¿Por qué eres mi hermanastro? romance Capítulo 46

Hoy se cumple un mes desde el nacimiento de León y con Sergio nos gustaría celebrarlo entre los tres, como familia. No es porque nuestro hijo esté cumpliendo su primer mes, aunque si un poco, pero la principal razón es para celebrarnos a Sergio y a mí por haber sobrevivido todo el mes sin ningún problema. Bueno, excepto los comunes como la falta de sueño, irritabilidad por aquella razón y otros factores que todos tienen la misma causa... León se despierta tres veces en la noche y nos deja despiertos a nosotros por mínimo una hora. Así que, perdemos tres horas de sueño hasta que Sergio se levanta para ir al trabajo y yo me levanto con él para que me vaya a dejar a casa de Kathy.

Si, las cosas no han sido muy fáciles, pero al menos no nos hemos dejado caer por esto. Incluso, no sé cómo lo hace Sergio para tener las mejores calificaciones en su clase si duerme tan poco. Los profesores tampoco lo entienden y por eso lo felicitan siempre. Estoy orgullosa de él.

Lo único malo que nos ha pasado es que hemos peleado o discutido bastante este último mes. Yo creo que se debe a la irritabilidad y a que ambos estamos bastante estresados por el tema del nuestro respectivo estudio, pero, en fin, siempre nos arreglamos y eso es lo que de verdad importa. Además, ya está acabando el año lo que es un alivio. Se vienen las vacaciones de verano y con eso mucho más tiempo para estar juntos, los tres, como la familia que somos.

Sólo un mes más. Sólo uno, aunque para Sergio es el peor ya que tiene todos los exámenes y la entrega de trabajo importantes en ese mes. Espero que no se estrese mucho, no me gusta verlo así, me da bastante tristeza y me preocupa.

Pero hoy decidimos dejar todo ello atrás. Es sábado, no hay que estudiar ni hacer algo importante. Sergio no trabaja los sábados ya que dice que le gusta estar con nosotros ese día.

Nuestro día de celebración consistió en descansar todo el maldito día y León nos ha ayudado mucho en esa tarea ya que por alguna razón ha estado durmiendo mucho. Así que Sergio y yo también. Nos despertamos cerca de las 7 de la noche por el llanto de León. Es su hora de comer.

Sergio y yo nos levantamos de la cama a pesar de que le dije que como León sólo tenía hambre, él podía quedarse acostado y seguir en durmiendo.

-Ya es tarde, pequeña- dice y me besa la frente- León no es el único que tiene hambre en esta casa

Me río ante el comentario de Sergio y él se ríe conmigo. Caminamos abrazados hasta llegar a la habitación de León y el pequeño se encuentra acostado en su cuna llorando. Cuando Sergio lo toma en brazos mientras yo me siento en el sillón lista para amamantar, León deja de llorar y comienza a mover sus manos para tocar la cara de Sergio. Para ser un niño de un mes solamente es bastante inteligente.

Cada día se parece más a su padre tanto en personalidad como físicamente.

Sergio me pasa a León y éste comienza a succionar mi pecho con mucha desesperación. Cualquiera que lo viera diría que León se muere de hambre todo el día, pero no es así. Somos muy estrictos en los horarios de este bebé, pero a él le encanta comer lo más rápido que pueda. El doctor dice que sólo es un bebé entusiasta y que no nos preocupáramos.

- ¿Qué quieres comer para la cena? - me pregunta Sergio

-Pizza- le respondo- pero para eso tendríamos que pedirla a domicilio.

-Tranquila, yo lo hago.

Sergio, quien estaba sentado a mi lado durante la conversación, se para de su asiento y se acerca a mí para darme un beso en los labios. Un beso tierno y corto. Eso son los únicos que nos hemos dado durante este mes. Sergio sale de la habitación y siento que baja las escaleras

El doctor me dijo que no podía tener relaciones por algún tiempo, al menos hasta que los puntos que me tuvieron que poner para el nacimiento de León se salieran. Eso pasó hace unas semanas, pero Sergio tiene tanto miedo de hacerme daño que prefiere que no hagamos nada. Es por eso que los besos que nos damos son tiernos y cortos. Sergio no quiere tentarse ni tentarme a mí, pero quiero demostrarle que ya estoy muy bien.

