-No puedo creer que eres tan maligna -
La señora Verónica dijo enojada a Marta.
Marta se burló -Ya, ¿por qué te sorprende tanto? No estás acostumbrada a tal actitud, ¿verdad? Pero solo quiero enseñarte quién soy en realidad. No sabes cuánto me fastidia fingir una dama en nuestras relaciones. Sí, soy yo quien añade drogas en tus comidas. Por fin sabes la realidad que quieres probar -
La señora Verónica casi no se atrevía a creer lo que había dicho Marta.
-¿Por qué? ¿Por qué me has tratado así? ¿Acaso no te trato bien? Siempre pienso mucho en ti. Prefiero hacer daño a mi propia nieta más cercana para ti, incluso le he echado de la casa a ella. ¿Por qué haces tal cosa? ¿Acaso no sabes que si me convierto en una drogadicta, eso será un escándalo monstruoso para la gloriosa familia Suárez? ¿Cómo puedes manchar la fama de nuestra familia? -
La señora Verónica se sintió demasiado triste. Sin embargo, no le importaban nada a Marta tanto Verónica como la fama de la familia Suárez.
Se echó a reír.
Y le dijo -Porque eres una tonta. En vez de tu propia nieta, prefieres confiar en mí. Mi madre te has dicho que fue Rosaría que te llevó el antídoto cuando estabas sufriendo la apoplejía. Pero no lo creíste -
-Por eso, ¿no es una mentira de que Rosaría me llevó el antídoto? -preguntó Verónica.
-No, no es una mentira. Además, Rosaría no sabía que ella ya estaba embarazada en ese momento. Durante el proceso de adquisición del antídoto, abortó improvisadamente por patadas de Anabel. No lo sabes, ¿verdad? Debido al extremo odio a Rosaría, Anabel le dio puntapiés con fuerza. Antes de que Mateo la encontrara y la llevara al hospital urgentemente, se había caído desmayada por completo en un charco de su sangre. Los médicos la salvaron difícilmente. Para evitar que te sintieras culpable por ella, nadie te dijo la verdad. Rosaría tardó un mes en recuperarse de este aborto. Y le dijeron que no sería fácil para ella quedar embarazada de nuevo -contestó Marta.
Al escuchar esto, la señora Verónica se quedó atónita.
-¿En serio? ¿Es verdad lo que dice? -
Verónica agarró el brazo de Javier al instante y le preguntó ansiosamente. Sus ojos estaban claramente llenos de arrepentimiento.
Javier no quería que a Verónica le afectara mucho este asunto pasado, pero no podía negar que esto era la realidad.
-Sí. No nos atrevimos a contarte que Rosaría estaba a punto de morir en aquel momento, con el miedo de que no fueras capaz de soportarlo. Sin embargo, no habíamos pensado que solo creías que fue Marta quien te llevó el antídoto. Tanto Ada como Rosaría te han dicho que no es la verdad. Incluso Mateo te has dicho que fue Rosaría quien te había llevado el antídoto. Desafortunadamente, no los creíste en absoluto -
La señora Verónica se quedó pasmada.
¡Imposible!
Verónica pensaba, "¡Qué increíble es esta realidad!"
Miró ferozmente a Marta. La sonrisa orgullosa de Marta le dio rabia a Verónica, quien le respondió con una bofetadas directamente.
Y esta bofetada ruidosa sorprendió a todos.
Fue la primera vez que la señora Verónica abofeteó a Marta.
Sabían que Marta era el tesoro de la señora Verónica y le atendía todas sus peticiones sin reprobación. Pero, esta vez le dio una bofetada personalmente.
Debido a la gran fuerza, Marta se obligó a girar la cabeza hacia un lado. Mordió su propio labio equivocadamente y le hizo sangre. Y eso indicó la gran fuerza de la bofetada de Verónica.
-¿Cómo puedes ser tan cruel? ¡Es tu hermanastra! -gritó la señora Verónica.
-¿Mi hermanastra? ¿Soy cruel? Nunca has usado tales palabras para referirme. Elogiaste mi bondad y delicadeza. Creías que yo era la víctima. ¡Qué inocente y tonta eres! Puedo engañarte con pocas palabras. Siempre te imaginas que me has tratado muy bien. En realidad, cuando vivía en los Estados Unidos con mis familiares, ¡me trataban mejor! También nadie se atrevía a rechazar mi petición. Sin embargo, aquí tengo que tolerarte y agradarte con gran humildad. No eres tan atractiva que prefiero acomodarme contigo. Si no eres la abuela de Rosaría, incluso no quiero echarte un vistazo -
En este momento, Marta empezó a expresar todas sus ideas reales.
