Porque Yo lo digo (COMPLETO) romance Capítulo 42

Lunes 26 de noviembre...

-Nicholas, por favor concéntrate, has estado muy distraído, no es propio de ti ¿qué te pasa?

Le reprochó Elías, al verlo tan distraído durante el almuerzo con Emerson y no entendía por qué, Nicholas, era el más interesado en convencerlo para unirse al proyecto.

-Nada, no me pasa nada, solo no consigo sacarme algo de la cabeza –gruñó mientras tomaba su copa de vino y bebía un buen sorbo

-Hijo, esto es importante, si contamos con el apoyo de Emerson, podemos con el directorio, somos tres y ellos dos

-Se te olvida que yo estaré a cargo aunque no estén de acuerdo –dice molesto con su tono de reproche

-¿Hablas del matrimonio ese? –preguntó preocupado

-No hablo por hablar, lo que digo se hace, ya deberías saberlo papá

-Pero ¿la secretaria? –no estaba convencido

-Es una mujer no una cosa –espeta cortante por su tono despectivo

-No se trata de eso..., creí que había algo entre tú y la otra chica, hijo a ti te gusta la de ojos azules

Sorprendido que su papá se haya dado cuenta que tenía sentimientos por Danielle, bebió el resto de su copa buscando ganar tiempo para pensar en una respuesta que lo deje tranquilo, pero al igual que él, a Elías, no le gustaban las evasivas

-Estoy comprometido con Frida y hazme el favor de hablar con Kristall, no puede aparecerse en la oficina creyéndose de la realeza y tratando a mi personal con tan poca educación

-Está espantada, al igual que tu madre, no da crédito a este supuesto compromiso

-No le rindo cuentas a nadie, ni necesito su aprobación para comprometerme con quien me plazca

-Bueno entonces ve pensando en una cena para hacer la presentación formal porque tu madre no te va a perdonar que la dejes fuera

-¿En qué estábamos?

Interrumpió Emerson, su quemadita de ojos. Regresó a su asiento luego de ausentarse para responder a una llamada de su asistente.

-Emerson, lo que necesitamos de ti es que concretes tus proyectos ahora, lo antes posible o que los reasignes, hay un par de buenos arquitectos nuevos que solo necesitan orientación

Nicholas, había regresado a la carrera, además este era el tema que conseguiría distraer a su papá de su conversación previa.

-Estuve pensando en esa opción y creo que es lo mejor, puedo supervisarlos

-Por supuesto –asintió muy de acuerdo, ya había cambiado su postura, ahora era todo trabajo, serio y concentrado

-Tengo que admitir que has hecho todo muy bien Nicholas, claro que la aprobación de Blanc y Hoggard, son necesarias para iniciar, de hecho creo que vamos a necesitar a al menos dos equipos adicionales para mostrar avances concretos a corto plazo

-Estoy de acuerdo, aunque mi trabajo son los negocios y en ese sentido mi parte está hecha, negociar acuerdos y detalles financieros y con Kobayashi, fue difícil, el japonés es un hueso duro de roer. Pero no imposible –explica Nicholas, con más calma

-¿Cómo van las conversaciones con el señor Kobayashi, hijo? No he oído nada al respecto –quiso saber Elías

-Me está presionando para comenzar de una vez la obra. Quiere planos no solo del edificio, quiere todo el paquete con diseños, decoración, muebles, etc. ¡Todo el puto trabajo! Es un negocio millonario si todos los diseños son de IMPERIO CO. –explicó Nicholas, entusiasmado con la idea

-Es..., tremendo –suspiró Emerson

Los tres guardaron silencio unos instantes para asimilar todo el trabajo que debían hacer para mantener contento a Kobayashi.

