Seducida por un extraño (COMPLETA) romance Capítulo 127

El sonido de una alarma que no es mía me despierta, somnolienta me siento en la cama, la habitación está a oscuras, por lo que no logro ver casi nada, vuelvo acostarme en busca de Andrew, pero no está, me levanto busco en mi bolso una goma y me hago una moño flojo y desenfadado en la coronilla, camino hasta la puerta de la habitación y salgo, paso a la cocina, pero tampoco está allí.

Voy a la sala y nada, por un instante contemplo la posibilidad de que este de nuevo en la sala junto a su cuarto, pero lo dudo, en ese momento veo a Maya salir de una de las puertas del pasillo con un guante negro en la boca, me acerco a ella y se lo quito, le hago cariño y esa comienza a besar mis manos, en ese momento escucho una serie de fuertes golpes.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis luego silencio, termino de abrir la puerta y entro al gym que tiene Andrew en su casa, hay gran cantidad de máquinas, pero no lo veo en ninguna de ellas, al final de la amplia sala hay una lona en el piso un enorme espejo cubre toda la pared del fondo y en una esquina hay un saco de boxeo, y allí de pie en posición de guardia frente al saco esta Andrew.

Una ligera capa de sudor cubre su cuerpo, lleva puestos solo el bóxer negro con que dormía, sus manos están envueltas en cintas color blanco, su cuerpo se ve tenso, no me muevo de donde estoy porque admirar su cuerpo en este instante me parece la cosa más importante del mundo, mis pies comienzan a acortar la distancia entre ambos como si un imán invisible me obligara a acercarme a él.

Cuando estoy a unos cuantos pasos comienza nuevamente a golpear el saco y Dios, es una imagen digna de contemplar, cada uno de sus músculos se contraen o relajan en cada golpe, estoy embobada viéndolo cuando se detiene y lo escucho reír, luego se gira y me ve con esa media sonrisa en la cara que me deja fuera de juego.

- hola...-

mis ojos viajan de sus ojos hacia sus labios cuando habla, por su mandíbula, su cuello, su pecho duro y fuerte, sus sexys y sugerentes abdominales, la V que los enmarca, sus piernas bien fuertes y definidas y viajan de regreso a su cara, donde me reciba una sonrisa pícara, cómplice...

- hola...-

lo saludo en un susurro, el comienza a andar hacia mi sin apartar sus intensos ojos de los míos, cuando lo tengo a unos escasos centímetros de distancia, quita un mechón de pelo y lo mete tras de mi oreja y justo en la línea de la mandíbula deja un cálido y suave beso que no hace más que erizar toda mi piel, se separa de mí y susurra

- que haces despierta tan temprano?...-

veo sus labios moverse y Dios unas ganas locas de besarlo se apoderan de mí, pero las controlo y le pregunto

- qué hora es?... tu alarma me despertó...-

el sonríe y me responde

- oh lo siento, olvide quitarla cuando salí de la habitación... son las 4 am...-

una de mis cejas se eleva al saber la hora y le respondo

- no te preocupes no pasa nada... ¿puedes explicarme por qué rayos te levantas tan temprano?...-

el sonríe y se gira hacia un banco que está pegado a la pared contraria se sienta y me hace señas para que lo siga, lo hago, pero me siento en el suelo frente al toma un sorbo de agua y me responde

- en realidad estoy despierto desde las 2:45... no te preocupes, no fueron las pesadillas, solo me levante por agua y no logre dormirme... y pues vine a entrenar...-

lo veo con sorpresa y le respondo

- estas entrenando desde las 2:45?...-

el sonríe se encoge de hombros y me responde

- si... no pensaba despertarte hasta las 6...-

se gira y toma mi móvil y me lo tiende, lo veo mal y le respondo

- que hacías con mi móvil?...-

él se ríe y me responde divertido

- honestamente? -

elevo una ceja en respuesta y me comenta riendo

- lo tome por equivocación... pensé que era el mío, cuando no sonó hace unos minutos supe que era el tuyo, ni siquiera me moleste en comprobar que era el mío, lo siento...-

niego con mi cabeza y le respondo

- esperas que te crea eso?-

él se encoge de hombros y me responde

- por qué mentiría?...-

sonrió, miro la pantalla de mi móvil, lo desbloqueo y busco la cámara, levanto el teléfono y lo apunto, el medio sonríe y levanta los puños, le hago una foto y sonrió y le respondo

