Papá, quiero que sea mi mamá romance Capítulo 64

Hector estaba de mal humor desde que llegó a casa. A Julieta le pareció muy extraño, ¿qué pasó?

Debido a la popularidad de la pareja en la serie de televisión, Julieta y Mateo recibieron muchas invitaciones comunes. Elena eligió uno de ellos y Julieta aceptó el trabajo de presentarse en una plataforma comercial. Inesperadamente, los dos volvieron a trabajar juntos, lo que fue tan casual que se sospechaba que fue intencionado.

Julieta llevaba un vestido azul ajustado que perfilaba perfectamente su grácil figura, especialmente el diseño de la cintura que realzaba la forma. No tenía nada de grasa en la cintura, y el diseño del escote en V de su pecho dejaba ver su encantadora clavícula.

Es cierto que Julieta había nacido para el escenario. Su figura era envidiable con sus 168 centímetros de altura y sus tacones de ocho centímetros, lo que la hacía brillante incluso estada al lado de Mateo, y los dos parecían muy bien enparejados.

Mateo también llevaba hoy un traje azul. La ropa fue patrocinada por el tendero, y Julieta no esperaba que el tendero preparara ropa del mismo color para los dos. A primera vista, los dos parecían llevar ropa de pareja.

Para ser sincero, cuando Mateo salió del vestuario, le sorprendió mucho Julieta. Había trabajado en la industria del entretenimiento durante varios años y había visto muchas bellezas. Pero Julieta le producía otra sensación increíble, y a menudo se sentía atraído por la otra parte de ella de forma inconsciente.

La mujer que tenía delante ya era de Hector. Aun sabiendo que ella ya tenía pareja, no pudo contener su mirada.

Sintiéndose indecente, Mateo agachó la cabeza y tosió.

Julieta sonrió, aliviando la vergüenza de Mateo. Los dos caminaron juntos hasta el lugar.

Después de la entrevista, los dos volvieron a participar en actividades empresariales juntos. Los medios de comunicación estaban preocupados por esto, temiendo perder el protagonismo.

Julieta se abrazó al brazo de Mateo sonriendo, y pronto se convirtió en el centro de atención de la multitud en cuanto apareció.

Las cámaras en directo siguieron sin parar a Julieta y Mateo, e incluso se pudieron escuchar las exclamaciones del público.

Con lo esperado, todos los medios de comunicación exponían de forma abrumadora la relación entre Julieta y Mateo, y aparecían titulares como #Se Confirma El Coqueteo De Julieta Y Mateo#, #La Diosa Julieta Y Mateo Anunciará Su Coqueteo#, etc.

Julieta se sintió impotente ante las noticias. Los dos sólo llevaban vestidos del mismo color, pero los medios de comunicación los exageraron, convirtiendo esto en una base importante para su noviazgo.

Cuando Mateo fue a ver a Julieta, ella estaba mirando las noticias con preocupación.

Era cierto que para una actriz, era mejor tener noticias que nada. Pero los medios de comunicación siempre se hacían eco de ello, aunque a Julieta no le importaba, temía que a Mateo sí.

Después de todo, era un rey del cine muy popular que acababa de regresar del extranjero, ¿cómo iba a estar dispuesto a meterse en cotilleos con ella todo el tiempo?

—¿Te va a afectar? —Julieta señaló el periódico de espectáculos y preguntó a Mateo quién estaba sentado frente a ella.

—¿Qué efecto podría tener en mí? Quizá me haga más popular gracias a ti —respondió Mateo con una sonrisa, mirando los informes.

—Deja de burlarte de mí, rey del cine

Se alivió Julieta al escuchar la respuesta de Mateo.

—Pero será mejor que te preocupes antes

Mateo se sentó en el sofá con las piernas cruzadas, hablando con Julieta mientras comía su bocadillo.

—Ni siquiera estás preocupado, ¿de qué debería preocuparme? —Julieta miró tranquilamente a Mateo.

—¡Piensa cómo le explicas eso a mi frío tío!

—¿Qué le voy a explicar? No tengo que explicar nada

Julieta miró a Mateo con desconfianza, preguntándose por qué tenía que dar explicaciones a Hector.

—¡Ni hablar! ¿A mi tío no le importa con quién tengas un chisme? —Mateo se veía increíble.

—¿Qué tiene que ver esto con él?

—¿Ya no vives en su casa? ¿No se preocupa por su novia?

—¡Qué novia! Hector y yo nunca somos novios.

—¿Qué? Acabas de decir... ¿Acabas de decir... que tú y Hector no sois novios? —Mateo se enderezó inmediatamente en el sofá. Su expresión estaba llena de sorpresa, y no podía ocultar su alegría.

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