Andrew.
La veo salir del gimnasio y el muy conocido sentimiento de odio y repulsión hacia mi va creciendo con cada paso que da hacia la maldita puerta, mi respiración agitada me molesta, estoy demasiado fuera de forma, el puto accidente me ha dejado así.
Me pongo en guardia una vez más y comienzo a soltar golpes, que no tienen nada que ver con los que solía darle, esto me frustra aún más, de inmediato las palabras de Sasha llegan una vez más a mi cabeza torturándome una vez más…-
“Se publicó otro artículo Andrew, en una conocida revista natural, sobre tus padres y sobre el accidente, en él se menciona que posiblemente murieron por culpa de una negligencia y se especula que fue tu culpa…”
Golpeo más fuerte el saco y maldigo una vez más, estoy reventado, pero necesito seguir golpeando si no terminare haciendo una vez más la estupidez de hundirme en el alcohol y no debo hacerlo, no solo porque Asier está aquí, sino porque no está bien que lo haga. Me tambaleo un poco por el cansancio y me detengo, enderezo mi cuerpo y echo mi cabeza hacia atrás.
Mierda Michel que te hice para que estés haciendo esto? nada de lo que te dije justifica tus acciones, no dije nada que ya no supieras, no te dije nada que ya no te haya dicho, porque es diferente esta vez…
Pienso odiándome por mi honestidad y mi falta de tacto al decir las cosas, por su culpa tengo que estar viviendo esta mierda. Suspiro abriendo y cerrando mis manos, me duelen, tenía más de 4 meses que no golpeaba el saco y está pasándome factura.
Paso mis manos por mi rostro y camino hacia el equipo de sonido, bajo un poco el volumen y dejando que la música de Imagine Dragon se filtre por mis oídos, suena Believer cierro mis ojos y vuelvo abrirlos, me recuesto de la pared y me dejo caer al suelo, mi cuerpo me está matando, necesito entrenar otra vez, no puede ser que por algunos minutos de golpear el saco este tan hecho mierda. Echo mi cabeza atrás y la recuesto de la pared, el recuerdo de mi madre sonriendo después de verme ganar una medalla en un torneo de artes marciales llega hasta a mi cabeza
- ese es mi chico…- dice mi mama sonriendo
- gracias ma…- digo rodeándola con mis brazos, mi padre me mira orgulloso junto ella
- bien Andrew, vamos por una pizza para celebrar…- dice el, también sonriendo
- esa es una estupenda idea…- digo, ambos ríen y echamos andar fuera de la lona de pelea, donde se estaban entregando las medallas, en la puerta, nos esperan sonrientes Matt, Sophi y Dom
- bien hecho… les diste una buena paliza a los hijos de puta…- dice Dom riendo, mi madre al escucharlo lo mira mal y le llama la atención
- ¿Dominik que forma de hablar es esa?...-
- Lo siento, es que me he emocionado con su fuerte y sexy hijo…- dice en tono burlón por lo que mi madre comienza a reír negando con la cabeza.
- felicitaciones primo…- dice Sophi sonriendo ampliamente tomada de la mano de Matt que me mira con el ceño fruncido
- ¿qué pasa?...- le pregunto caminando a su lado, el suspira y responde sin ganas
- en el último round dejaste que te golpeara…- dice reprochándome
- era bueno por eso me alcanzo…- el ríe y responde
- no tanto como tú, por eso tienes esa medalla ¿no?...- dice señalando la medalla en mi cuello. Asiento y mi mama rodea mis hombros
Una vez pienso en ella me siento culpable, cada vez que pasa algo relacionado con ellos la hago a un lado, sé que no debo hacerlo, pero la verdad tengo miedo de lo que pueda pensar después de saber la verdad, suspiro, antes de ponerme en pie, apago el equipo y las luces, salgo del gimnasio, el pasillo esta oscuro, no creí que fuera tan tarde, mi cuerpo me pesa horrores, estoy realmente cansado.
Llego a la habitación y abro la puerta con cuidando, el televisor esta encendido, pero Asier está profundamente dormida de lado mirando hacia la puerta, con mi almohada abrazada, estoy seguro que se durmió con ella así, para sentir mi olor, me pasa lo mismo cuando no duermo con ella, sonrió por eso, me acerco despacio, Maya levanta su rostro para mirarme con cara de
“la trataste mal no te acerques”
Sonrió aún más, al ver como apoya una vez más su cabeza sobre una de sus piernas, mi chica se ha enamorado también y ama tanto a Asier, creo que la ama mucho más de lo que me ama a mí, me acerco a ella y acaricio su cabeza y le susurro
- sé que tú también la amas… ahora tienes competencia…- dejo un beso sobre su cabeza mientras ella apenas mueve su cola.
Me acerco a Asier y aparto un mechón de cabello que sale de su moño, sonrió al verla dormir tan plácidamente, acaricio su mejilla, mierda soy demasiado afortunado por tenerla en mi vida después de todas las mierdas que la he hecho pasar, incluso después de saber tan poco sobre mi pasado ella sigue aquí… sé que sigo siendo hasta cierto punto un extraño para ella y dios saber esto me hace amarla aún más, porque sin saber todo de mí, sigue aquí a mi lado, me inclino sobre ella y dejo un cálido beso en su frente.
Me dirijo hasta el baño, necesito una ducha caliente, los músculos de mi cuerpo se sienten como si tuviera un montón de agujas, me esforcé demasiado mañana odiare haberlo hecho. Entro en la ducha y dejo que el agua caliente caiga por mi espalda y ayude a relajar mis músculos, me quedo quieto un buen rato allí bajo el agua, termino de ducharme al poco tiempo y salgo escurriendo agua hasta el lavabo, tomo una toalla y la enrollo en mi cintura sin secarme si quiera, echo mi cabello atrás, esta largo, hace años que no lo llevo tan largo, desde que mis padres muriendo no lo llevo como ahora, a ella le gustaba verlo así por eso lo deje crecer y se volvió costumbre siempre tenerlo así, después que murieron lo corte, ver mi reflejo en el espejo me recordaba a ellos.
Camino de regreso a la cama, Asier continua profundamente dormida, Maya ya no está sobre la cama, está a los pies de ella, del lado de Asier, sonrió por que solía dormir a los pies de la cama, pero de mi lado, traidora, pienso. Me pongo un bóxer gris y me acuesto en la cama mirando el techo por unos segundos, luego me giro para verla.
Como amo a esta mujer, no me imagino la vida sin ella, preferiría morir a tener que vivir sin ella, cuando Michel menciono en la nota eso de que pasaría si ella no estuviera, me desespere, quería tirar todo dentro de la puta habitación del hospital, no puedo imaginar que algo le pase, no creo de verdad poder vivir también con la culpa de que le pase algo a ella, en serio no creo poder soportarlo, acaricio su mejilla y se remueve un poco, tomo la sabana y la cubro, su piel esta erizada, sonrió al recordar eso del efecto Andrewriano, me acerco y dejo un beso sobre sus labios y susurro
- te amo Asier y prometo que nada malo te pasara… me asegurare de eso…- vuelvo a besarla y me acomodo a su lado, lentamente el sueño me invade y pierdo de vista el hermoso rostro de la mujer que amo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Seducida por un extraño (COMPLETA)