¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 20

POV SERGIO

- ¡No puedo creer que él haya hecho eso!

Aquello es lo primero que escucho cuando entro a la casa. Lía, limpiando toda la casa llena de potes de comida, parece estar sumamente enojada.

- Supongo que Katherine se fue hace poco- respondo adivinando la razón del porque el estado de ánimo de mi novia

- ¡Es un maldito bastardo! - grita mientras golpea una almohada- No sabes lo mal que estaba Kathy, Sergio, ella de verdad estaba muy deprimida.

Me acerco a mi novia que tiene en este momento el ceño fruncido y una expresión algo triste. Acaricio sus hombros para intentar relajarla y noto que está muy tensa. El abrazo mientras acaricio su cabello y siento como exhala, mientras la tensión en su cuerpo desaparece

Me encanta tener esta reacción en ella.

- ¿Nunca me harías algo así verdad? - pregunta ella mientras se encuentra apoyada en mi pecho con la cabeza agachada.

Le beso la coronilla de la cabeza y el abrazo más fuerte, tratando de transmitirle confianza.

-Ni, aunque me ofrecieran todo el capital del mundo sería capaz de engañarte de esa forma, Lianna. Nunca dudes de ello.

Nos quedamos así abrazados un buen rato, no sé exactamente cuánto ya que cuando estoy con ella parece que el tiempo parece no pasar nunca. Finalmente, nos separamos, pero no sin antes dejar un pequeño beso en sus pequeños labios.

- Me gustaría hablar con Lucas- me dice luego de acabar el beso

-Creo que haces bien, no es por defenderlo ni nada por el estilo, pero siempre hay más de una versión de la misma historia. A pesar de lo molesta que estés con él, no te ha hecho nada a ti y deberías darle la oportunidad de explicarse que Katherine no le ha dado. Además, sigue siendo tu amigo

-Lo sé, pero te advierto que, si no tiene ninguna explicación lógica para lo que ha pasado, patearé su parte sensible sin piedad.

Comienzo a reírme porque Lía dice aquello con mucha confianza y seriedad. Creo que Lucas debería tener miedo de la reacción de esta chica.

Mi chica.

Creo que yo también debo tener mucho cuidado con ella, no quiero hacerle daño. Nunca.

1 SEMANA DESPUÉS

Cómo todas las mañanas entro silenciosamente a la habitación de Lía, para despertarla, pero me sorprendo cuando ella ya está despierta y está hablando por teléfono celular.

Sin escuchar su conversación, me escabulló hacia su habitación y me siento en los pies de la cama. Ella nota que ya estoy ahí porque me sonríe y me hace un gesto con el dedo para que la espere, cosa que hago.

Cuando Lía corta la llamada se vuelve hacia mí y se acomoda en mi regazo en donde comienzo a acariciarle su cabello largo y liso.

-Los padres de Lucas lo mandaron a pasar el resto del verano en Estados Unidos.

-Eso suena muy controlador- comento despreocupadamente

-Los padres de Lucas siempre han sido así, no me sorprende en absoluto, como tampoco me sorprendería que ellos tuvieran que ver en el quiebre de la relación entre Lucas y Kathy.

Hace una mueca de tristeza y luego la levanto como una princesa en brazos, mientras ella sonríe por las vueltas que le doy, haciendo que se divierta y a la vez se Maree

Después de dar algunas vueltas la dejo en la cama y yo me pongo sobre ella. Ambos estamos riéndonos a carcajadas, pero aquella risa paulatinamente va desapareciendo, mientras los dos miramos los labios del otro.

Lía es la que da el primer paso en esta ocasión cuando pone sus manos en mi cuello y me acerca a ella besándome desesperadamente. Yo pongo mis manos en su cintura mientras el beso se va prolongando.

Las cosas fluyen hasta el momento en que ambos estamos sin ropa, yo sobre ella, besándonos sin parar y con mucho desenfreno. Suavemente, como siempre lo hago, comienzo a introducirme en su interior, provocando muchas sensaciones tanto en mí, como en ella, ya que puedo ver por sus facciones que también, el contacto, ha tenido un efecto positivo en ella. Me balanceo sobre ella mientras la habitación queda llena de ruidos poco decorosos que provienen tanto de sus labios como de los míos.

Los ojos de Lía vuelven a salirse de sus orbitas, pero mucho más que antes, si eso es posible, y se levanta de la cama rápidamente mientras se pone mi playera larga y blanca que tenía puesta cuando llegue a visitarla en la mañana. La veo revisar uno de sus cajones de la cómoda sin entender que es lo que está buscando, pero sin juzgarla tampoco.

- ¿Estás seguro de que esa es la fecha? - pregunta ahora con miedo tanto en su voz como en sus ojos, lo que hace que me pare de la cama lo más rápido que puedo y con aquella misma velocidad me pongo mi bóxer y mis jeans, quedando sin playera ya que ella la tiene puesta.

Veo unas cuantas lágrimas agolpándose en sus ojos y corro a abrazarla, sin entender cuál es realmente el motivo de su angustia y miedo, pero estando ahí para reconfortarla.

- ¿Qué es lo que pasa, pequeña? - le pregunto cuando ya está en mis brazos.

Ella niega con la cabeza y se echa a llorar completamente.

-No quiero decirte, no quiero que te asustes, no quiero....

-Hey, calma- digo intentando tranquilizarla- Me estas asustando más al no decirme, por favor, pequeña, dime que es lo que está pasando.

Ella se separa un poco de mí, pero aun quedando a una buena distancia donde sigo logrando tenerla mínimamente abrazada. Se tranquiliza y deja de llorar, cuando lo hace, me mira a los ojos y veo que tiene los ojos más profundos que he visto.

-No sé cómo no me di cuenta antes, supongo que estaba en una pequeña burbuja de la cual no quería salir. Me he estado sintiendo mal últimamente, unos mareos en la mañana cuando me traes el desayuno, algo simple que no le tome ninguna importancia. Lo atribui al hecho de no haber comido, a pesar de que no me pasaba antes. Pero ahora que me dices la fecha que es...- se interrumpe y le sale un pequeño sollozo de sus labios- Sergio, mi periodo no ha venido desde la vez que fuimos al cementerio juntos, de eso hace ya dos meses, debió haberme llegado dos veces ya. Y no lo ha hecho ninguna- comienza a llorar y yo simplemente estoy en shock- Nunca me ha pasado antes, soy muy regular y eso solo me hace pensar que...

Lía no puede terminar la frase ya que las lágrimas están ya corriendo por sus mejillas sin parar. No sé qué hacer, no puedo moverme. Mis brazos siguen alrededor de los de Lía, pero no puedo hacer fuerza. Ni siquiera sé cómo puedo mantenerlos ahí. Solo pienso en que la oración que ella dejó inconclusa tiene solo una opción para ser rellenada.

-Que estas embarazada- digo por inercia y ella solo puede asentir.

De repente mis pies pesan y no tengo noción de lo que hago. Pierdo un momento la noción del tiempo y cuando vuelvo en mi estoy frente a una cajera de la farmacia con dos test de embarazo. Ignoro la mirada que me da la cajera y conduzco lo más rápido a casa, recordando el estado en el que deje a mi pequeña novia. Mi pequeña y posiblemente embarazada novia.

Mierda, ¿Que he hecho?

Vuelvo a perder la noción del tiempo y de mis acciones cuando regreso a la casa. Cuando vuelvo en mi tengo a Lía, mi pequeña y frágil Lía llorando a mares con dos test de embarazo mojados y que en su mini pantalla se ven dos líneas paralelas.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¿Por qué eres mi hermanastro?