Las venas de la frente de Ricardo saltaban, la fuerza de ella fue impresionante.
"¿Ric, por qué no dices nada?"
Natalia pensó que él se sentiría orgulloso de lo que había hecho, pero en cambio, no dijo ni una palabra, su cara parecía un poco preocupada.
¿Estaba celoso?
Ella aclaró su garganta y dijo: "No te preocupes, ese tipo no se salió con la suya, le di una buena patada..."
Ricardo se quedó en silencio.
Tomó un profundo aliento, miró a Natalia quien que buscaba aprobación con sus ojos y una luz profunda brilló en ellos: "Lo hiciste bien, si algo así vuelve a suceder, avísame de inmediato, ¿entendido?"
No vuelvas a tomar la justicia por tu mano.
Natalia, envuelta en su aroma, se sintió muy cómoda y se acercó a él sin poder evitarlo.
Ricardo la abrazó por la cintura, con la otra mano sostenía su mentón, y la besó.
Desde que decidieron intentar estar juntos, estos momentos no eran raros. Natalia estaba preparada, abrió suavemente la boca, sus pequeñas manos agarraron la camisa de su pecho, su respiración se volvió un poco agitada.
El ambiente era perfecto, Ricardo la levantó y la sentó en la mesa del comedor, con una mano apoyada en la mesa, deslizó la otra mano dentro de su ropa.
"¿Ya te duchaste?"
"Sí, ya me duché."
Natalia se abrazó al cuello de Ricardo, sus ojos estaban llenos de estrellas, su cuello se inclinó hacia atrás, y se sonrojó.
La luz de la luna era encantadora, podía ver el deseo en los ojos de Ricardo.
Se acercó con cuidado, mordió su nuez de Adán, parecía estar dándole una pista.
La nuez de Adán de Ricardo subía y bajaba, estaba al límite, pero por el momento no podía moverse.
Giró su cara, le dio un beso en la frente, y se vio forzado a ponerle fin a este momento de afecto. "Ya es muy tarde, deberíamos ir a descansar."
Natalia estaba un poco confundida.
¿Era hora de descansar?
Miró a Ricardo subconscientemente, su rostro estaba rojo, y al segundo siguiente, parecía darse cuenta de algo.
Temblando, dijo: "¿Tienes algún problema de salud?"
Antes siempre estuvieron cultivando su relación, ahora que la relación se había estabilizado, ¿él se estaba controlando?
Las venas en la frente de Ricardo saltaban, si no fuera por el hecho de que ella lo había pateado, ¿podría haberse detenido?
Tomó una profunda respiración, la sujetó por la cintura, dejándola sentir su calor, "¿Problema?"
Natalia sintió un escalofrío en la espalda, sintió que esa pregunta era un poco aterradora, su rostro estaba rojo, "No... no hay ningún problema."
"Resolveré el problema del abogado."
Beatriz vaciló un poco, realmente no tenía que preocuparse, Ricardo era la mejor opción, su equipo de abogados era muy fuerte.
Pero tampoco se atrevía a revelar la identidad de Ricardo, solo podía insinuar: "¿Quizás, puedes preguntarle a tu marido?"
"¿Estás sugiriendo que Ricardo fuera a pedirle ayuda al Sr. Roldán?"
Natalia frunció el ceño inconscientemente, ahora no quería tener nada que ver con el Sr. Roldán, y mucho menos dejar que Ricardo tuviera contacto con él: "No importa, encontraré una solución por mi cuenta."
Beatriz siempre sentía que se había perdido algo importante, justo cuando quería decir algo más, un sonido de teclado llegó desde el otro lado del teléfono.
Beatriz: ¿¿¿???
¡Este sonido, pareció algo ambiguo!
Ricardo salió del baño, vio a Natalia de espaldas hablando por teléfono, su figura era delgada, desprendiendo un ligero aroma.
Se acercó a ella, la abrazó suavemente por la cintura, un cálido beso cayó en su cuello. Natalia inconscientemente apretó los botones del teléfono, habló con Beatriz nerviosamente durante unos instantes, y luego colgó el teléfono.
"¿Quién te llamó?"
"Fue Beatriz." La respiración de Natalia estaba un poco agitada: "El abogado cambió de opinión, no quiere intervenir."
"¿Se trata del caso de la familia Torres?"
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