Papá, quiero que sea mi mamá romance Capítulo 84

—Estoy muy cansada. —Cuando Julieta consiguió por fin sentarse y descansar, ya estaba en el taxi que la llevaría al aeropuerto.

Elena dijo sonriendo:

—Esto es sólo un viaje y ya estás muy cansada. ¿Qué puedes hacer si vas a diferente ciudad cada día después de hacerte famosa?

—¡Es muy cansado! —se quejó Julieta.

—¿Qué haces con tanta prisa por volver? Puedes tomarte un descanso, probar la comida de la Ciudad Sayae y volver por la noche —preguntó Elena confundida.

—Tengo algo con lo que lidiar.... —Julieta se quedó atónita por un momento y mintió.

Aunque dijo por teléfono que no volvería, temía que Héctor no la dejara ir a rodar la nueva serie. Después de todo, había trabajado mucho para poder actuar en esta serie.

Elena vio que Julieta era reacia a decir más, así que no preguntó más.

Cuando Julieta se apresuró a volver al Barrio Lujo, eran las ocho y se encontró con Héctor en la puerta.

Héctor tenía a una chica a su lado, ella parecía dulce y le sonreía alegremente a Héctor.

Julieta estaba sorprendida y un poco celosa.

—¿Quién es?

La chica observó que Julieta estaba en la puerta con su maleta mirando a Héctor sin decir una palabra, la miró con cierta hostilidad y le preguntó a Héctor.

Héctor miró el rostro obstinado de Julieta y respondió:

—Ella es Julieta.

—La señorita Julieta también vive en esta comunidad. Hola, mi nombre es Rebeca Ferrant, tal vez seamos vecinos en el futuro, Héctor es mi... —La chica dijo con cortesía.

Rebeca no terminó de hablar y sonrió con una expresión tímida, pensó que sería más probable que causara malentendidos por parte de los demás si no hablaba con claridad.

—Rebeca, vete. —Héctor abrió la puerta del coche, hizo una señal a Rebeca para que subiera al coche y quiso despedirla.

Antes de cerrar la puerta, Héctor le dijo de repente a Julieta:

—Espérame en casa.

—Héctor, ¿vives con ella? —Rebeca se quedó sorprendida y miró a Julieta con incredulidad. La sensación de crisis que le produjo Julieta, sobre todo después de enterarse de que ambos vivían juntos, fue mayor

—Héctor, ¡yo también quiero vivir aquí! —dijo Rebeca con coquetería.

Julieta se burló:

—Presidente Héctor, debe estar muy contento de tener una belleza con usted, siento que usted pierda el tiempo hablando conmigo.

Después de terminar de hablar, Julieta ignoró a los dos y se preparó para subir a recoger sus cosas y dejar al Barrio Lujo.

En ese momento, Julieta sintió que Héctor y Valentino eran el mismo tipo de persona.

—Le pido al conductor que te lleve de vuelta. —Héctor estaba de mal humor y ya no quería mirar a Rebeca, cerró la puerta del coche y se fue con Julieta.

Rebeca se sintió agraviada y se obstinó en permanecer en el mismo lugar sin querer salir.

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