—Es joven y fuerte, no se morirá de hambre si le falta un desayuno.
Selena hizo un gesto con la mano, con la intención de invitar a Alberto a almorzar más tarde.
Sin embargo, se encontró con una mirada furiosa de su anciana madre, que le gritó:
—¡Date prisa!
—Yo... —Selena se quedó momentáneamente sin palabras y tuvo que decirle a Alberto—. Anda, vete, bajamos a comer.
—Nada, gracias, Florencia. Tengo algunos asuntos que atender en el trabajo, así que me iré.
—Vaya…
—Bueno, le visitaré otro día.
Alberto se despidió de Florencia y se marchó, Selena le acompañó hasta el ascensor.
—Gracias, amigo, luego te invito a cenar. Pero no te preocupes, ya has estado aquí dos veces, mi madre debe creer que eres mi “novio” y no te molestará más después.
—Adiós...
Alberto no tenía su habitual sonrisa juguetona, se limitó a decir “adiós” sin decir nada más y se fue.
Bajando las escaleras y saliendo de la unidad de hospitalización, Alberto hizo una llamada.
—Búscame los datos personales de Selena, así como los de Laura.
***
Mientras tanto, Selena estaba con Florencia.
—Mamá, no le pidas a Alberto que venga más. Está muy ocupado en el trabajo.
—Vale, vale, ya lo sé —Florencia hizo un gesto con la mano y contestó.
Durante el resto del día, Selena tuvo que repartir comida porque ya había dejado su trabajo en el Club.
Una noche, Selena recibió una llamada de Simón, quien le pidió que se trasladara a Villa Tamayo a la mañana siguiente y que Aaron le daría los resultados de la investigación del accidente en cuanto los tuviera.
Selena no estaba en condiciones de negociar, así que naturalmente lo aceptó.
Muy cansada por un día de trabajo duro, Selena colgó el teléfono, y se quedó dormida una vez que la cabeza puso en la almohada.
Como estaba embarazada, era natural que ya tuviera más sueño y encima tenía que repartir comida e ir a los hospitales todos los días, así que estaba muy agotada casi todos los días.
***
Al día siguiente.
El cielo estaba despejado y hacía muy buen tiempo.
Ese día, el Hotel Hilton fue reservado la familia Tamayo, donde había una foto de Aaron y Laura en la entrada y las palabras “Fiesta de compromiso del señor Aaron Tamayo y la señorita Laura Lirio” estaban en la pantalla LED.
Desde las nueve de la mañana, el aparcamiento del Hotel Hilton se llenó de coches de lujo y los empresarios y celebridades de la Ciudad Azul pasaron por la alfombra roja que se extendía desde el borde de la carretera hasta el vestíbulo del hotel para entrar al interior.
Los reporteros se reunieron frente al hotel para retransmitir en directo o sacar fotos, lo que creó un ambiente muy animado.
Aaron, que es uno de los principales protagonistas del compromiso, seguía trabajando en la oficina del presidente del Grupo Galaxia.
Esta fiesta de compromiso no le importaba mucho, para él incluso eran prioritarios los papeles que tenía en sus manos.
Mientras que, Laura estaba sentada en su tocador de su habitación, llevaba un vestido de edición limitada enviado por Aaron, tenía pelo largo y rizado, con un maquillaje ligero y, se decoraba con pendientes de edición limitada, collar y tiara.
¡Estaba muy radiante!
—¡Dios mío, nuestra Laura es tan hermosa!
Juliana miró a Laura en el espejo, tan noble y elegante como si fuera una princesa.
Con una sonrisa en la cara, Laura le tomó de la mano a su madre.
—¡Mamá, por fin me voy a casar con Aaron, por fin obtengo lo que quiero!
—Entra por la puerta de atrás, estoy ocupado en el salón del primer piso. Sólo tienes que decir que es la comida para Pepito Santo y te dejarán entrar.
—De acuerdo.
Colgó el teléfono, Selena aparcó su motoneta y entró con la comida para llevar.
Incluso la puerta trasera estaba vigilada por un portero, que la vio entrar y la detuvo directamente:
—¿Qué quieres?
—Entrego comida para el señor Pepito Santo.
—El gerente Santo, está bien, adelante.
—Vale, vale.
Selena dio las gracias y pasó por la puerta trasera con la comida. Cuando llegó al vestíbulo del hotel, subió corriendo al primer piso con sus cosas, temiendo que, si iba más lenta, se pasaría de tiempo.
En el vestíbulo de la planta baja, había un flujo constante de personas y varios guardaespaldas con traje y guantes blancos.
Pasó junto a celebridades resplandecientes y bien vestidas, incluyendo algunas de las grandes estrellas que Selena había visto en la televisión.
Se sorprendió, pero solo quedaba tres minutos para la hora de la entrega y no tenía tiempo para quedarse sorprendida.
Corrió hasta el enorme salón de baile de la primera planta y en cuanto entró por la puerta, su paso se detuvo con el ceño fruncido.
—No puede ser... —murmuró, inclinando la cabeza para mirar la foto del póster colocada verticalmente a un lado, que le sonaba de un vistazo.
Selena dio dos pasos hacia atrás, la comida que llevaba cayó al suelo con un ruido sordo cuando vio claramente al hombre en la foto.
En la foto, el apuesto Aaron sostenía en sus brazos a Laura, que estaba bellamente vestida. El rostro del hombre era inexpresivo y frío como siempre, mientras que la mujer que sostenía era sonriente y feliz.
—¿Hoy es su fiesta de compromiso?
Selena se quedó atónita y asombrada, y su corazón estaba en estado de shock.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Pedido de Amor
Seguirán escribiendo esta historia bonita...
Bella novela continuarán escribiendo capitulos...