Quemame con tu pasión romance Capítulo 35

Daniel ya tomaba a Carina como su propia mujer, aunque ya no habían celebrado la boda, por eso naturalmente no podía soportar que su propia mujer estuviera en abrazos de otro hombre.

—¡¿Tú qué te crees que eres?! ¡¿Por qué tengo que irme?! He venido a ver a Carina especialmente. ¡¿Qué derecho tienes a echarme?! —Bruno se rindió ante la actitud dura y arrogante de Daniel.

Al ver que los dos casi se pelearon, Carina se entremetió:

—Daniel, no hagas ridiculez aquí. Bruno es mi amigo y solo ha venido a visitarme. No hemos hecho nada. Aquí estamos en el hospital, un lugar público. ¿¡Qué más podríamos hacer!?

—¡Cállate, ahora no te toca hablar! No te entremetas en los asuntos de los hombres. Después de resolver los problemas con él, hablaremos —Daniel interrumpió a Carina ferozmente.

—¡Eh! Si de verdad has venido a visitar a Carina hoy, pues te doy las gracias por tu amabilidad, pero espero que no vuelvas a verla más. Carina es mi mujer y está embarazada del bebé mío —le advirtió a Bruno con una actitud innegociable.

—¡¿Y qué?! Sí que Carina está embarazada del bebé tuyo, pero tú debes saber quién soy para ella.

—Sé que eres su exnovio. Aparte de esta identidad, ¿qué más tienes para competir conmigo? En comparación con la riqueza, el Grupo Chicote es el mayor accionista de Andranta y si quisiéramos, podríamos comprar la mitad de Andranta. ¿Qué tienes? En comparación con la apariencia, ¿crees que eres más guapo que yo? ¿Puedes darle una vida rica y estable a la mujer a la que quieres? —dijo desdeñosamente Daniel.

—¿Acaso todos los ricos piensan de esta manera creyendo que lo único que quieren las mujeres es el dinero? Admito que con el dinero podemos hacer muchas cosas, pero el dinero no es todopoderoso. ¿Realmente conoces a Carina y sabes lo que quiera ella? Ni siquiera entiendes lo que verdaderamente quiera ella. Solo pasaste una noche de pasión con ella por accidente y nada más. ¡Te digo que lo que puedo darle a ella no tienes!

Daniel se puso muy furioso al oír las palabras de Bruno.

Bruno quería decir que Daniel no podía competir con él, aunque era rico y poderoso porque él mismo conocía a Carina mejor que él y podía darle más a Carina en la vida espiritual.

Daniel se le acercó a Bruno y le dijo ferozmente:

—¡¿Qué?! ¿Me estás provocando con intención? No importa qué relación hayas tenido con ella antes, recuerda que ahora Carina es mi mujer. Lo pasado ya está pasado. ¡Ahora la verdad es que ya ella ha roto contigo! ¿Acaso quieres robarla de mí?

Bruno se limpió la sangre en la comisura de sus labios y dijo con desprecio e ironía:

—¡Bah! Resulta que el heredero del famoso Grupo Chicote es tan inculto que solo sabe acudir a la violencia cuando la razón no está de su parte. ¡Pero no creas que te tengo miedo, gilipollas!

Dicho esto, Bruno le devolvió un puñetazo pesado a Daniel en la cara.

—¡Hijo de puta! ¿¡Cómo te atreves a pegarme!? Nunca me han pegado desde pequeño. Bueno, déjame darte una buena lección para que aprendas a ser un poco modesto —Daniel le dijo furiosamente a Bruno.

Como si fuera una bestia fuera de control, Daniel se lanzó sobre Bruno y este último tampoco se echó atrás. Así, los dos se pelearon violentamente en la pequeña sala del hospital y chocaron contra un jarrón sobre la mesa.

El jarrón se cayó al suelo haciéndose en añicos. Las caras de ambas ya estaban llenas de heridas, pero aun así, los dos tercos no tenían la intención de parar. En este momento, Daniel vio un pedazo de cristal roto del jarrón...

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