ROMANCE ALOCADO romance Capítulo 32

Catalina encontró el nuevo coche en el garaje subterráneo, que era blanco, elegante y adecuado para mujeres. Este Audi no llamaba la atención en una zona urbana donde los coches de lujo estaban por todas partes, pero estaba fuera del alcance de la familia normal.

Estaba de pie frente al coche y tocaba suavemente la tecla, pensando en las palabras de Emanuel.

«Aceptar la realidad como si fuera la única opción que tengo en este momento.»

Sin embargo, no sabía conducir. Al final, lo único que pudo hacer fue pulsar el botón de bloqueo.

Muchas veces no sabía exactamente a qué se aferraba.

A la entrada del barrio, mientras caminaba, dos bocinas de coche sonaron de repente detrás de ella. Catalina miró hacia atrás y supo que debía ser Emanuel.

Como era de esperar, él condujo lentamente tras ella:

—¿No estás satisfecha con el coche nuevo? No es necesario que conduzcas un coche lujo, porque es demasiado llamativa. Un coche corriente como este es mejor, para ti.

Catalina le echó una mirada. El tono de su voz era arrogante, como si, a sus ojos, la gente como ellos, que ha nacido ordinaria, fuera una alternativa.

Catalina le ignoró y siguió caminando.

—La temperatura está bajando hoy. Sube al coche y te acompaño a casa.

Catalina le dirigió otra mirada inexpresiva:

—No, hay una estación de metro delante de mí, y me conviene ir a casa.

Emanuel dijo deliberadamente:

Emanuel golpeó el volante con disgusto:

—¡Joder!

Catalina dijo tranquilamente:

—Ya se lo he advertido... —mirando a los guardias de seguridad que se acercaban, sonrió—, No te preocupes, Director Moruga, no es un gran problema. Me voy, adiós.

Emanuel quedó sin palabras.

«¡Esta mujer debe ser mi némesis!»

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