-Mi abuelo intentó trabajar con Takeshi Kobayashi, varias veces pero nunca llegaron a un acuerdo. Yo cambié eso y aunque tanto Blanc como Hoggard, piensen que solo quiero este proyecto multimillonario para llenarme los bolsillos y para inflar mi ego, no es así, realizar este proyecto y que sea un éxito nos llevará al siguiente nivel, vamos a internacionalizar la compañía, nuestro nombre, quizás en un futuro incluso abrir otra oficina en Asia o Europa, es importante para todos

Y fueron tres horas en las que hablaron mucho y recordaron a Jonathan Allen, con aprecio y admiración. Los tres hombres estaban más que emocionados por comenzar a trabajar en el proyecto, Nicholas, ya estaba elaborando un plan de acción para abarcar todas las áreas y necesitaba con urgencia una reunión con Kobayashi, así que lo primero que hizo al regresar a la oficina, fue pedirle a Danielle, que lo siguiera al despacho. Ella tomó su libreta y lo siguió, conocía esa mirada ansiosa por desarrollar una idea.

-Cierra la puerta

Pidió paseándose frente a su escritorio de un lado a otro pensando y pensando, aun no le dirigía la mirada, estaba concentrado repasando todo lo que debía hacer y el orden en que debía ejecutarlo

-Cuando guste señor Allen

Dijo al ver que no pensaba hablar pronto seguía absorto en sus pensamientos y moviéndose como loco.

-¿Qué?

Soltó Nicholas, antes de detenerse de golpe y levantar la vista hacia ella, de pie muy lejos para su gusto lista para tomar nota con su mano aun con la muñequera. Y la distancia que los separaba de pronto le resultó inaceptable, soltó un gruñido junto a una brusca exhalación y en tres pasos estuvo frente a ella, le tomó el rostro con delicadeza y la besó en los labios un par de veces antes de hablar, disfrutando de su sabor y su aroma tan seductor...

-Lo siento es que hay tanto que hacer y no sé por dónde comenzar, tengo que darle prioridad a muchas cosas y estoy algo indeciso –explicó y volvió a besarla

-Bueno dime todo lo que necesitas hacer y tal vez pueda ayudarte -ofreció con una inocente sonrisa, en las nubes con su tacto-. Soy buena organizando cosas

-Es precisamente lo que necesito

Tomaron asiento al escritorio en sus respectivos lugares y se pusieron manos a la obra haciendo listados de todo lo que debían hacer y ordenándolos por prioridad

-Creo que nada puede avanzar sin hacerle una visita al señor Kobayashi, para llenar los espacios en blanco

Suspiró Danielle, soltando su libreta para darle un respiro a su mano.

-Arréglalo con su asistente, organiza una reunión, ve los pasajes y el hotel, quiero que viajemos lo antes posible

Sentenció Nicholas, con los dedos volando sobre el teclado y sin quitar la mirada de la pantalla.

-¿Cómo dices?

Alerta por lo que eso significaba lo miró y entonces Nicholas, hizo lo mismo, la miró fijamente analizando su expresión para intentar averiguar lo que su pregunta significaba..., aunque se podía imaginar por donde iba

-Te debo un auténtico ramen japonés –comentó para que quitara la arruga en su nariz.

-Aun no sé cómo descubriste mi obsesión nocturna con esas sopitas japonesas

-Te seguí a ti y tus amigas hasta un restaurante, estaban borrachas ni siquiera notaron mi presencia ni la de mis amigos, nos sentamos a una mesa de distancia y..., solo me preocupaba que anduvieras sola con ese vestidito

-¿A si? –sonrió coqueta

-Bueno solo quería mirarte un poco más, estabas alucinante ¿contenta? –gruñe para nada molesto

-Mucho –suspira satisfecha

-Qué bueno que tienes algo que hacer hoy porque tengo mucho en lo que trabajar y contigo a mi lado haría de todo menos trabajar

-Señor Allen, aquí venimos a trabajar no a calentar la silla –lo imita divertida

-Calentar... -repitió con voz sugerente recordando lo que habían hecho hace unas horas en ese mismo despacho

-¡Nic!

Chilló soltando una risita ante lo fácil que se le hacía a Nicholas, pasar de un tema al sexo.

