Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 154

La habitación se hizo pequeña con todos allí, nadie quería dejarlos, todos pedían tiempo para cargar a Lily y Mini, pero cuando llegó la hora de llevárselas, Nic, tuvo que acabar la visita, había sido un día largo, el primero de Dani, completamente consciente y quería cenar con ella y dejarla descansar, pero antes que pudiera hacerlo Kristall, llegó hasta la habitación con los gatitos caminando tranquilamente con esos mini arnés.

— Yo hice las paces con mi hermana y ella quiere hablar contigo

— ¿Va todo bien? —preguntó al reconocer su mirada de preocupación

— Sí, quiere alejarse de Irene y Elías, me pidió un apartamento en el Garden, pero…

— No, que se quede con nosotros, no puede vivir en un hotel

— Demonios, te amo

— Ya, ya, eso ya lo sé, ahora ve a conseguirme un rico postre y la cena, y leche para mis bebés

— ¿No quieres que me quede?

— No, me gustaría hablar con ella en privado, a menos que tengas algo que ocultar

— Un par de cosas, pero luego te las digo

Besando a su esposa tomó su chaqueta y celular y se marchó, en el pasillo le dijo a su hermana que ya podía pasar y las dejó a solas. Tomando una profunda respiración Kristall, entró en la habitación junto a los gatitos que caminaban felices con sus arneses

— Hola Danielle —saludó desde la puerta

— Kristall, hola, trajiste a mis bebés —sonrió al ver a sus gatitos entrar

— Si, Nic, no es muy cariñoso así que me quedé con ellos anoche

— Gracias, están acostumbrados a tener compañía, ¡Vamos, Hipo, Chimuelo, vengan aquí! —los llamó y los pequeños corrieron a treparse a la cama con su mamá

— No fue nada, me gustan los gatos, aunque en mi casa siempre estuvieron prohibidas las mascotas —comenta observando como los peluditos se lanzaban hacia Danielle, reclamando su atención

— Ya puedes tomar tus propias decisiones

— Si, y la primera es disculparme contigo, lamento haberte juzgado mal y haber sido tan odiosa, vivía en un mundo de fantasía, me dejé llevar por lo que todos decían y no me esforcé en pensar un poco

— Acepto tus disculpas con la condición de no volver a mencionarlo en el futuro, todos cometemos errores, lo importante es reconocerlo

— Gracias Danielle, trabajo en eso, ya no quiero seguir siendo esta mujer quisquillosa —suspira Kristall, con alivio

— Hecho, bueno Nic, me dijo que querías hablar conmigo de algo, toma asiento por favor —ofreció señalando el sillón frente a la cama

— Gracias —caminó hacia el otro lado de la habitación—. Bueno quiero que sepas que el hecho que mis padres se cegaran tanto con esa mujer y dejaran a mi hermano de lado no es algo con lo que esté de acuerdo y bueno yo he decidido alejarme de ellos, me encantaría conectar con mi hermano, tener la relación que siempre debimos tener

— Eso suena muy bien, hazlo, por favor, Nic, necesita gente buena en su vida

— Anoche hablamos por horas en la cafetería y nunca antes lo habíamos hecho, se sintió increíble y definitivamente es algo que quiero repetir

— Me alegra que decidieras venir a apoyarlo — le sonrió con alegría—. Es una buena decisión alejarte por un tiempo, puedes mudarte con nosotros cuando quieras

— Te lo dijo… —susurró sorprendida

— No, pero ya conozco sus expresiones, está preocupado por ti

— Quiero descubrir para lo que soy buena, me gustaría estudiar, trabajar, tener mis propias cosas

— Independencia

— Si, y una familia que no me diga lo que tengo que hacer

— ¿Te contó sobre nuestras cenas familiares?

— Si, fueron la única condición que me puso y me encantaría ser parte de esas cenas, si no te molesta claro

— Tampoco crecí con una familia cariñosa ni reuniones familiares, es por eso que insisto en tenerlas, eres muy bienvenida

— Gracias, perdón por venir tan tarde, no pude conocer a las gemelas

— Puedes venir mañana, aún tengo que pasar otra noche aquí

— Lo haré ¿puedes hablarme un poco de ellas?

