Orgasmo con el millonario romance Capítulo 19

Narra Jackson.

Dos días después, surge la confusión cuando mi secretaria anuncia que el abuelo de Elizabeth  está esperando afuera para verme. He tenido muchos encuentros con ella en esta oficina, pero su él es la última persona que esperaba volver a ver. Por un momento, me pregunto si se ha enterado de nosotros, pero luego me encojo de hombros. Me importa un carajo lo que sepa o piense. Su nieta es mía. No me disculparé por estar con ella.

Mi secretaria lo hace pasar y durante los siguientes dos minutos, él tiene una pequeña charla, desde hablar sobre como se inauguró el restaurante  hasta agradecerme por ser tan amable con su nieta cuando vino a mí para pagar el préstamo. Se vuelve obvio que él no tiene idea de lo que hemos estado haciendo en mi cama, ese auto suyo que planeo reemplazar en el momento en que ella baje la guardia, y en todos los demás lugares donde nos hemos atacado, así que finalmente lo detengo a mitad de camino.

—Elizabeth ya me ha dado las gracias, señor White— supongo que no estoy exactamente seguro de por qué está aquí.

—Soy buen amigo del dueño de Grano de Oro— dice tentativamente. Se frota la muñeca de la misma manera que lo hace su nieta cuando está nerviosa. Sé exactamente de quién está hablando. Están unos edificios más abajo del restaurante y los compré hace un mes para las mejoras que planeaba hacer en el bloque. Me estaba diciendo que le interesan los edificios de la calle.

Mi boca se pone dura porque no me gusta a dónde va con esta conversación. 

—Ya veo—rechiné.

—Quiero vender— dice con más confianza. Cuando me recuesto en mi silla y cruzo los brazos, él parlotea—.Sé que hice un escándalo por ceder antes, pero debe darse cuenta de que mi casa y todo lo que invertí estaban en juego.

—Nunca iba a tomar su casa, señor White. Solo quería el edificio.

—Y estoy dispuesto a venderle eso—él se estremece cuando se encuentra con mi mirada fría. Sus ojos son verdes, como los de Elizabeth, pero el respeto que tenía por este hombre se ha ido—.Si todavía estás interesado...

Me aleje de mi escritorio, me acerco a la ventana y miro el puente hasta que los cables de suspensión comienzan a confundirse. 

—¿Le dijo a su nieta sobre esto? Hizo un gran esfuerzo para pagar su deuda. Me gustaría pensar que no estaría aquí si hubiera hablado con ella primero—digo.