Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 134

— Muy bien Nicholas, tienes que tomar una decisión

— ¿De qué se trata Danielle? Estás alterada, ven vamos a tomar asiento

Intentó tomar su mano pero ella, no se lo permitió.

— Quiero que te decidas y me digas qué mierda vas a hacer con la perra insufrible de Vanessa

— ¿Estás así por ella? ¿Te hizo algo? Dímelo

— ¡Sí! Esa retrasada hace lo que se le da la gana, lo que quiere y tú no haces nada para detenerla ¡se lo permites!

— Cálmate, te hará mal

— Estoy todo lo calmada que puedo estar por esa hija de puta, y no vuelvas a pedirme que me calme ¿crees que no sé qué esto me hace mal?

— ¿Qué te hizo?

— Ya me cansé de fingir que no es un problema para nosotros, sé que fue tu amiga desde la infancia y todo eso pero ya es hora que te hagas cargo de sacar la basura

— Hablaré con su familia

— No, eso no es suficiente, ya lo hiciste y ahora esa infeliz ha hecho cosas peores y lo sabes pero no haces NADA

Ahogada y con la respiración acelerada Danielle, se apartó para tomar asiento en el sofá, era lo que provocaba esa mujer y que Nicholas, no hiciera nada ¿por qué seguía defendiéndola? No conseguía entenderlo.

— Quiero que vayamos con la policía porque yo no voy a permitir que le siga haciendo daño a mis amigos, mi familia por un maldito capricho —le advirtió decidida—. Si tú no te decides entonces lo hare yo

— Dani…

Preocupado salió del despacho, le pidió a su secretaria una taza de té y a Lee, que entrara con ellos. Danielle, lo observaba decidida con su mirada que lanzaba chispas, estaba realmente furiosa lo cual lo desconcertaba.

Lee, tomó asiento junto a su amiga para asegurarse que se encuentra bien, notaba lo alterada que estaba lo cual no era bueno. Unos minutos después Carly, entró con una bandeja con un vaso de agua y la taza de té, que Nicholas, le pidió y se retiró.

— Tiene serios problemas mentales…, no conoce límites —comenzó a decir mientras bebía un poco de té, a petición de Lee, bajo la intensa mirada de Nic, quien seguía de pie

— Dime qué ha hecho para alterarte de este modo Dani, por favor —pidió angustiado

— Me amenazó y…, metió a Theo, a la cárcel, lo acusa de haber abusado sexualmente de ella ¡no voy a permitir que siga con esa mentira!

— ¿Qué? ¿Lee, sabes algo de eso? Por favor pueden explicarme y cómo es eso que te amenazó ¿qué te pidió?

Dejando la taza de té a un lado Danielle, tomó una profunda respiración para intentar controlar toda la rabia y frustración que sentía hacia esa mujer.

— Se apareció el día de nuestra boda dispuesta a saltar sobre mí cuando me dirigía al salón pero Theo, la detuvo y los guardias se la llevaron, llamaron a la policía y después de eso no supe nada más, pero su obsesión por ti ya es enfermiza y dañina

— ¿Por qué no me dijiste nada de eso?

— Creí estúpidamente que ese había sido su último intento desesperado pero no fue así, se metió con mi Wes ¿sabías que lo sacaron del apartamento?

— No, solo me preguntó si estaba de acuerdo en que se quedara con Lee, en la casa de invitados, no pregunté porque realmente me siento más seguro sabiendo que estás acompañada

— Nic, otra vez lo sacaron de casa, tu amiga, esa perra demente se metió con mi amigo, probablemente se acostó con el otro demente que se hace llamar papá

— ¿De qué estás hablando Danielle?

— Estoy hablando que el papá de Wes, compró el edificio de mi apartamento influenciado por la maldita Vanessa y echaron a la calle a mi amigo y Lee, esos imbéciles enviaron a unos tipos a sacarlos y echarlos a la maldita calle

— Lee ¿por qué demonios no me hablaste de esto? —preguntó Nicholas

— Solo hice lo que Wes, me pidió, no me correspondía contarlo él, solo evitaba arruinarles la boda y no preocuparlos…, dice que solo es un pobre intento de parte de su papá de causarle daño por lo de las demandas

— ¡Sabía que esto iba a suceder! —gruñó Nicholas

— No quiero que mis amigos sufran las consecuencias de esa mujer despechada, está loca, incluso amenazó con hacerle algo a Robbie

— ¿Qué? ¿De qué estás hablando?

— No puedo permitirle que le haga daño, no puedo —gimió contra el pecho de Nic

— Claro que no lo vamos a permitir

— La odio Nic, lo llamó huérfano —susurró con dolor

— Ya mi amor, no llores por esa mujer loca

— Quiero a Robbie, conmigo ¿podemos ir a recogerlo de la escuela ahora?

— Por supuesto, quiero que estén juntos y seguros

— Chicos, tal vez sea buena idea que Dani y Robbie, se queden en el hotel unos días, así para “satisfacción” de esa mujer se va de la casa pero la mantienes segura contigo Nicholas

Sugirió Lee, preocupado por los problemas que ocasiona esa mujer y pensando que haciéndola creer que consiguió lo que quería sería un buen intento de calmarla para que no haga nada extremo.

— ¿De qué hablas Lee?

— Hagámosle creer que nos iremos de tu casa, me llevaré a Dani, armaremos una maleta y si está tan obsesionada como suena se enterará

— No me gusta tu idea —soltó el aire con fuerza—. Pero es lo que tenemos que hacer ¿estás de acuerdo Dani?

— Podremos vernos aquí en el hotel ¿no te irás verdad?

— Claro que no mi vida, pasaré cada noche contigo. Haré que bloqueen las reservas de uno de los pisos, se quedarán allí hasta que sepa cómo tratar con esa mujer ¿de acuerdo?

— Sí, de acuerdo.

La abrazó una vez más antes de levantarse para hacer la llamada al gerente y preparar el piso para su familia.

Alrededor de una hora después Lee, se llevó a Danielle, de regreso a casa mientras que Nicholas, se dirigía a la escuela. Estaba nervioso, molesto y angustiado por tener que hacer pasar a Robbie, por todo aquello, sentía que era su culpa por no haber hecho nada al respecto. Luego de lo que ocurrió en la fiesta de los Mitchell, esperaba que Vanessa, desistiera pero al parecer aquello solo lo empeoró todo.

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