— De acuerdo son unas muñecas pequeñitas, no he pasado mucho tiempo con ellas pero ya las he nombrado y creo que son perfectas —suspiró preparándose—. La chica de purpura es “Mini” por Jazmín, mi mamá…, perdón —se disculpa sintiéndose algo emocional—. No tuve mucho tiempo con ella y…, aún no me acostumbro a llamarla mamá

— No te disculpes por extrañar a tu mamá

— Bueno y la chica de rosa es “Lily” mi ángel especial, y su nombre es en honor a Eileen o como Nic, la llamaba “Leen”, sé que es importante para él, que una de nuestras hijas lleve su nombre, lo que vivió lo marcó de por vida y quiero que de ahora en adelante diga su nombre con amor no dolor

— Son nombres preciosos y estoy segura que ambas fueron grandes mujeres

— Si, lo fueron

— Yo realmente no sé mucho de la historia de Eileen y Nic, solo sé que fue secuestrado cuando niño y, nadie me dice nada pero pude ver el dolor en sus ojos cuando me lo confesó —explicó Kristall, derramando un par de lágrimas

Al regresar a la habitación Kristall, pudo observar el modo en que su hermano trataba a su esposa con tanto cariño, incluso el modo en que la observaba era diferente y eso por primera vez en su vida la hizo anhelar encontrar a alguien a su lado, suspirando se acercó a ellos con una gran sonrisa. Acabaron cenando los tres juntos, Kristall, se mostró muy curiosa por la relación de ellos así que no paró de preguntar sobre los días en Imperio CO. Y cómo su hermano temperamental, frío y odioso había acabado conquistándola, porque ella más que nadie sabía que a la hora de “coquetear” Nicholas, era un robot

— Bien, ya ha sido suficiente de reírse de mí —gruñó algo irritado por la risa de ambas

— Bebé, nos reímos contigo, no de ti, eras un limón agrio cuando te conocí

— ¿Y ahora qué soy? —gruñó con el ceño fruncido

— Una dulce limonada

Aquello hizo reír aún más a Kristall, pero para Nic, no fue una broma, en lugar de enfadarse se inclinó y besó a su esposa

— Junto a ti todos somos algo agrios cariño —murmuró sobre sus labios

— ¡Ay, qué tierno hermanito!

— Ya Kris, hora de dejar descansar a Danielle ¿te vas a quedar en la casa hoy también?

— No, hoy debo ir a una cosa de Elías, intenta llamar la atención de antiguos clientes, no deja de quejarse que lo sacaste de la empresa de SU PAPÁ

— Si, la misma que él rechazó —bufó rodando los ojos

— Estoy segura que no le diste una simple patada fuera ¿de cuánto fue la indemnización?

— Más de lo que nuestra odiosa madre sabe contar

— Solo hace una pataleta —comentó acabando el tema—. Bueno Dani, traje las mantitas de Hipo y Chimuelo y un par de latas de comida, espero que sea suficiente para los pequeños

— Gracias por cuidarlos Kristall

— Oye cuando quieras, son unos bebitos hermosos, me relaja un montón escuchar sus pequeños ronroneos

— ¡Son gatos! —se quejó Nic, en medio

— Sabes Nic, deberías dormir en la casa esta noche, esa cama se ve incómoda —lo provocó Danielle, con el ceño fruncido, nadie se mete con sus gatitos

— Nadie me va a sacar de aquí —le advirtió—. Acompañaré a Kristall, a la salida, no te duermas aún

— Si Señor

Sonriendo de oreja a oreja por esa respuesta Nicholas, la besó con fuerza y luego acompañó a su hermana a la salida y le consiguió un taxi, estaba muy entusiasmado por tener más noches como estas con su esposa y su hermana menor. Comenzaba a emocionarle la idea de tenerla cerca, tanto que le hizo prometer a Kristall, que de una vez comenzara a llevar cosas a la casa, se sentía impaciente porque se alejara de esos padres tóxicos que les tocaron. Solo quería lo mejor para ella, un nuevo comienzo es lo que también necesita. Ahora solo restaban 27 horas para poder llevarse a casa a sus chicas y comenzar a ser padres al cien por ciento

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