- gracias...-

el vuelve a bajar sus manos y me responde

- de nada... tienes muchas fotos mías allí no?...-

pongo mis ojos en blanco y le respondo

- no realmente...-

el ríe y me contesta

- por que no?...-

esta vez es mi turno de reír y le respondo

- que voy hacer con un montón de fotos de un engreído como tú?...-

el vuelve a reír y me responde

- no sé, mirarlas por las noches?... se de alguien que se ha robado todas y cada una de las que cierta chica pone en su perfil...-

mis ojos se abren como platos y le digo

- me estas jodiendo!-

el comienza a reír otra vez y me comenta divertido

- fue mi pasatiempo durante los días que no nos hablamos... por lo que veo eres fan de hacerte selfies con todo el mundo no?...-

comienzo a reír y le respondo

- es que me gusta tener recuerdos... y las fotos son un gran recordatorio de momentos...-

el sonríe y me dice

- entonces me dejas hacerte muchas fotos?...-

vuelvo a sonreír y le respondo

- te dejo hacernos muchas fotos!-

el sonríe y me responde con calidez

- hecho!-

luego se levanta, pasa por mi lado y se para frente al saco y comienza nuevamente a golpearlo, hace series de 3, 4, 5 y 6 golpes, se detiene entre cada una y asesta un par de patadas en el saco, Andrew tiene una fuerza impresionante, mientras el continúa golpeando, yo miro la foto embobada, es guapo, muy, muy guapo, luego le pregunto

- a qué hora tienes planeado ir a Blue?...-

sin girarse y sin dejar de golpear el saco me responde

- a las 7:30... por?...-

veo la hora apenas son las 4:25 am, es demasiado temprano, pero sé que si regreso a la cama no volveré a dormir, por lo que le respondo, mientras abro la aplicación de Buenovela para continuar leyendo "Killiam, el despertar" un libro sobre vampiros que empecé a leer hace un tiempo.

- por saber... suelo llegar temprano!-

mientras busco el capítulo del libro en el que me quede, escucho los pasos de Andrew acercándose a mi nuevamente, se deja caer a mi lado y me pregunta

en cuanto las palabras dejan mi boca volteo a verlo, en su rostro esta esa enorme sonrisa de felicidad que me enamora y tanto me encanta y me responde

- me alegra saber que soy el primer nena...-

pongo mis ojos en blanco y le respondo

- olvídalo quieres...-

el sonríe y me responde

- es tu turno...-

lo miro con curiosidad y le respondo

- de que?...-

esta vez es el quien pone los ojos en blanco y me responde fastidiado

- de preguntarme algo...-

sonrió y le respondo

- ah ya... pero vas a responderme?-

lo veo dudar un poco, pero asiente, sin pensarlo mucho le suelto la pregunta...

- que es lo que sueñas... las pesadillas de que van?...-

él se tensa y desvía sus ojos de mí y responde

- eso te lo dije una vez...-

yo asiento y le comento

- sí, lo sé... pero solo lo comentaste... quieres hablarlo?-

el niega con la cabeza y yo me siento un poco triste, luego el me pregunta

- que es lo más duro que has vivido Asier?...-

en ese momento no sé qué contestarle porque mi vida parece color de rosas delante de la de él, y decirle que lo más rudo en mi vida fue cuando mi perro Max murió se siente increíblemente erróneo por lo que le respondo

- creo que he tenido una vida muy buena... -

el sonríe asintiendo y me responde

- y eso es lo mejor del mundo... -

luego me pregunta nuevamente

- tienes hambre?...-

yo sonrió y le respondo

- siempre tengo hambre... es culpa del pequeño alíen que habita en mi estómago...-

el vuelve a reír, se pone de pie y me tiende una de sus manos, me levanta de un tirón y me envuelve en un cálido abrazo y me susurra

- bien, entonces alimentemos al Alíen en tu interior...-

ambos sonreímos, el me suelta y se deshace de las cintas en sus manos, luego toma mi mano y comienza a caminar fuera del gym. Una vez en la cocina, lo veo sacar unos huevos, pan, tocino, unos frascos con frutas picadas y yogurt, lo deja todo sobre el mesón y con una agilidad increíble comienza a preparar el desayuno, yo me siento frente a él, admirando como por segundo día consecutivo no tengo que preparar mi desayuno ni el de alguien más.