El sol era agradable, Julieta, que estaba tumbada en el suelo, pero sus ojos se sentían un poco incómodos por el sol, como si viera a una persona que se parecía a su Valentino, al que llevaba mucho tiempo buscando. También estaba a su lado una sonriente Mónica, la cara que le daba náuseas...
El dolor de su estómago hizo que su conciencia desapareciera poco a poco y el mundo cayó en la oscuridad....
«La humillación y el sufrimiento que he sufrido hoy, les pagarán cien veces más en el futuro.»
Cinco años después.
—Julieta, hemos estado filmando toda la tarde para esta parte, si no puedes hacerlo, te reemplazaremos. —El director barbudo gritó.
—Director, esta vez haré un buen trabajo —respondió Julieta con una sonrisa en la cara.
El papel era el de una amante embarazada que fue descubierta por la esposa en la vida real y se vio obligada a abortar. Cada vez que interpretaba este papel, Julieta pensaba en su hijo perdido y se emocionaba muchísimo, lo que hacía que esta escena tardara mucho tiempo en rodarse bien, y no podía terminar.
Julieta respiró hondo, se acercó una vez más a la protagonista femenina y comenzó a presentarse por duodécima vez.
—Bueno.
El director miró atentamente la actuación de Julieta y, esta vez, Julieta actuó bien, sin exageraciones ni expresiones aburridas.
—Podéis iros a casa.
—Gracias, director.
Apoyándose en su encantador rostro y en sus magníficas dotes interpretativas, debería haber estado en camino de convertirse en una estrella muy famosa, pero fracasó cuando sólo tuvo la oportunidad de interpretar un papel secundario.
De alguna manera, Mónica consiguió convencer a Pablo para que firmara también con Alicia.
Una era ordinaria sin nada y la otra era la hija de la riquísima familia Montes, todos eligieron esta última. Así que, bajo la manipulación de Mónica, Alicia renunció a ella y cultivó vigorosamente a Mónica, dejándole a Julieta los recursos sobre los papeles de seductora de hombres, o los de amante maltratada por esposas legítimas de otros.
Aun así, perseveró.
Mientras no te rindas en las situaciones difíciles, tendrás éxito. Naturalmente, ella, Julieta, no era alguien que se rindiera fácilmente.
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