que vamos a hacer se tiene que mantener en secreto, así que no nos sigas más. Ya no hay peligro. Después de que comas el pescado, sal de aquí tú misma. De ahora en adelante, no vamos juntos, tampoco nos conoceremos -

Abril quedó atónita por las palabras de Rosaría.

Probablemente no esperaba que la persona que iba a abandonarla esta vez fuera Rosaría.

Mateo no había mirado a Abril durante todo el proceso, tampoco tenía nada de objetar a las palabras de Rosaría.

Abril se mordió el labio inferior, pareciendo lamentable. Por un momento, Rosaría casi se sintió compasiva con ella.

Pensó en Laura de nuevo.

Cuando Laura fue agraviada, también se ponía así, mordiéndose el labio inferior, haciendo que los otros sintieran lástima por ella.

Sin embargo, ella no era Laura.

Laura no conspiraría contra ella, pero Abril que estaba frente a ella sí.

Rosaría se obligó a actuar despiadada, sacó las galletas comprimidas y se las entregó a Abril.

-Guárdalas para después. Aunque no sabe muy rico, es mejor que nada. Todavía hay agua y ropa en la tienda. Toma lo que necesites -

Con lo que dijo Rosaría, Abril no la obligó. Mirando las galletas comprimidas en la mano de Rosaría, ella dudaba si las tomaba o no.

Después de pensar durante varios segundos, las tomó y dijo en voz baja -Gracias, Rosaría -

Este agradecimiento era sincero, pero Rosaría no podía ablandarse una vez más.

Nunca había conocido bien a esta china, además, tenía intenciones hacia Mateo, por eso absolutamente no podía dejarla a su lado.

Aunque sentía pena hacerlo con Abril, Rosaría cogió a Mateo de la mano, parecía que esto le podía dar más coraje.

Mateo también sabía, aunque Rosaría hablaba así, ella tenía un corazón blando, así que miró a Abril y le entregó el dinero a Rosaría.

Rosaría echó un vistazo al dinero, lo tomó y se lo entregó a Abril.

-Eso es todo lo que podemos hacer. No llevamos mucho dinero, pero es suficiente para mantenerte un tiempo. Busca un buen trabajo y un buen lugar para ti y comienza tu nueva vida -

Abril miró el dinero, las galletas comprimidas en su mano, luego miró a Mateo, pero Mateo seguía actuando frío con ella sin mirarla.

De principio a fin, a Mateo nunca le importaría ella.

Mordiéndose el labio inferior, Abril tomó el dinero y le susurró a Rosaría -Lo siento, Rosaría. Recordaré tu favor y te lo devolveré definitivamente -

-No es necesario. Sólo lleva bien tu propia vida -

Con sentimientos encontrados por Abril, Rosaría no sabía qué decir sobre ella.

Era una chica inteligente. Tal vez no le iba a quitar a Mateo de ella, pero como la chica ya tenía este pensamiento, Rosaría se sentía incómoda por eso.

Ya que estaba incómoda, entonces no quería quedarse enredada en eso más. Después de todo, Mateo era la persona más importante para ella.

Después de todo esto, Rosaría no la recordaría, así que le susurró a Mateo -Vamos -

-Vamos -

Mateo asintió, se quitó el abrigo y se lo puso encima a Rosaría, diciendo -Abrígate bien. No te resfríes -

-¿No tienes frío? -

-Soy un hombre, así que no -

Las voces de Mateo y Rosaría se fueron alejando cada vez más. Los dos juntaron los dedos y desaparecieron en la vista de Abril.

Abril se mordía el labio inferior, mirando sus espaldas, con los ojos húmedos con lágrimas. No se sabía lo que ella estaba pensando.

Miró en dirección a Rosaría y juró convertirse en una mujer como ella, que no tendría que tener mucho éxito, siempre y cuando hubiera un hombre que pudiera tratarla con cariño.

Rosaría podía sentir la mirada de Abril detrás de ella, pero se resistió a no volver la cabeza hacia atrás.

Mateo suspiró y dijo -Con un corazón tan suave, ¿cómo puedes gestionar bien el Imperio de la Noche? -

-Nadie obliga que el dirigente del Imperio de la Noche tenga que ser despiadado -

Rosaría no estaba de acuerdo con las palabras de Mateo, y replicó. Luego salió del valle con Mateo.

Ella no sabía que este lugar conducía directamente al mundo exterior.

Si no fuera por la guía de Mateo, ella no sabría cuánto tiempo más se habría quedado aquí.

Después de que los dos salieron, se sorprendieron por la escena frente a ellos.

Volaban en el cielo varios drones, atados con bombas de humo, y andaban dispersando humo, lo que hacía difícil ver claramente.

Mateo se apresuró a cubrir la boca de Rosaría, temiendo que se ahogara. Justo en este momento, un dron voló hacia ellos y la bomba de humo en ello parecía también poder provocar lagrimeo.

-¡Ten cuidado! -

Mientras Mateo hablaba, pateó el dron. En el instante, explotaron la bomba de humo y gas lacrimógeno, envolviendo en seguida a Rosaría y Mateo.

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