Pero… ¿¡Eres un Millonario!? romance Capítulo 146

El rostro de Rosalía que estaba sentada en la audiencia cambió un poco.

Justo en ese momento.

¡Pum!

La puerta se abrió de golpe.

Entró una figura delgada, y cuando vieron la cara de esa persona, todo el lugar estalló en sorpresa.

"¡Stella!"

"¿Es ella la abogada de Natalia? ¡Es una de las mejores abogadas del país, nunca ha perdido un caso!"

"No puedo creerlo, Stella es experta en derecho económico, ¿cómo podría tomar este caso?"

"¿Quién sabe? Con Stella, este juicio sólo puede tener un resultado."

La gente comenzó a murmurar, la expresión triunfante en el rostro de Adela se congeló. Nadie esperaba que Natalia hubiera contratado a Stella.

Stella caminó lentamente hacia el estrado de los demandantes, miró al juez con una disculpa en sus ojos. "Lo siento, señor juez. Tenía una reunión importante esta mañana, por eso llegué tarde."

El juez también conocía el poder de Stella, no se atrevió a ofenderla fácilmente, "Ya que estás aquí, ¡comencemos el juicio!"

Stella había llegado, Natalia suspiró aliviada.

La evidencia era muy clara.

Los crímenes de Adela eran indiscutibles.

El caso llegó a su última etapa, Natalia se sentó seriamente, con una mirada firme, mirando a Adela en el banquillo de los acusados, sus ojos se encontraron, chispas volaron por todas partes.

Ricardo acompañaba a Rosalía en el banco de espectadores, Rosalía miró la escena y soltó un suspiro.

Adela iba a la cárcel, todo era su propia culpa.

Tan pronto como el juez terminó de hablar, Adela no sintió miedo, incluso parecía un poco satisfecha.

Sin embargo, Natalia sintió que la presión en su corazón finalmente se aliviaba.

"Señor Juez, tenemos una objeción."

El abogado defensor se levantó, "Mi acusado, Adela, está embarazada, solicitamos cumplir la sentencia en casa."

Stella miró fijamente, "El acusado está embarazada, ciertamente puede solicitar cumplir la sentencia en casa."

"Pero..."

Ella miró a Adela, "¿Puede el acusado proporcionar su historial médico? Ahora tenemos razones para sospechar que el acusado está usando su embarazo para evadir el castigo legal."

El juez estuvo de acuerdo.

Pero resultó que hasta el niño era falso.

La gente de la familia Morales se fue indignada, Sancho tenía una cara sombría, no podía decir una palabra.

Viendo esta situación, el juez hizo un cambio, Adela fue condenada a 12 años, se le permitió cumplir un año de la sentencia fuera de prisión durante su periodo de lactancia, pero debido a su comportamiento de quedar embarazada a propósito, durante ese año fuera de prisión, tendría un supervisor.

Es decir, los doce años de prisión de Adela estaban casi confirmados.

Adela se desplomó, sentándose en el suelo.

Jimena, sentada abajo, ya no pudo soportarlo, su hija iba a ser encerrada durante doce años, doce años enteros, cuando saliera, ya estaría cerca de los cuarenta.

¡Sus mejores años se desperdiciarían en prisión!

Adela, enfurecida, logró liberarse y se abalanzó sobre Natalia. Con los ojos inyectados en sangre, gritó,

“¡Natalia, no te creas la vencedora! Aunque me encierren, ¡la familia Torres jamás caerá en tus manos!”

“Mi padre me lo ha dicho, tú no eres parte de la familia Torres——”

“¡Pum!”

Sancho, que pareció aparecer de la nada, le propinó una fuerte bofetada a Adela, mirándola con severidad: “¡Adela, cállate!”

¿Acaso esta niña no tenía idea de lo que podía y no podía decir?

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