Quemame con tu pasión romance Capítulo 63

A la mañana siguiente, Carina se despertó lentamente mientras dormía, mirando fijamente al techo y observando a su alrededor mientras se daba cuenta de que era todo, estaba casada.

Tanto si este matrimonio era lo que quería como si no, ahora era miembro de la familia nominal Chicote.

Carina se levantó de la cama y, mientras se refrescaba, se vio ojerosa en el espejo y parecía un poco aturdida. En sólo cuatro meses, su vida había dado un vuelco.

Pero esto no era un sueño en absoluto.

Carina miró las grandes letras rojas de la puerta, un duro recordatorio del hecho de que estaba casada.

Con una sensación de seguridad, Carina se dirigió a la cocina con la intención de preparar un abundante desayuno para la familia.

Al haber crecido en un hogar monoparental, las tareas domésticas y la cocina de Carina eran pan comido, y en un abrir y cerrar de ojos, los deliciosos sándwiches estaban listos.

El desayuno se dividió en tres porciones y se dispuso ordenadamente en la mesa del comedor.

Miró la hora y vio que eran las ocho.

María ya estaba despierta y miró con desdén la mesa sin decir nada, se dio la vuelta y se fue, dejando a Carina de espaldas.

Carina miró la fría espalda de María, con los ojos un poco apagados, y suspiró en su corazón.

—¡Oye! ¡Habrá muchos más días como este! Acostúmbrate a ello...

Carina sacó su teléfono móvil y marcó el número de Daniel, la llamada tardó en ser contestada y del interior salió la voz ronca de un hombre.

—Oye, ¿qué haces llamándome tan temprano por la mañana? Estoy en una reunión en la oficina —No había emoción en las simples palabras.

—¿Tienes que trabajar hoy? Hoy te he preparado el desayuno antes de darme cuenta de que no estabas en... La próxima vez, si estás trabajando, puedes avisarme con antelación y te prepararé el desayuno para que lo traigas —La suave voz de Carina sonó por el teléfono.

Su repentina dulzura fue como un cálido sol que brilló en el corazón de Daniel. Sintiendo que acababa de sonar demasiado mezquino, cambió al instante su tono:

—Ejem, estoy en la oficina, así que no tienes que preparar el mío para el desayuno, ¿por qué estás un poco extraño hoy?

—Soy tu esposa después de todo, incluso si no tenemos ninguna base emocional sólo estar juntos debido a nuestros intereses, todavía quiero que el ambiente de esta familia sea feliz.

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