-Bien, dime que planes tienes con tu tía para esta tarde y necesito detalles

-Voy a visitar a Jim -anunció algo nerviosa por su reacción

Pero Nicholas, se mantuvo en silencio, concentrado a la espera de más detalles sorprendiendo a Danielle, con su "calma"

-Pedí una cita para que me revise la mano, el jueves pasado me dio su tarjeta cuando vino a verte, ya ha pasado un rato desde que tengo esta muñequera y no la soporto, no me duele –explicó nerviosa, estaba raro

-¿Intentabas ocultármelo? –soltó tranquilamente

-Un poco –confiesa apenada

-¿Por qué? –era todo seriedad

-Te pones muy mandón y celoso, le hablas feo a Jim, y es tu amigo, eres un grosero y no me gustas así, además mi tía también quiere que ya me quite esta cosa –levanta su mano para enseñarle la muñequera

-No me gusta la idea, pero al menos irás con alguien..., aunque me hubiese gustado llevarte yo ¿Por qué no me lo dijiste?

-¡Vaya! Acabas de ceder

-Puedo hacerlo de vez en cuando –se recuesta en el respaldo de su silla con una arrogante expresión que no acabó de convencer a Danielle

-Te lo advierto Nicholas, no quiero que aparezcas en la consulta fingiendo que es coincidencia, tienes mucho en que trabajar ¡no te distraigas!

-Deberías quedarte conmigo

Eso la pilló por sorpresa, lo observó en silencio, no sabía si lo decía por trabajo o para pasar un rato solos...

-Si lo necesitas puedo hablar con mi tía y quedar mañana y...--

-No, tienes planes y también quiero que tu mano esté sana detesto ese recordatorio del hijo de puta que te lastimó –se sentó derecho en la silla observándola sonriéndole con afecto

-Es usted un jefe muy considerado señor Allen –y esa sensación que no sabía explicar y que le provocaba la preocupación de Nicholas, apareciendo en su pecho

-Vas a viajar conmigo a Japón y no te voy a perder de vista ni un solo segundo

-Eres un pervertido, piensas con el "martillito" para todo –se burla aunque hablaba en serio

-¿Recuerdas lo que sucedió la última vez que le dijiste "martillito" a mi pene?

-Necesito un té ¿puedo tomarme 5 minutos? –pide ignorando su insinuación

-Puedes –asintió observándola casi obscenamente levantarse de la silla

Ruborizada Danielle, se fue hasta la sala de descanso a preparar su taza de té... Y allí estaba Frida, relajada en uno de los sillones bebiendo una taza de café. La siguió con la mirada en cada movimiento que realizaba para preparar su taza, consiguiendo intimidarla.

-Estás distinta ¿sacaste nuevo novio?

-No –respondió de espaldas

-Tal vez estés jugando con alguien de la oficina, vives aquí, llegas temprano

-Solo hago mi trabajo

-¿Qué me dices de ese día que te desapareciste?

-No desaparecí, fue por trabajo

-Mm..., claro

-Frida ¿por qué este interrogatorio?

-Por nada en especial, solo intento averiguar que te mantiene tan sonriente

-No soy una amargada

Dio media vuelta para enfrentar su mirada y no le gustó lo que vio en la de Frida, parecía ser envidia o celos, pero no lograba averiguar el motivo... ¿o era por Nicholas? ¿Sabía lo de Nicholas?

A toda prisa se marchó a su escritorio, buscó su celular para revisar si había algún mensaje de su tía y sí, había dos mensajes, pero ninguno era de Jazmín. Uno era de Aaron y el otro de Jim, solo abrió el de Jim, solo le confirmaba que la esperaba a la hora acordada.

