La Prisión de mujeres de la Ciudad S estaba ubicada en las afueras.
A través del cristal transparente, Olivia vio a su hermana, quien estaba sentada al frente, parecía más delgada que la última vez que la había visto, ya que la ropa de la prisión que llevaba puesto estaba más holgada.
Su rostro no tenía maquillaje, aún así ella le mostró una hermosa sonrisa al ver a Olivia y le preguntó ilusionada a través del micrófono:
—Olivia, ¿cómo está Lucas? ¿Por qué lleva tanto tiempo sin venir a verme? No le hbrás dicho la verdad de aquella noche, ¿verdad?
—No, te prometí que sería un secreto de nosotras dos. El Señor Lucas está muy ocupado últimamente.. Después de todo, tiene que hacerse cargo del Grupo Montenegro —consoló Olivia mientras apretaba los puños con ntal fuerza que se le clavaba las uñas en su palma.
Al ver que Aurora estaba tan preocupada por Lucas, Olivia no se atrevió a decirle que se había casado con él, ya que fue su culpa que hayan encarcelado a Aurora hace dos años.
—Olivia, como Lucas es mi prometido, puedes llamarlo Lucas —Aurora dijo.
—Cuando salgas, recuerda decirle que lo echo de menos muchísimo y que intentaré salir cuanto antes de la cárcel para volver a su lado. El guardia de la prisión me dijo que, por mi buen comportamiento en la prisión, puedo solicitar la liberación anticipada —agregó Aurora sonriendo.
Sin embargo, Aurora ya sabía que Olivia se había casado con Lucas, por lo que la odiaba a muerte. Solo dijo eso a propósito para que Olivia se sintiera culpable y que se muriera de la angustia.
Además, ella estaba segura de que Olivia no contaría la verdad de aquella noche a Lucas.
Olivia asintió sin decir nada.
—Olivia, sé que Lucas te culpa por hacerme ir a la cárcel, pero no debes culparte, porque nunca te he culpado, lo hice por mi voluntad porque eres mi queridísima hermana... —Aurora dijo palabra por palabra, de esta manera Olivia se culparía mucho más.
—Genial... no temo a nada, excepto a que el abuelo os obligue a ustedes a casaros —Aurora suspiró de alivio, pero insultaba a Olivia en su interior:«¡Qué hipócrita!».
—Aurora... tengo algo pendiente y te visitaré la próxima vez —Dicho esto, Olivia dejó el micrófono y escapó como si hubiera algún monstruo que la persiguía.
Al salir de la cárcel, no había ningún taxi disponible cerca. Olivia miró el reloj de su muñeca, como aún era temprano para ir a trabajar, podía caminar por la montaña.
Debido a la nevada de anoche, había una gruesa capa de nieve en el suelo que no se había derretido, por lo que se tambaleaba al caminar con sus tacones altos. Antes de llegar a la mitad de la montaña, un Maybach gris plateado se dirigía hacia ella...
«¿Es Lucas? ¿También vino a visitar a Aurora?».
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: QUIÉREME COMO YO TE QUIERO
Buenos días: cómo está? cuando subirán más capítulos. Saludos...