¿Qué? Llevamos bastantes meses sin hacer nada. Más o menos desde que tenía 7 meses de embarazo ya que a Sergio le daba miedo hacerle daño a León.

Cuando mi hijo termina de comer no pareciera tener nada de sueño. Mantiene sus ojos bien abiertos- porque abrió sus ojos por primera vez dos días después de que llegáramos a casa- y comienza a mover sus manos como siempre hace cuando está despierto. Le saco los gases rápidamente, al menos León también es rápido en eso

Intenta agarrar mi cabello, pero sus manos y brazos aún son bastante cortos como para eso, aunque creo que cuando este bebé tenga dos meses mi cabello sufrirá bastante. Tal vez me lo corte para así no tener problemas con León y mi cabello.

Tomo en brazos a mi hijo y bajo hacia donde está Sergio leyendo un libro de Biología para la universidad. Ya se lo está terminando, pero tiene el examen sobre eso el lunes.

-La pizza llega como máximo en una hora- me dice Sergio dejando el libro sobre la mesa y acercándose a mí- ¿Cómo está el animal succionador?

Me río ante el apodo. Mi hermano se lo puso cuando le dijimos como era León para comer y a Sergio le gustó así que suele llamar a León de esa forma.

-Como siempre después de comer- le respondo pasándole a León- Inquieto, no deja de mover sus manos y quiere agarrar todo lo que pareciera tener en frente.

Sergio se ríe y comienza a besar a León. Es una imagen tan tierna ver al padre de tu hijo besar a su bebé y más si lo mira como Sergio está mirando a León en este minuto. Sergio deja a León en un pequeño aparato que es como una silla para bebé del auto, pero tiene un móvil de animales encima de él, el cual Sergio prende para que se muevan

Es el juguete favorito de León y como siempre sucede, quiere agarrar los animales así que estira sus pequeños brazos y no quita la mirada del móvil.

-Así se entretendrá bastante mientras nosotros esperamos a que llegue la comida- dice Sergio y se sienta en el sillón frente a León.

Le da unas palmaditas al espacio que tiene a su lado y me mira sonriendo. Me acomodo a su lado mientras él me abraza. Nos acomodamos de tal manera que pareciera que estamos fundidos y que nadie nos puede separar. Sonrío, me encanta estar así con mi novio.

Sin tener que escondernos y por fin felices de poner estar juntos los tres como la familia que somos. Amo todo esto, de verdad que amo mi nueva vida.

Siento que mi celular comienza a vibrar en mi bolsillo y lo saco inmediatamente. Es un mensaje de Helena, más bien una foto de ella. Sale con la playera subida un poco sin mostrar sus pechos. Me muestra su vientre, su pequeño vientre de cuatro meses de embarazo.

Junto con la foto, hay un mensaje de ella:

Jamás pensé que volvería a verme de esta forma ¡y tan pronto!

Le muestro la imagen a Sergio y sonríe. Ambos estamos muy felices de que Helena esté embarazada, aunque yo más que nadie, ya que seré tía de nuevo y eso me pone muy muy feliz. Amo a mis sobrinos, Tomás ya está gigante con el año y 10 meses que tiene. Es muy activo. Es rubio de ojos claros tal y como lo era Gabriel- su padre- por las fotos que me ha mostrado Sergio. Zoe, mi pequeña pelirroja, está cada vez más grande con su año y 4 meses de edad. La amo demasiado, ella es más tranquila, muy inteligente y tiene los ojos verdes. Liam, quien ya tiene 4 meses de edad, ya parece tener su color de cabello definitivo que es un castaño bastante claro, pero no llega a ser rubio como su madre. Estos bebés son mi sol junto con sus padres, mis amigos y obviamente mi hijo y mi novio.

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