De regreso en el despacho Nicholas, la esperaba cerca de la puerta para poder lanzarse a besarla, y así lo hizo, en cuanto Danielle, cerró la puerta la tomó de la cintura y la besó apasionadamente deleitándose con sus curvas

-Ya es suficiente don manos largas –jadea Danielle contra sus labios

-Un poco más –pide mimoso

Y eso pudo con ella, levantó los brazos y los llevó hasta rodearle el cuello a Nicholas, apretándolo más contra su cuerpo y prácticamente colgando, uno de los atractivos más sobresalientes de este hombre es su altura, sexy y elegante. Y aprovechándose de ello, la agarró del trasero dándole un buen apretón antes de trasladarla de la entrada del despacho hasta el sofá donde se dejó caer con ella sobre su regazo por otro par de minutos

-Necesito que me ayudes con el correo

-Por supuesto ¿ya me puedo levantar? –preguntó risueña aun en su regazo

-Si no hay más remedio

-Vamos a regresar al trabajo para que podamos tener una cita, recuerda que mi invitación sigue en pie

-No puedo esperar

Se levantaron del sofá, Nicholas, dejó a Danielle, ordenándose la ropa mientras él, se dirigía a su escritorio y tomaba algo de uno de sus cajones y regresaba con ella.

-Úsalo para revisar el correo

-Oh...

Algo incómodo pues no sabía cuál sería su reacción, Nicholas, le extendió el IPad, que le había regalado como agradecimiento por su ayuda y buen trabajo cuando tuvo que viajar a Japón con Kobayashi

En silencio ella tomó el IPad, lo encendió y accedió al correo de Nicholas, para revisarlo. Trabajaron tranquilamente por la siguiente hora hasta que Danielle, tuvo que recordarle que ya debía marcharse

-Creo que también me iré de aquí, si tú no estás no tiene sentido que me quede

-¿Vas a llevar todo a casa?

-Sí

-De acuerdo, te ayudo a reunir todo

-Gracias

-Con gusto señor Allen

Le guiña con picardía y comienza a reunir todo lo necesario, incluso mete varios documentos en el maletín de Nicholas, cuando acaba se despide con un casto beso en la mejilla y baja hasta la entrada principal del edificio donde su tía la espera.

Pasaron toda la tarde juntas, Jazmín, la acompañó con Jim, y luego ella a hacer unas compras. Acabaron en el apartamento de Danielle, cenando una deliciosa lasaña, su favorita y el plato que siempre le pide que prepare.

Cerca de las 11 de la noche, una llamada entrante despabiló a Danielle, de su lectura perezosa y cogió su celular de la mesita de noche.

-Nic

Respondió al primer tono y no pudo evitar la emoción que la invadió ahora no eran llamadas de trabajo en lo absoluto.

-Baja, estoy aquí

-Estoy en pijamas, dame 5 minutos –pidió con una gran sonrisa en el rostro

-Te doy 5 minutos -suspira algo nervioso

-No tardo

Danielle, saltó de la cama se calzó unos jeans, zapatillas y el abrigo. Corrió al espejo del baño a desarmar su trenza y acomodar su cabello, no se iba a maquillar para bajar, así que fue al natural.

Apoyado en su auto la esperaba Nicholas, de brazos cruzados y muy pensativo. Pero en cuanto sintió que lo observaban levantó la mirada y se encontró con la de Danielle, que le sonreía mientras se acercaba a él, feliz por la visita

-Hola ¿qué haces por aquí a esta hora?

Y sin cambiar su semblante Nicholas, extendió sus brazos para sostenerle el rostro y atraerla a un ansioso y apasionado beso que acabó con ella contra el auto y un mordisco en el labio inferior de Danielle, estaba así de ansioso por verla

-¿Me extrañaste? –suspira sonriéndole

-Como un idiota –confiesa con la misma expresión seria

-¿Y el trabajo?

