Seducida por un extraño (COMPLETA) romance Capítulo 65

Su tono volvió a ser el animado y dulce que ha estado usando a lo largo del día, pasa por mi lado, sujeta una de mis manos y tira de mi hacia la sala, sin apartar la vista del interior de la caja de pizza, me guía por el pasillo donde están las puertas que dan hacia las habitaciones, pasamos el estudio y dejamos estas puertas atrás, luego llegamos a otro pasillo con unas escaleras que suben, el comienza el ascenso conmigo aun de la mano y mirando aun el contenido, al terminar de subir, me guía a través de una puerta de vidrio y caemos a un espacio iluminado por la luz del día, mis ojos quedan cegados momentáneamente por la luz y cuando estos se acostumbran al resplandor me doy cuenta que estamos en una enorme terraza.

Caminamos al rededor una enorme piscina, rodeada de tumbaderos, llegamos a una división en el piso donde hay grama y al fondo están unas mesas con sillas y enormes toldos de lona, detrás de estos esta un enorme espacio donde veo una parrillera de estas que se ven en los programas de competencias de parrilleros, una mesa junto a esta, una nevera enorme y otras cosas que no alcanzo a distinguir porque en mi vida las he visto, Andrew se detiene en uno de las mesas cubiertas por toldos, coloca las cajas sobre la mesa y finalmente voltea a mirarme por lo que le digo en broma.

—¿Finalmente tienes ojos para mí? —él sonríe y me responde divertido y socarrón.

—Siempre tengo ojos para ti pero cuando hay una pizza de por medio la cosa se me complica.

Se gira y abre una silla para que me siente, tomo lugar y él se sienta junto a mí, abre la caja y toma un trozo sin esperar por mí, inmediatamente le inca el diente a la punta de la pizza y comienza a masticar animadamente, yo lo veo divertida, porque parece un niño comiendo dulces, le sonrió y mientras tomo un trozo le pregunto

—¿Te gustan mucho? —sonríe con la boca llena, traga y me responde animadamente

—No tienes idea, siempre que viajábamos a Italia, desayunaba, almorzaba y cenaba con pizza, estas son hechas por un siciliano por lo que saben igual que las que solía comer en esa época.

Sus ojos brillan de nostalgia y un poco de alegría, supongo que está recordando esos viajes, por lo que comienzo a curiosear.

—¿Has ido muchas veces?

El continúa masticando el último trozo de pizza que le quedaba y al tragar responde.

—Íbamos todas las vacaciones, mi padre tenía familia viviendo allá, luego comencé a ir con Sophi y Matt en la secundaria, en la universidad fui un par de veces, pero tengo algo de tiempo que no voy.

Toma otro trozo de la caja y vuelve a morderla con ansias, yo me río de su forma de comer y continúo haciendo mis preguntas.

—¿Que ciudades conoces? —el traga y luego responde con voz ronca.

—Joder olvide pedir los refrescos, aguarda aquí.

Se levanta y se dirige hacia el enorme espacio tras de nosotros, baja unos escalones trotando y se detiene frente a refri donde lo abre y me grita desde allí.

—¿Quieres una cerveza o una cola?

Niego con la cabeza y la boca llena, por lo que me apuro por tragar y gritarle en respuesta.

—Una cola por favor.

El toma dos latas de cola y regresa, trotando, las coloca sobre la mesa abre una y luego la otra, la coloca frente a mí, bebe un sorbo de la suya y muerde nuevamente un troza de su pizza y traga velozmente y responde

—¿Qué fue lo que hizo Matt, para que estuvieras saliendo con él en solo un par de días? es algo que está carcomiendo mi cerebro desde que los vi juntos, porque evidentemente no se conocían de antes, sino yo también te conocería.

Se queda callado estudiando mi expresión que seguramente es de sorpresa y confusión, me aclaro la garganta y trato de decir algo pero no lo logro por lo que vuelvo aclarar mi garganta y finalmente tomo un largo suspiro y le respondo.

—Honestamente no lo sé. Matt y yo hicimos clic en cuanto hablamos por primera vez, las cosas simplemente se dieron demasiado fácil, conversar con él es tan sencillo, su personalidad es cautivadora ¿sabes? es dulce, atento, caballeroso, divertido hasta mas no poder, casi siempre estamos bromeando, todo con Matt fluye tan fácilmente que se siente como si nos conociéramos toda la vida.

Hago una pausa contemplando la superficie de la mesa ya que por alguna extraña razón no me atreví a mirarlo a los ojos, por alguna extraña razón siento que mis palabras no tienen sentido y que no responden honestamente su pregunta por lo que vuelvo a suspirar y continuo.

—Matt es increíble, se porta genial conmigo y hacia muchísimo tiempo que no me sentía así de bien con alguien, todo se dio muy rápido, Matt es... —la voz fría y distante de Andrew me interrumpe.

—Matt es un enfermo mentiroso y manipulador, eso es Matt, solo ha estado mostrándote lo que le conviene que veas, lo que le conviene que conozcas para enamorarte, no voy a decir que en verdad no le gustas porque se ve a leguas que le encantas, pero todo eso que me estás diciendo, ese maravilloso y genial Matt que describes no existe Asier.

Su afirmación me cae como un enorme balde de agua fría y lo miro con sorpresa, mis ojos no se despegan de los de él, porque en sus ojos veo y de alguna forma extraña siento que lo que está diciendo es verdad, en sus ojos veo tristeza y pesar, luego de sus labios se desprende una media sonrisa triste y continua.

—Pero no soy yo quien tiene que verlo, he estado junto a ese imbécil la vida entera como para asegurarte que ese Matt del que hablas no existe. Pero eso tienes que descubrirlo por ti misma y aunque si he tratado de patearle los cojones infinidad de veces, no voy a mover un dedo para demostrártelo porque tarde o temprano sé que vas a darte cuenta.

Además estoy seguro que justo ahora estás pensando en que no tengo ni el derecho ni la moral para hablar de Matt de la manera en que lo estoy haciendo, pero.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Seducida por un extraño (COMPLETA)