QUIÉREME COMO YO TE QUIERO romance Capítulo 11

Olivia tenía la nariz congelada y los ojos hinchados.

—¿Qué más quieres? ¿Que espere a que el gran señor Lucas me reñirá? —dijo Olivia a las malas.

Él se rio y no dijo nada más.

Luego, extendió su mano para ayudarla a levantarse, porque era una vergüenza verla tirada en la nieve.

Olivia se quedó atónita por un segundo, pero luego cogió su mano y se levantó del suelo.

—Viniste a visitar a Aurora, ¿verdad? Pues, ve rápido y no pierdas el tiempo aquí —dijo Olivia, mientras aguantaba su envidia.

Ella no tenía derecho a envidiar, ya que Lucas era el prometido de su hermana y ella solo era una sustituta, que tendría que devolverle su puesto tarde o temprano. Incluso, se sentía como una ladrona sinvergüenza, que le robó a su hermana.

Lucas echó un vistazo a la prisión de mujeres, que estaba a lo lejos, construida en la cima de la montaña y unas emociones profundas se mostró en su mirada.

Después de un largo rato, el hombre dijo indiferentemente:

—No necesito que me digas lo que tengo que hacer.

De inmediato, esas grandes y cálidas manos agarraron la delicada y fría mano de Olivia. Ella se sorprendió y vio cómo la llevaba al Maybach.

—Lucas, ¿qué quieres?

«¡¿No me digas que este bestia lo quiere hacer en el coche?! ¡Siempre pasa algo cuando me toca!».

—No te preocupes, no soy tan bestia de devorarte en las afueras de la prisión de mujeres.

Lucas abrió la puerta del copiloto y metió a Olivia con rudeza en el coche. Luego, el coche arrancó, pero en dirección contraria.

—¿Qué haces? ¿No vas a ver a Aurora?

Olivia miró a Lucas con extrañeza. Él había venido para visitar a su hermana pero ahora se daba la vuelta, eso era algo que ella no entendía.

—¡Lucas, qué demonios estás haciendo!

—Es solo para que sepas que yo soy el dominante de nuestro juego y no intentes hacer trampas.

Después de usar el freno de emergencia, el coche se detuvo abruptamente en la carretera sinuosa y los neumáticos rozaron fuertemente contra el suelo.

Olivia era empujada por la inercia, su pecho le apretaba mucho por lo asustada que estaba hasta el punto de querer vomitar.

No obstante, a Olivia le molestaba más que Lucas considerase su relación como un juego.

—No te preocupes, me mantendré lejos de ti —dijo Olivia furiosa.

—¿Sí? Pero parece que eres tú quien me seduces descaradamente.

Lucas se acercó a ella de repente y la abrazó por la cintura con fuerza.

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