¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 24

POV SERGIO

Podía prever el tiempo que llevaba embarazada Lía. Más que nada llevábamos usando protección el último mes aproximadamente, por lo que, si ella se había embarazado, tenía que haber pasado al principio. Probablemente en la cabaña o la primera vez que lo hicimos en casa... Pero eso ya no importa, no importa nada. Lo único que importa aquí es que mi pequeña tiene 2 meses de embarazo y que ese bebé que conoceremos en tan solo 7 meses es mi hijo o hija y no saben lo feliz que estoy por esto. Seré papá. Una persona me dirá papá y tendré que cuidar de él o ella.

Puede que tenga mis ojos y sería lo mejor del mundo si los tuviera. Mi madre estaba muy orgullosa de la herencia familiar y yo también lo estoy. Me gustaría mucho que mis hijos llevaran mis ojos. Me recordarían a mamá.

Pensando en ella comencé el álbum que es tradición familiar, o al menos eso tengo pensado. El álbum de mamá está en casa, por lo que cuando volvamos allí lo primero que haré será iniciar un nuevo capítulo con Lía y mi bebé. La foto que nos sacó la abuela ayer es muy especial para mí y no quiero perderla nunca. El solo pensar que habrá muchas más fotos allí con nosotros tres sería magnífico.

En dos días volvemos a casa. Es raro ya que hemos estado muy cómodos aquí y siento que la abuela nos ha servido como apoyo a todo lo que está pasando. Ella es la cordura dentro de nuestra locura y la voz de la razón que siempre está pensando lo que es mejor para nosotros y nuestro bebé. También es nuestra conexión a tierra. Siempre nos dice las cosas tal cual son. No nos endulza la vida ni nos hace pensar que todo es color de rosa. Me agrada eso, porque en verdad no estamos para nada preparados para lo que se viene y es bueno que mi abuela sea lo suficientemente directa para hacernos saber que las cosas se pondrán más y más difíciles, pero también nos anima a que sigamos adelante con todo y enfrentemos las cosas con valentía y coraje. Es más fácil decir que hacer, pero tengo fe en nosotros y no podemos dar marcha atrás con nada.

No he ido al cementerio en todo el tiempo que he estado aquí, por eso con Lía decidimos ir a ver a mi familia, además que nunca le he mostrado la tumba de mis dos mejores amigos.

Nos levantamos muy temprano. Ella se ve hermosa vestida con un simple short, que ya se le ha hecho costumbre usar, y una playera que dice "Hate rules", lo que es muy contradictorio sabiendo la personalidad de Lianna, pero aun así se ve adorable. Yo voy vestido como siempre, unos simple pantalones de jeans negros con una playera blanca completa. Mi abuela tenía que ir a hacer unos trámites de una empresa que mi abuelo le dejó hace unos años, así que cuando bajamos, ella no se encuentra allí. Nos hacemos un pequeño y rápido desayuno, para después subirnos al auto y llegar al cementerio rápidamente.

Viajamos en un completo silencio, uno que demuestra lo tranquilo que ha estado el ambiente entre nosotros después de ir al médico. Salimos del auto tomados de la mano y vamos a ver directamente a mi madre. Me alegra saber que ya no me da tanta nostalgia como antes venir a ver a mi madre. Todo gracias a la pequeña que está a mi lado.

- ¿Qué crees que diría tu madre si supiera del embarazo? -pregunta Lía aun con nuestros dedos entrelazados.

-Ella estaría muy enojada- respondo con una sonrisa en mi cara, formada por la mueca de preocupación que tiene Lía en la cara- Pero siempre me dijo que me apoyaría en todo, y estoy completamente seguro de que esta no sería la excepción. Además, te amaría. Eres todo lo que siempre quiso para mí. Una buena chica, con pies en la tierra y amabilidad en su ser. Créeme, ella te amaría y amaría al bebé.

Esa respuesta pareció hacerla muy contenta ya que se abalanzó sobre mí y comenzó a besarme en los labios muy apasionadamente y unas pequeñas lagrimas comienzan a caer por sus mejillas.

- ¿Pero por qué lloras? - le pregunto.

-Dices cosas muy muy lindas, idiota...- responde entre sollozos- Creo que he estado muy sensible estos días.

-Creo que puedes echarle la culpa al bebé

-Si él o ella tiene la culpa de que llore por todo, se lo sacaré en cara cuando nazca y haré que se sienta mal por hacer llorar a su madre.

Ambos nos reímos, por primera vez podemos bromear con este bebé sin que se convierta en algo serio y ambos comencemos a ponernos tristes o preocupados. El ambiente entre nosotros está muy relajado y me encanta hacer bromas con ella. Es de las mejores cosas que podemos hacer en este momento.

Luego de hablar un poco con mi madre, metafóricamente hablando, le dije que podíamos ir a visitar las tumbas de mis amigos. Ella solo asintió y tomó nuevamente de mi mano para guiarla por el camino a la tumba más cercana. Gabriel.

-Bueno, vine a ver a mi madre y aproveché de ir a ver a los chicos...- tomo la mano de Lía y la acerco a nosotros ya que se había alejado unos pasos con la llegada de Helena- Helena, quiero presentarte a mi novia Lía, Lía ella es Helena y esta es la pequeña Zoe, hija de Erick.

Lía parece un poco tímida al principio, pero cuando la confianzuda de Helena se le abalanza y comienza a abrazarla sacándole una sonrisa a Lía. Puede que le recuerde un poco a Kathy

-Me alegro de conocerte, Lía- Helena tiene una sonrisa tan grande- Sé que seremos grandes amigas, al menos ya me caes bien por hacer salir de la depresión a este chico. Creo que gracias a ti puedo volver a tener contacto con el mejor amigo del padre de mi hija, quien también es uno de mis mejores amigos.

-Bueno... De nada, supongo- dice con una sonrisa nerviosa Lía- Es bueno que el idiota aquí tenga alguien con quien hablar.

Ambas ríen y yo me les uso, cuando veo que una figura de pelo negro, muy negro, con ondulaciones, piel muy blanca y ojos cafés se acerca a nosotros y me abraza por la espalda, haciéndome tambalear y obligar a que Lía tome a Zoe. Ambas parecen felices al respecto y Lía comienza a abrazar a Zoe mientras yo abrazo a Mila.

- ¡Pensé que no iba a volver a verte, Sergio Orozco! ¡Eres un maldito estúpido que desaparece y olvida que aún le quedaban dos buenas amigas! - Grita Mila al oído.

Mila siempre ha sido así, directa y con una gran boca. Escuchar como maldecía a Gabriel era de lo más divertido, pero tiene razón deje abandonadas a mis chicas, mis mejores amigas. El dolor me nubló la mente y ni siquiera pensé en que estaba abandonando también a mis mejores amigas, no pensé en que Mila a quien conozco desde hace más de 5 años estaba por tener a un bebé y el padre de éste había muerto. No pensé en ellas y me arrepiento de no haberlas ayudado en el momento en que más lo necesitaban.

Ahora que lo pienso, ellas no solo perdieron a sus novios, parejas, padres de sus hijos... como quieran llamarlo. De una u otra forma, ellas también me perdieron a mí el día del accidente. Perdieron a un Sergio que nunca regresará ya que se fue con mi madre y mis mejores amigos, pero gracias a Lía un nuevo y renovado Sergio a nacido y sé que mis mejores amigas están dispuestas a conocerlo

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