Al final, agregó: "Si necesito algo más, me pondré en contacto contigo, gracias por la molestia."
Osvaldo estaba algo confundido, pero al escuchar a Gloria, pensó que tenía sentido y no preguntó más.
Ángel asintió: "Está bien, cualquier duda, pueden contactarme cuando lo necesiten."
A un lado, un hombre guapo de pie guardó silencio, pero frunció ligeramente los labios sin decir nada.
Después de dejar la oficina del director, Gloria se acercó a Romeo, quien la seguía. Con un rostro amable, le dijo: "Romeo, escuchaste lo que dijo el Dr. Ángel, así que no voy a dar rodeos. Vanina ha elegido olvidar selectivamente y debido a ese accidente sus recuerdos confusos podrían estar relacionados contigo.
Sé que quizás su relación en el pasado no fue la mejor, pero espero que, considerando lo mucho que ha sufrido en este accidente, puedas ser un poco más comprensivo con ella, ¿podrías hacerlo?"
Lo que implicaba era que, aunque el accidente fue eso, un accidente, ocurrió en su coche y él debería asumir cierta responsabilidad.
Incluso si sus recuerdos eran confusos, debería seguirle la corriente y no estimular sus nervios cerebrales, agravando su condición.
El hombre bajó la mirada, su expresión fría y distante, cubierta por una sombra de indiferencia. Gloria, sintiendo la presión de esa mirada, apretó más fuerte su bolso de perlas, sintiendo una rara ansiedad. En esos segundos de silencio, en los que no sabía en qué estaba pensando, una palabra breve indicó su acuerdo: "Bien."
Gloria respiró aliviada.
El teléfono vibró en el bolsillo de Romeo, quien desvió la mirada y sacó el móvil para echar un vistazo.
Luego, se acercó un paso hacia Osvaldo y dijo con una voz clara y fría: "Sr. Osvaldo, tengo otros asuntos que atender, dejaré a alguien a cargo aquí y volveré mañana."
Osvaldo asintió: "Ve y no te preocupes, nosotros nos encargamos aquí."
Romeo asintió y se alejó con pasos largos.
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