-Sigue sobre mi escritorio

-¿Qué pasa? Sé que algo te preocupa más de lo habitual, dime ¿te puedo ayudar? –pide acariciándole la mandíbula con el dorso de su mano izquierda

-Entremos al auto te estas congelando

Estaba extraño, tan serio que a Danielle, realmente comenzaba a preocuparle su visita y no es que se queje, de hecho le sorprendió un poco lo impulsivo o "espontáneo" que había sido al presentarse a esa hora, pero su seriedad y falta de emoción solo le hacen ver que algo no iba bien. Le permitió apartarla del auto para abrirle la puerta trasera como todo un caballero y así poder entrar. La calefacción estaba encendida y todo el auto estaba deliciosamente cálido, y silencioso. Nicholas, se acomodó junto a ella pero no dijo nada ¡y eso la estaba matando! Así que decidida a que le hablara de algo, lo que sea

- Jim, me quitó esa cosa de la mano para siempre -sonríe enseñándole su mano libre.

-Esa es una buena noticia –murmura con la mente en otro lugar

-Pero tú ya sabías eso, estuviste llamándolo mientras me atendía -lo acusa divertida

-Solo quería asegurarme que todo estuviera bien

Suspira tomando su mano con cuidado y llevándosela a los labios para besarla con cariño

-Ya no tenemos ningún recordatorio de la existencia de ese hijo de puta

-No arrugues tu frente

Pidió Danielle, evitando el tema, le acarició la frente con sus dedos sobre las marcas que quedaban cada vez que se molestaba

-¿Qué más hiciste con tu tía?

-Buscamos un vestido para una fiesta a la que debe asistir por el trabajo de su esposo

-¿No compraste nada para ti? -pregunta rodeándole los hombros con uno de sus brazos

-Me compré un conjunto

-¿Un conjunto? -repitió algo perdido

-Ropa interior bobo

-¿Puedo verla?

-No

-¿Por qué no?

-Ahora mismo no traigo ropa interior -lo provocó un poco, aunque solo estaba siendo sincera

-¡Mierda, no me digas esas cosas!

-Estaba en mi cama leyendo un libro cuando llamaste -explica divertida

-¿Lees desnuda? Porque entonces quiero mirarte hacerlo todo el maldito día -y la sorpresa fue tremenda

-No, pero me quito la ropa interior para dormir, uso pijamas y ya basta del tema

-¿Qué más hiciste?

-Cené lasaña y estaba deliciosa, comí más de la cuenta

-Mm...

-No me mires así

-Me gusta la comida italiana y tanto que hablas de esa famosa lasaña me están dando ganas de probar qué tan buena es

-¿Estás diciendo que quieres que te invite a cenar?

-Sí

-¿Quieres conocer a mi tía? -soltó sorprendida

-Sí, la única vez que nos vimos apenas cruzamos un saludo y me gustaría comprobar que tan cercanas son

-Como la mamá que me hubiese gustado tener

-Es la hermana de tu madre ¿no?

-Lo es... -suspiró melancólica

-Dani, no pienses en esa mujer, no vale la pena

-Lo sé -le sonríe con cariño por su preocupación-. Mejor dime que es lo que te ha pasado, estás muy extraño y callado, muy serio y eso me preocupa

-¿Tanto se me nota?

-Sí, antes cuando estabas serio cortabas cabezas a diestra y siniestra, incluso escupías fuego

-¿Y ahora? -pregunta divertido

-Tiene que ser algo muy serio para que estés tan preocupado

-Que lista

-¿Me quieres contar o es un problema personal?

Suspirando con fuerza Nicholas, tomó nuevamente el rostro de Danielle, para mirarla a los ojos unos instantes antes de besarla lento y pausado, con toda la calma del mundo, como pocas veces ocurría...

-Me gusta esto

-¿Besarnos? -confundida espero por su respuesta

-Pasar tiempo contigo

La besa nuevamente por unos instantes tomándose su tiempo para juguetear con su lengua sobre los labios de Danielle

-Se siente bien -susurra embriagada

-Eres deliciosa -le dedica la primera media sonrisa sincera de la noche

-Tú no te quedas atrás

Le sonríe con cariño, pero no se le iba que estaba evadiendo el tema, aunque tampoco podía exigirle que le contara algo que no deseaba decir

-Tuve una discusión con mi mamá, lloró por dos horas, fue un escándalo tremendo, hubo muchos gritos..., de ambos y me dejó claro que está furiosa y tengo que admitir que ella en ese estado es DIEZ veces peor que yo o como me llamas tú, el "demonio", es Lucifer

-¿Qué sucedió? Para acabar en de ese modo quiero decir -estaba preocupada a Nicholas, no le gustaba lo que sucedía, era notorio y eso explicaba lo serio y pensativo que está

-Es por el puto compromiso ese, no soporta ser la "última" en enterarse, menos que sea una simple secretaria y que no haya acudido primero a ella

-Oh...

