Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 145

— ¿Sabes por qué Mika, le puso así a su bebé? —cuchicheó Danielle, mientras su amiga amamantaba al niño por última vez antes de dejarlo

— Ilumíname

— Le encanta la película “Billy Elliot”, siempre llora y se emociona y hace la misma promesa una y otra vez “prometo, que sin importar mis gustos dejaré que mi hijo haga lo que le guste hacer, incluso si quiete ser bailarín de valet”

— Es una buena promesa —asiente Nic, de acuerdo con Mika

— Lo sé, Eli, será lo que quiera ser, a las niñas les gustará tener un primito

— Nuestras sirenitas… —suspira ilusionado—. Tenemos cosas que hacer para prepararnos

— No estoy lista para deshacer la habitación de Robbie ¿y si ponemos las cunas junto a su cama y ya? —propone Danielle, con un puchero

— ¿Qué tal una casa nueva? Podríamos tener una habitación solo de nuestro rayito de sol y todo lo que deseemos

— Me encanta tu casa y nuestra habitación es increíble ¿y si con todos los arquitectos de Imperio, rediseñas la casa?

— Ya veremos, nuestra casa, Señora Allen, por ahora solo necesitamos un par de cunas y…, carajo que Mika, nos haga una lista, ahora que todo acabó debemos prepararnos

— No lo menciones ahora o no se irá a su noche de pasión con Leo, mira la sonrisa que no han desaparecido cariño —ríe Danielle

— Es cierto, merecen un descanso, son buenos amigos

— Lo son

20 minutos después Mika, los llamó para enseñarles la rutina de Eli, para ir a la cama. Luego les explicó cómo calentar los biberones, pañales y sus horarios.

Los primeros en dejar la casa fueron por supuesto Leo y Mika, quienes contaban las horas para regresar por su bebé, asegurando que estarían disponibles toda la noche en caso que sucediera algo.

— Ya está dormido, con el estómago lleno, ustedes mismo dijeron que dormirá por al menos 5 horas seguidas así que no pierdan más el tiempo, Nic, les reservó la mejor habitación del Garden, disfrútenla

— De acuerdo, pero me llamas —pidió Mika

— Claro que no, ya basta y lárguense de una vez, youtube puede ayudarnos ustedes papis tienen la noche libre —insistió Danielle

— Gracias, ruidosa

Después que los padres primerizos se marcharan lo hicieron Theo y Wes. Por último Lee, quien prometió ayudar por la mañana con Eliot.

— De acuerdo Señora Allen, hora de un baño y a descansar, ha sido un largo día y quiero que duerma bien

— Vamos mi príncipe azul, agarra el monitor de Eli, y subamos a meternos al agua

Tras dos horas de un sueño profundo Nicholas, comenzó a dar vueltas en la cama intranquilo porque el bebé no hubiese llorado ya, chequeó el monitor y Eliot, seguía dormido. Dos horas más tardes volvió a despertarse, esta vez se levantó al baño y desde el interior escuchó los pulmones del pequeño gigante, tiró la toalla con la que se secaba las manos, listo para correr a ver al bebé antes que despertara a Danielle, cuando notó que ella ni siquiera estaba en la cama.

La encontró sentada en el sillón de su estudio con el bebé en brazos, le hablaba como si Eliot, la entendiera y eso lo derritió, ni siquiera fue capaz de acercarse, solo la observó cargarlo, con algo de dificultad gracias a sus casi siete meses dentro de una semana, emocionado por verla con sus niñas, sus hijas llegarían pronto y ellos no estaban para nada listos, ni siquiera han preparado una habitación para el bebé.

— ¿Cuánto tiempo llevas allí? —preguntó Danielle, al descubrirlo. — Nic

— Te ves hermosa

— Si bueno, te aseguro que no huelo hermoso, el señorito me ha cagado todo el camisón

— No creo que mini Donovan, haya sido capaz de hacer algo como eso, mira su pequeño rostro, es un angelito

Sonriendo por el accidente de Danielle, se acercó a ella y entonces pudo ver la mancha en su pijama.

— ¿Qué hago mamá sexy, lo cargo o te busco un pijama nuevo?

