Papá, quiero que sea mi mamá romance Capítulo 86

Héctor no dijo nada hasta que escuchó las palabras de Sandra.

—¿Dijiste que Mónica devuelve a Valentino a Julieta?

La voz de Héctor estaba baja y ronca, normalmente sonaba bien, pero en este momento hacía que la gente se estremeciera.

—¿Qué carajo es Valentino para Julieta?

Sandra explicó indistintamente:

—Hace cinco años, era el novio de Julieta, y ella estaba embarazada en ese momento.

En ese momento, Julieta comprendió por fin que Sandra no había venido a hablar con ella, sino a calumniarla delante de Héctor.

De hecho, Sandra encontró una buena oportunidad, justo cuando los dos estaban teniendo un conflicto tras otro.

—¿Ese cabrón? —Héctor se burló, con los ojos llenos de desinterés de Valentino y Sandra.

—Por eso se lo dije a Julieta, para que Julieta no sufra, ¿no? —Sandra pensó que Héctor la creía y continuó con la acusación de Julieta.

—La señora Sandra ha despreciado demasiado a su hija.

—Señor Héctor, yo...

Julieta quiso inconscientemente explicarle a Héctor, pero vio la mirada de éste al pasar por delante de ella, y entonces se tragó en silencio las palabras que tenía en la punta de la lengua. Era muy doloroso sentirse así de poco fiable.

—De acuerdo, Sra. Sandra, ha tomado suficiente tiempo. Espero no volver a verle en el futuro.

Héctor comenzó a ordenar el desalojo.

—Sr. Héctor, lo que he dicho es cierto. Julieta, piensa en la propuesta de tu madre, no seas estúpida, ¡Valentino aún te quiere! Si el niño no hubiera muerto, creo que debería tener la misma edad de ese niño. —Sandra señaló a Miguel.

El ama de llaves se puso severo para que ella se fuera.

Julieta pensó en la actitud de Héctor, y recordó al hijo que perdió hace cinco años. No tuvo ganas de comer nada, se le cayó una rebanada de pan y se fue con la cara pálida.

Héctor esperaba que Julieta le explicara, pero Julieta se fue sin intención de explicarse, lo que le hizo preguntarse hasta qué punto era cierto lo que Sandra acababa de decir.

En la información encontrada por Orlando, hace cinco años, Julieta estuvo en el hospital por un período de tiempo, pero fue un tratamiento para la depresión, y el embarazo de Julieta nunca se mencionó de principio a fin...

Julieta estaba de mal humor, conducía a toda velocidad en una moto, su ropa volaba y el viento frío le golpeaba la cara, pero no podía compararse con el frío de su corazón. Sandra era su madre biológica, que había estado embarazada durante diez meses y la había dado a luz, pero no se ocupaba de ella.

De hecho, cuando Sandra vino a casa, quiso explicar el escándalo en la fiesta seriamente, y como era la madre de Julieta, quiso persuadir a Julieta a pedir que Héctor la perdonara, pero al ver la actitud arrogante de Julieta, no pudo controlar lo que dijo...

—Es el momento de filmar.

Elena Pardo rara vez acompañaba a Julieta en los rodajes, pero vio que ésta estaba distraída y no oía que el director la había llamado.

Afortunadamente, no había nada malo en el rodaje, y la escena de un recuerdo logró pasar de inmediato.

—Julieta, ¿qué te ha pasado? —Elena vio que Julieta no estaba bien.

—No pasa nada, por cierto, Elena, ¿puedes darme más trabajo? —preguntó Julieta.

Elena miró a Julieta con incredulidad:

—¿Por qué? ¿No dijiste la última vez que debías concentrarte en el rodaje y que no querías demasiado trabajo?

—Si no puedes, olvídalo.

—¿Por qué no? Reorganizaré tu horario cuando vuelva. Hace poco que te has hecho famosa, así que tengo que mantener tu popularidad —dijo Elena alegremente.

—Bien, ¿cuándo va a empezar la clase de instrucción de artes marciales?

—Cuando quieras. —Elena miró la agenda y dijo.

—Así que esta noche. —Julieta quería llenar su agenda y volver al Barrio Lujo lo menos posible.

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