-No soporta la idea que me case porque no le dije nada de una mujer en mi vida y cursilería de mierda, nunca lo he hecho y no sé porqué esperaba que lo hiciera ahora

-Ese asunto del matrimonio... -suspira consternada-. ¿Qué piensas hacer?

La observó indeciso, no sabía cómo tocar el tema sin obtener una negativa

-La única persona que puede hacer algo eres tú

-¿¡Yo!?

Reaccionó Danielle, levantando la voz más de lo normal sorprendida por su afirmación, estaba cargándole toda la responsabilidad a ella y lo odiaba, él ya conocía su respuedta. Lo observó con los ojos bien abiertos y esperó que dijera algo más pero entonces sus palabras cobraron sentido en su cabeza y comprendió a lo que se refería, lo sabía pero esperaba que no se refiriese a eso..., discretamente tomó distancia, como si el contacto de su cuerpo la quemara

-Aún no respondes mi correo y estoy algo desesperado -volvió a tener ese aspecto serio y molesto, exigente

-Ya está hecho Nicholas... -le recordó en apenas un hilo de voz

-Dani

-Ya tengo que regresar a la cama. Buenas noches

Bajó del auto desanimada y desilusionada, él, no estaba cambiando todo esto de querer verla y pasar tiempo con ella era para convencerla de hacer algo que realmente no quería... ¿jugaba con sus sentimientos haciéndola creer que tienen algo serio solo para lograr su objetivo?

Con ese amargo sabor de boca regresó al apartamento, encendió su vieja laptop y volvió a leer el correo que le envío Nicholas, cuando su hermana apareció en la oficina, iba a responderle de una vez por todas

_____________________

De: Nicholas Allen

Para: Danielle Ross

Asunto: Hermana odiosa

La patearía fuera de mi oficina si pudiera hacerlo, es tan chillona como un crío de 2 años, tenías que advertirme antes que llegara aquí, para la próxima (y realmente espero que no suceda) dile que no me encuentro. Ojalá tú fueras Frida, necesito ayuda, mucha.

Tuya. Considéralo.

Hablo en serio, siempre fuiste mi única candidata, no permitas que haga una locura cuando puedes detenerme...

Nicholas Allen

Imperio Company

____________________

____________________

De: Danielle Ross

Para: Nicholas Allen

Asunto: RE: Hermana odiosa

Patear a tu hermana menor no sería inteligente, creo que la describiste bien aunque nunca mencionaste que tienen el mismo carácter endemoniado que tú. Prometo jamás volver a cometer el error de decirle que estás encerrado en tu oficina..., y con respecto a mi ayuda, la tienes siempre que la necesites y que yo pueda dártela

Pero hasta ahora solo me quedan claras dos cosas que quieres o necesitas de mí

1. Que me case contigo para obtener tu herencia / regalo de bodas

2. Sexo. Solo quieres sexo.

No puedo considerarlo, va contra mis principios. No sé si haya quedado claro pero el matrimonio para mi es importante, y la mentira algo aborrecible y he tenido mucho de eso en mi infancia y adolescencia como para volver a ese círculo vicioso y esta vez meterme voluntariamente

La decisión ya la has tomado, sí, es una locura, decide si quieres cometerla o arriesgarte con inteligencia..., aunque ya has avanzado mucho, tu familia cree que te vas a casar con Frida y varias personas de la empresa también lo saben.

No puedo ayudarte en eso Nicholas, no puedo

Danielle Ross D.

____________________

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Porque Yo lo digo (COMPLETO)