¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 47

POV ETHAN

Me encuentro en la casa de Lía y Sergio junto con mi hermana y mi sobrino. Sergio tenía que ir a trabajar temprano hoy así que me ofrecí a llevar a mi hermana a casa de Lucas y Kathy ya que allí siempre hacían las clases para poder graduarse antes.

Lía tiene unas ojeras gigantes y tiene a León aferrado a su cuerpo. Un guapo León de 4 meses de edad.

Hace tres meses recibieron una carta de amenaza del padre de Sergio. Es los ha tenido en guardia desde allí. Cambiaron la cuna de León y la pusieron en su habitación. Están muy asustados y es por eso que nunca dejamos a Lía y a León solos. Debo admitir que eso también me tiene preocupado, no quiero que nada le pase a mi hermana menor y menos a mi sobrino pequeño.

Lo bueno de la situación es que Lía y Sergio no se han separado ante la presión y el miedo, sino que, todo lo contrario. Están más Unidos que nunca y amo ver como una pareja como ellos siguen adelante a pesar de las circunstancias.

Me gustaría tener eso también.

-Gracias por venir aquí, Ethan- me dice mi hermana.

-Cuando quieras, Lía. Sabes que amo verlos.

Lía ríe. Desde el cumpleaños de Sergio hace unas semanas atrás que ella está mejor. Parece más tranquila, aunque las ojeras bajo sus ojos no se la quitan nadie. Debe costarle dormir por las noches.

-Lamento que tengas que levantarte temprano en tu día libre, hermanito.

-Tranquila- le respondo- Tenía planeado levantarme temprano de todos modos.

Lía, que se encuentra sentada en de sillón de enfrente, se levanta con León y me lo deja en mis brazos. Este bebé casi nunca duerme de día así que es raro que ahora mismo este durmiendo en mis brazos. Aun así, me derrito. Amo a mi sobrino.

- ¿A dónde querías ir? - me pregunta Lía acariciando el cabello castaño oscuro de su hijo.

Si tuviera las manos desocupadas me rascaría la nuca. Es un pequeño tic que tengo

-A casa de Helena- le digo con mi sonrisa más inocente- Hace mucho que no la veo y extraño a Zoe y al bebé que viene en camino...

-Y a Lena- me interrumpe Lía diciendo el sobrenombre que Tomás le ha puesto a Helena- ¿Cuándo le dirás que la quieres?

Suspiro. Yo también me he hecho la misma pregunta un par de veces.

-Creo que es imposible. Apenas me habla a menos que se trate de algo sobre Zoe o el bebé...

Lía me mira con tristeza y en ese momento parece más grande de lo que es. Incluso, ella parece la hermana mayor.

-Deberías decírselo, Ethan- dice y luego pone una mano en mi hombro con cariño- Sácate ese peso de encima. Si te rechaza a menos lo intentaste- y luego agrega- No te noto feliz, hermanito.

...

Luego de dejar a Lía y a León en casa de Lucas y Kathy, completamente seguros, me dirijo a la casa de Helena. No puedo dejar de pensar en las palabras que ella me dio antes de salir de su casa.

Tengo miedo de que la chica a la que quiero, la madre de mi hijo y de mi sobrina- eso suena bastante extraño- me rechace, pero Lía tiene razón. No soy feliz escondiendo mis sentimientos.

Debo decirle todo y lo hare ahora.

Llamo al celular de Helena cuando ya estoy afuera de su casa. Después del tercer pitido, ella contesta.

-Ethan- su voz es fría, pero no dejo que eso me desanime.

-Estoy afuera, Helena. Ábreme.

Luego de unos segundos, la puerta de la casa de Helena se abre. Veo que es Zoe quien ha está aprendiendo a abrir las puertas y eso tiene loca a Helena. O eso me dijo la última vez que hablamos.

Entro a la casa y tomo a Zoe en brazos. Ella es el vivo retrato de su madre con el pelo rojizo y los ojos verdes. Con Zoe en brazos, voy a la cocina donde está Helena preparando el desayuno.

- ¿Quieres tomar desayuno con nosotras? - me pregunta sin mirarme.

El que me ignore me duele, pero tengo que ser fuerte.

-No, tranquila. Tome desayuno con LIA

Helena da vuelta y por fin me mira a la cara. Es hermosa. Amo su cabello rojo y sus ojos. Amo sus labios que parecen ser rojos naturales y creo que lo son. Y amo como se ve con su pijama que deja notar claramente su vientre de siete meses de embarazo.

Mi hijo o hija está ahí dentro. Me gustaría saber que es, pero Helena- tal y como lo hizo con Zoe- quiere que sea sorpresa.

- ¿Cómo está ella?

-Bien- le respondo sentándome en el piso junto a Zoe, quien juega con unos legos- Se ve mucho más tranquila y creo que ayuda el hecho de que nunca está sola.

Helena asiente y vuelve a ignorarme sumiéndose en hacer el desayuno. Comienzo a jugar con Zoe, hace mucho que no veía a mi pequeña sobrina.

Cuando terminan las chicas de comer su desayuno, Zoe corre y vuelve a jugar con sus legos en donde los dejó. Me río, ella está mucho más energética este último tiempo.

Fijo mi mirada en Helena, ella está caminando con su mano en su vientre hacia los sillones de la casa. Me siento junto a ella a pesar de que me gano una mirada reprobatoria de su parte.

Helena hace un gesto de dolor y me pongo en guardia de inmediato.

- ¿Qué sucede? - le pregunto a Helena.

-Tranquilo no es nada- dice y relaja su rostro- Sólo se mueve mucho hoy.

Miro el vientre de Helena y ella se da cuenta de aquello. Sin previo aviso toma una de mis manos y la pone en su vientre.

Siento unas patadas de bebé en el lugar en el que se encuentra mi mano. Sonrío, es primera vez que siento que mi hijo o hija se mueve. Había sentido a León moverse, a Tomás y obviamente a Zoe, pero sentir como mi bebé se mueve es inimaginable.

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