Comoquiera que se descubrió todo, no fue necesario fingir una dama.
-Simplemente no entiendo por qué tratáis tan bien a Rosaría, aunque llamamos madre a la misma mujer. También quiero recibir más amor y atención de los demás, especialmente de mi madre. Le he agradado con mucho esfuerzo más de veinte años con el único motivo de recibir más atención. Pero no funciona nada. Solo piensa en Rosaría y me ignora frecuentemente. Por lo tanto, drogué a Rosaría y la llevé al señor Carlos que estaba codicioso de su hermosa. Sin embargo, mi madre quería que mi padre me golpeara hasta la muerte por esta pequeña cosa, y quería romper el vehículo conmigo. Nadie sabe cuánto me ansia el amor de mis padres. Todos quieren a Rosaría. ¿Por qué me tratan así? Si no puedo obtener este amor, tampoco Rosaría lo recibirá. Como eres una de las personas que le importan mucho y ella prefiere abandonar su propia vida para llevarte el antídoto, se me ocurre la idea de dejarle saber el sentimiento de ser abandonada, ignorada y odiada -
Verónica estaba tan enfadada por la locura y las palabras de Marta que no podía decir nada.
Nunca había pensado que la joven que le trataba con cariño era demasiado maligna, y cuánta injusticia le había condenado a su nieta inocente.
Se le ocurrieron las miradas de Rosaría a primera vista. Eran suaves y llenas de cariño.
Sin embargo, la última vez que Rosaría vino a la casa de la familia Suárez fue para buscar a Laura. En ese momento, la miró como si estuviera mirando a un enemigo.
Solía considerar a Rosaría la culpable, y todas sus explicaciones eran mentiras para obtener su simpatía. Y hasta ahora, supo cuánto su nieta había pagado para ella.
La señora Verónica estaba arrepentida y se sentía extremadamente dolorida.
-Así que lo tramaste todo, y también te metiste en la publicación de fotos desnudas de Rosaría, ¿de verdad? -
Aunque era anciana, la señora Verónica todavía era lista. Cuando Marta les confesó que fue ella quien había añadido drogas en sus comidas, adivinó sus otros secretos rápidamente.
Al escuchar estas palabras, Marta se detuvo un poco.
Pensaba, "¿Estoy arrepentida ahora?"
No lo sabía, pero cuando la señora Verónica dijo que quería repararle el amor perdido, se sentía un poco dolorida e incómoda.
Sin embargo, tal sentimiento fue fugaz.
Pensaba así, "Yo no necesito la simpatía de nadie. "
"Es innecesaria para mí."
Marta fingió estar fuerte, volvió a mirar a Verónica y dijo -Controlarte significa dominar toda la familia Suárez, incluso puedo amenazar a Rosaría con tu muerta. Parece que es indiferente y fría, pero, en realidad es muy simpática. Quiero que ella cambie tu vida. He enviado a una persona para darle el mensaje de llegar aquí a las dos de la tarde. Creo que esta tonta está vacilando en venir aquí a tiempo. Obviamente, tengo la mala suerte. En vez de amenazar a ella con éxito, descubrís mi intriga primero. Vale, ya os digo todo y no me importa el castigo. Pero es imposible que os pida perdón. ¡De ninguna manera! -
La señora Verónica se quedó atónita al escuchar las palabras de Marta.
En su mente empezó entonces a repetir alguna frase de ella.
Marta dijo -Parece que es indiferente y fría, pero, en realidad es muy simpática -
La señora Verónica pensaba, "¡La pobre niña!"
"¿De verdad va a venir aunque le he dañado mucho?"
Javier no pensaba en esto, prestó atención a otro detalle. Miró a Marta fríamente y le preguntó -¿Has amenazado a Rosaría con la muerte de mi madre o con otra excusa? Dime si te has metido en el secuestro de Laura. ¿Has pedido a su llegada utilizando esta excusa? -
Tan pronto como Javier dijo esto, a la señora Verónica se le ocurrió este asunto.
Sí.
El motivo de la última venida de Rosaría a la casa de los Suárez era para la búsqueda de Laura.
La señora Verónica pensaba, "¿Acaso es verdad que Marta tramó el secuestro de Laura?"
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