— Cárgalo, creo que voy a necesitar una ducha antes de cambiarme —comenta haciendo una mueca

— ¿Cómo es que su mierda acabó encima de ti? —intentó no sonreír al preguntarlo, pero fue imposible

— Mira el tamaño de estas niñas, ya ni siquiera veo la punta de mis pies, tuve que mudar a Eli, de lado, sentada y torcida para poder mirarlo y no acabar arañándolo, me tomó 15 minutos y mucho sudor conseguirlo, claro que cuando quise levantarlo olvidé que había dejado el pañal junto a él y acabó en mí

— Mi amor, eres tan dulce

— Justo ahora no, debemos añadir un mudador a esa lista de cosas que conseguir

— Despejaré mi agenda para que podamos ir por todo lo que necesitamos

— Eso suena grandioso, no quiero que alguien lo haga por nosotros

— Dame un beso apestosa y ve a la ducha, son más de las 4 de la madrugada

— Prometo no tardar, iré a cambiarme y a calentar leche

Corriendo Danielle, se fue a la ducha tirando su camisón por los aires entrando a toda prisa, Nicholas, debía ir a trabajar en unas horas y necesitaba que descansara un poco más, el día también fue largo para él, así que con cuidado de no mojar su cabello tomó su gel de ducha y se limpió la panza con energía, entonces escucha un pequeño grito

— ¡Chimuelo, mira cómo estás!

Uno de sus gatitos corrió tras ella entrando a la ducha detrás de sus pies, les encantaba morderle los dedos y ahora el pequeño estaba empapado y pedía ayuda con esos grandes ojos y pupilas dilatadas que derretían a cualquiera. Con cuidado salió de la ducha y se envolvió en una esponjosa bata antes de agarrar una toalla y rescatar a su gatito

— Eres un niño muy, muy malo —lo regañó mientras intentaba secarlo pero él se resistía intentando morderla—. Oh, mi bebé, pareces un pequeño monstruo con tu pelito todo mojado, realmente eres una furia nocturna

— ¿Dani?

La voz de Nicholas, desde el pasillo le recordó lo que debía hacer, así que agarró una toalla seca y envolviendo a Chimuelo, lo metió dentro de su bata y corrió a su estudio antes de bajar a la cocina a calentar la leche

— Hola ¿qué pasa?

— Ya me dijo que el próximo mes vendrá muy seguido

— Sabes que tus amigos son bienvenidos cuando gusten —le recordó tomando su mano sobre la mesa—. No lo he visto mucho por aquí ¿va todo bien con él?

— Es por los salones, les está yendo muy bien y ayuda a papá con las finanzas, está buscando un contador y revisando contratos

— Son buenas noticias ¿no?

— Lo son, sí, es solo que me gustaría poder hacerme cargo como lo hacía Jaz, y…

— Oye, no pienses en que las niñas te limitarán, encontraremos un equilibrio para ambos ¿de acuerdo?

— Solo quiero hacerlo bien y sabes que quiero acabar la universidad y son muchas cosas pero ellas —se acaricia el abultado vientre con su mano libre—. Son prioridad

— La mía también, somos dos y cuentas con todo mi apoyo y con el de Patricia, además conseguiremos un par de niñeras de apoyo, todo va a estar bien

— Suena a que tienes todo planeado

— Por supuesto, tengo que prepararme para nuestra nueva vida, quiero darles todo a mis tres chicas

— Ay mi esposo perfecto, pero ya es suficiente, estoy agotada, hoy no dormí siestas, el estudio ya está desocupado

— Vamos, te voy a meter en la cama, tengo algo que hacer en la oficina antes de ir a la cama

Juntos subieron a la habitación y nada más entrar lo notó. El hábitat de los gatitos estaba allí, cerca de la puerta y la camita también.

— No, Danielle, esto no se queda aquí —le advirtió muy en serio

— Por ahora no tienen habitación, será solo temporal, no seas malo con mis bebés

— ¡No! Son unos revoltosos y diabólicos

— Pero saben ocupar sus cajitas de arena y se lavan muy bien, solo por las noches, vamos no seas malito, prometo compensarte y vigilarlos, ya saben dónde ir a hacer sus necesidades, no van a ensuciarse aquí

— Danielle, no los quiero en la habitación

— Oye ya no seas tan malo, me hacen compañía todo el día, los quiero conmigo y si no te gusta ¡qué triste!

— ¿Qué triste? ¿Es en serio? —gruñó

— Sí, míralos ya están dormidos

Sin esperar a que siguiera protestando fue al vestidor por su pijama y se encerró en el baño a hacer su rutina antes de irse a la cama. 15 minutos después cuando finalmente salió no esperaba encontrar a Nicholas, aun en la habitación, pero allí estaba sentado al borde de la cama con el ceño fruncido

— Ya cambia la cara o tendré pesadillas

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