Como era de esperar, una voz de máquina le dijo que la otra parte no estaba. Rosaría la escuchó varias veces, hasta que sintió algo extraño.
Mateo había estado en un viaje de negocios en el pasado, pero nunca ella había sido tan sensible en aquellos tiempos. ¿Qué estaba pasando ahora?
Rosaría dejó el teléfono y encendió su móvil. Estaba llamándolo con el teléfono fijo, ahora, al ver la pantalla, se molestó aún más por lo de la familia Suárez.
Así que lo colocó muy lejos y tiró de la manta sobre su cabeza para seguir durmiendo.
Viéndola aislada en la habitación, Nuria estaba un poco preocupada y quería entrar a verla, pero se lo detuvo Manuel.
-Ya es mayor de edad, sabe resolver lo suyo, no te metas en sus problemas -
-Solo quiero saber si Mateo va a cenar aquí, y puedo preparar sus platos favoritos -
Nuria encontró una buena excusa para sí misma.
Mirando la puerta cerrada de la habitación de su hija, Manuel contestó
-Déjala descansar. Recientemente no ha tenido mucho tiempo libre. Después de todo, podrás preparar los platos cuando llegue Mateo, tenemos todos los alimentos e ingredientes preparados. No sé qué fue lo que le pasó a Rosaría, pero era muy filial. Ella misma ha tomado todas sus responsabilidades, incluso nos ocultó de lo de la familia Suárez. Si no se lo hubiera preguntado a los demás, nunca habría sabido lo que había sufrido mi hija -
-¡Vaya familia más descarada! Al principio, intentaban separarnos de Rosaría, pero ahora, mira lo que están haciendo a ella. ¿Es que Verónica se está volviendo más y más vieja? Pero yo nunca haré eso a mi Rosaría aun cuando me vuelva loca y confundida por la edad -
Al hablar de eso, Nuria se sentía muy triste por su hija.
-Muy bien, no pienses tonterías. Ve a hacerle algo delicioso para que tenga algo de comer cuando se despierte. Está muy delgada -
Las palabras de su marido hicieron suspirar a Nuria, quien luego se dio la vuelta y entró a la cocina de nuevo.
Rosaría no sabía que sus padres estaban preocupados por ella. Durmió un poco, pero le dolía mucho la barriga. Se levantó y quería beber un vaso de agua caliente, pero no lo encontró en su habitación.
Así que bajó las escaleras.
Laura seguía tomando su siesta. Manuel estaba en su despacho, y Nuria, en la cocina.
Al ver una familia tan tranquila y pacífica, Rosaría no pudo evitar sonreír.
-Mamá, ¿qué estás cocinando? -
Rosaría entró en la cocina y se acercó a Nuria.
Viéndola pálida, la señora le preguntó -¿Qué te pasa? ¿Por qué estás pálida? -
-Estoy bien. Es por las reglas. Me duele la barriga -
Las palabras de Rosaría le preocupaban aún más a Nuria.
-¿Es la primera vez desde el aborto? -
-Sí -
-Vete a la cama. Te llevaré algo de agua caliente. En serio, tienes que cuidarte bien. Si te sigues sintiendo mal, dímelo, y vamos al hospital -
Nuria estaba muy preocupada.
-Está bien, mamá. No soy tan débil. Sólo tengo sed. He bajado para algo de agua -
En realidad, sí le dolía mucho la barriga, pero no quería preocupar a su madre y solo pudo consolarla.
-¿Por qué no sabes cómo cuidarte mejor? Por cierto, ¿Regresará Mateo a cenar? ¿Lo has llamado? -
Al escuchar el nombre de su marido, a Rosaría se le detuvo el corazón.
-Está en un viaje de negocios. Hay una emergencia en una empresa en el extranjero y lo necesitan. Así que ya se ha ido del país. No puede cenar con nosotros -
-¿Viaje de negocios? -
La señora Nuria frunció el ceño.
-¿Pero por qué en este momento? -
-Mamá, es una emergencia. No regresará hoy, pero estoy aquí, yo quiero cenar -
Rosaría sostuvo un brazo de su mamá y dijo, como una niña inocente.
El corazón de Nuria casi se ablandó por su hija.
-Hija mía, siempre me entiendes. Ahora vete a tu habitación y te llevaré el agua. Ahora estás muy débil, tienes que tener mucho cuidado, ¿sabes? No tomes nada fría, guarda la cama y descansa bien ¿vale? -
Nuria realmente la amaba mucho.
-Sí, mamá. Es por las reglas, no es nada grave. Mira lo que te pones, ¿acaso piensas que tengo alguna enfermedad mortal? -
Nuria se precipitó a taparle la boca para que no siguiera diciendo tonterías.
-¿De qué estás hablando? Tu padre y yo solo esperamos que te encuentres bien. Vete a descansar, cuidaremos a Laura, no te preocupes -
-Vale. ¡Volveré a mi habitación y descansaré! -
-Muy bien, estoy cansada. Quiero descansar un rato. Iré al hospital al atardecer. Quiero confesarme ante tu padre y tus hermanos. Los he decepcionado -
En este momento, la señora se veía muy vieja y pálida, parecía que había perdido toda la energía. ¡Qué pobre!
Javier mandó llevarla a su habitación, y él intentó de llamar a Rosaría otra vez, pero nadie contestó.
-Señor Javier, puede que la señora no quiera responder la llamada -
El sirviente a su lado estaba cierto.
Javier miró hacia la puerta de la habitación de su madre y dijo -Cuídala bien, me voy a la casa de la familia Nieto -
Con eso, se fue con sus hombres.
Sabía que estaba siendo muy molesto. Pero su madre era ya muy mayor de edad, no sabía si se iría viva del hospital. Era posible que fuera la última oportunidad para Verónica estar con Rosaría.
No quería verla dejar el mundo con lástima.
Llegó pronto a la casa de la familia Nieto, pero le dijeron que ella no estaba en casa.
Luego, dirigió hacia la Villa del Mar, pero le dijeron lo mismo.
Descubrió que Rosaría estaba en la casa de la familia González, así que condujo hacia allí.
Al llegar a la puerta, se encontró con Lidia y Sara, quien trabajaba en el Hospital Militar.
El corazón de Javier se detuvo de repente.
-¿Qué pasa? ¿Quién está enfermo? ¿Por qué estás aquí, señora Sara? -
Siendo esposa de Ernesto, Sara casi no trabajaba como médica familiar. Incluso trabajaba poco en el hospital, pero ahora se encontraba allí. Eso le preocupaba mucho a Javier.
Al verlo, Lidia lo detuvo y dio un paso adelante. Dijo con frialdad -Señor Javier, ¿con qué motivo ha venido? -
Javier conoció a Lidia. Sabía que era amiga de Rosaría, y le trataba muy mal por ella.
Dijo con calma -Quiero hablar con Rosaría -
-Lo siento, ella no tiene nada que ver con su familia. Hoy su marido está en un viaje de negocios. No creo que es apropiado que entres -
Esas palabras le sorprendieron a Javier.
-¿Un viaje de negocios? ¿En este momento? ¿Cómo es eso posible? -
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡No huyas, mi amor!