Reconquistando a mi exesposa romance Capítulo 5

Ciry ya tenía todo planeado sobre qué decirle a su ídolo al verlo, pero al momento de encontrárselo, su mente se quedó en blanco, y solo podía mirarlo fijamente con los ojos bien abiertos.

Macario, al ver al chico tan pasmado, pensó que lo había asustado y rápidamente trató de suavizar su presencia, esbozando una ligera sonrisa para parecer más amigable, entonces le preguntó de nuevo: "¿Estás bien, chico?".

Ciry reaccionó y asintió rápidamente: "Estoy bien".

El pequeño habló con una voz tierna y juvenil, y con un inglés fluido, miró a Macario con cuidado y le preguntó: "Tío, ¿puedo tener un autógrafo suyo?".

"¿Ah?", era la primera vez que un niño le pedía un autógrafo, y Macario, sintiéndose curiosamente atraído por el chico, se agachó para hablarle un poco más. Pero justo entonces, Ciry vio a su mamá salir del baño de mujeres y, con un sobresalto, se dio vuelta y corrió sin mirar atrás.

Macario, con la mano en el aire, listo para acariciarle la cabeza al chico, frunció el ceño, ¿por qué se había ido corriendo de repente? ¿Acaso lo veía como un monstruo?

El niño desapareció en un instante, y él se levantó, la calidez en su actitud desapareció, reemplazada por su habitual frialdad e indiferencia, antes de darse la vuelta y marcharse.

Helda, al recordar que había dejado su pulsera en el baño, se giró rápidamente para buscarla. Por esa razón, no vio ni a Macario ni a Ciry interactuando.

El pequeño se detuvo en una esquina, tocándose el pecho aliviado, afortunadamente, su mamá no lo había visto, ¿cómo era que ella estaba ahí? Ah, cierto, la tía Miri había dicho que ella tenía una cena de empresa, ¿así que su mamá estaba aquí por eso?

"Jefe, permítame presentarle a nuestra mejor diseñadora, Helda Azul", dijo Jeremy, entusiasmado al verla entrar y rápidamente la llevó frente a Macario, alabándola. "La colección Star Ocean que presentamos en la semana de la moda fue diseñada por ella".

"¡Ercilia!", Macario lo dijo con los ojos abiertos de shock, su mirada se llenó de una ira ardiente, y la frialdad en su ser se transformó en una tormenta furiosa, incluso su respiración se volvió agitada, ¿cómo era posible que esa persona, que supuestamente había desaparecido del mundo hacía cinco años, estuviera de pie frente a él?

Helda nunca imaginó que el nuevo jefe sería Macario, la persona que más daño le había hecho, y a quien menos deseaba ver en su vida.

Como si algo se rompiera dentro de su cabeza, un destello de rencor pasó por sus claros ojos, y se aferró con tanta fuerza a su ropa que sus venas se marcaban, luchando por mantener la calma.