—Digo que si vas conmigo, lo pasaras muy bien además tendrás como plus una dosis de verdad, lo que sea que preguntes lo responderé, lo que quieras saber, lo que sea.
Su propuesta suena realmente tentadora, ¿conocer cualquier cosa del hombre que me desarma y me deja fuera de combate? es como la perfecta oportunidad, pero venga Asier que te pasa, tú no eres así. Tu no andas jugando con las personas para obtener un poco de información sobre alguien, así ese alguien te esté volviéndote loca. No puedo, y tengo que decirle, así que respiro profundamente y se lo suelto sin anestesia.
—Iré con Matt, me lo pidió ayer, lo siento.
Su rostro inmediatamente se trasforma en una máscara de ira. Listo señores ya lo perdí, ya se terminó la conversación, ya no hay marcha atrás, volverá a ser el capitán de hielo y yo perdí la oportunidad de saber que rayos paso por boca de Andrew. Lo veo respirar profundamente.
—Oh genial, ¿tienes alguna otra cosa que preguntarme?
Su mandíbula esta apretada y la pregunta salió de esta sonando amenazante, suspiro.
—Dudo mucho que vayas a responder cualquier pregunta ahora que sabes que iré con Matt al evento, pero sí tengo más preguntas —respira profundamente como si estuviera controlándose.
—Tienes razón, la conversación se terminó.
Corre la silla hacia atrás y se levanta, rodea la mesa, se detiene a mi lado y susurra.
—Matt no es lo que crees Asier, esta tan sucio como yo, pero tú lo elegiste a él, al menos yo estoy mostrando mis cartas antes de jugar, veamos hasta donde llega su teatro y veamos donde y con quien terminas durmiendo.
No me da tiempo de responder, porque sale del café como alma que lleva el diablo, sé que fue una advertencia sé que hay más entre líneas pero no logro saber que es, y tendré que esperar a que Matt me aclare lo de los supuestos ocho años de relación con Sophi.
Me levanto y camino a la salida, saco mi móvil y veo que tengo un WhatsApp, de Matt probablemente, lo reviso y si, es el.
Matt:
Hola nena buenos días, como estas? estoy por bajar a la sala, ya llegaste?
Justo ahora no me apetece responderle, por lo que simplemente camino hasta el edificio, donde tomo el ascensor y voy hasta la sala, enciendo mi ordenador y comienzo a revisar el mail, al cabo de unos diez minutos escucho las puertas abrirse y veo entrar a Matt.
Lleva un vaquero azul claro desgastado, unos tenis blancos, un camisa blanca y sobre esta un suéter azul manga larga, se ve divino. Me mira y enseguida una enorme sonrisa se dibuja en sus labios, se acerca rápidamente a mí, gira mi silla y me dice rosando mis mejillas con sus nudillos.
—Buenos días nena ¿cómo estás?
Se acerca a mí y deja un cálido beso en mi mejilla, se levanta nuevamente y me guiña un ojo con una sonrisa pícara en sus labios
—¿Qué tal tu fin de semana? —no puedo evitar reírme.
—Aburrido a morir.
El suelta una carcajada sonora y camina hacia su oficina, abre la puerta aun riendo y lo escucho, rodar la silla encender el ordenador, luego colocar la silla en su lugar y volver a salir, acercarse a mí sin dejar de sonreír.
—¿Desayunaste? —Niego con mi cabeza, la sonrisa desaparece de su rostro y frunce el ceño, me mira un poco preocupado.
—¿Estas bien, quieres ir a comer algo?
Lo pienso un momento y justo mi pequeño alíen hace su aparición como si lo hubiesen invocado, así que me río.
Pero no es el único molesto en la sala, por lo que lo miro y niego con la cabeza y saco mi mejor sonrisa, de me importa una mierda lo que hagas
—No te preocupes Matt, veo que tienen mucho de lo que hablar y ponerte al día —me giro hacia Sophi que está mirando a Matt extrañada, paso por su lado y la saludo cordialmente.
—Sophi buenos días, ¿cómo estás?
Ella finalmente repara en mí y me dedica una sonrisa encantadora, para luego volver a mirar a Matt.
—Ahora que él está aquí, puedo decirte que estoy excelente.
Su afirmación toca un poco más el nervio de los celos, por lo que volteo a verlo y lo fulmino con la mirada.
—Tenías razón nena —no quiero sonar como una perra pero lo hago—, es encantador, tenías razón en lo que me contaste sobre él y entiendo lo que pasa.
Ella sonríe ampliamente ajena a lo que está ocurriendo entre él y yo. Vuelve a posar su mirada en el que solo nos contempla a ambas y sin más ganas de seguir aquí, continuo mi camino hacia la puerta.
—Entra ya a la puta oficina —su tono es osco pero me vale mierda que este enojado.
No escucho más nada porque ya estoy fuera de la sala, respiro profundo y camino hacia el ascensor, dejándolos atrás, bajo a planta con intensión de entrar al restaurante pero el hambre que tenia se me ha quitado por completo, por lo que decido regresar sobre mis pasos y subir hasta el mirador, necesito aire, comienzo el ascenso y en cuanto llego al último piso que las puertas se abren me inunda la brisa cálida y el rico olor a mar.
Salgo y comienzo a caminar hacia el mirador, me siento en uno de los bancos y cierro mis ojos, estoy celosa lo sé, porque siento hervir la sangre, pero por alguna extra razón no estoy furiosa con Sophi, estoy furiosa con Matt, el mismo advirtió que el encuentro seria efusivo pero nunca imagine que ella lo besaría sin más y el no diría absolutamente nada sobre nosotros. Claramente Andrew tenía razón y entre estos dos hay más de lo que Matt me dijo.
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