Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 155

Hola mamá…, soy yo, tu hija…

Te extraño.

Hoy realmente quiero abrazarte y poder decirte cuanto te quiero, cuanto te admiro. Creo que eres la persona más valiente que he conocido en mi vida y jamás podría odiarte, lamento nuestra discusión, la única que tuvimos antes de perderte, todo tiene sentido para mi ahora que sé tú verdad, ahora que sé lo que te hicieron…, entiendo por qué te molestaste tanto cuando me negué a decirle a Nic, que esperábamos a nuestra hermosa niña, lo entiendo y si pudiera volver atrás te juro que lo haría distinto, se lo diría sin dudarlo, sobre todo ahora que él, ha demostrado querer a nuestros angelitos, tenemos una segunda oportunidad y…, necesitaba decírtelo a ti primero, ellas ya están aquí mamá…, ya las pude conocer en persona, mi niña consiguió su oportunidad y logró llegar a este mundo, y no vino sola, trajo a su mejor amiga con ella, estoy segura que juntas se cuidarán mutuamente y serán tan felices…

Solo desearía que estuvieras aquí.

Sabes…, Nic, está enojado conmigo porque aún no le digo sus nombres, al principio se asustó…, después del parto doble me costó despertarme, dormí 27 horas y cuando al fin abrí los ojos no quería ver a las niñas, lloraba y lloraba porque te quería a ti, te necesitaba tanto, aun te necesito y nunca dejará de ser así mamá, quiero que me ayudes, que me enseñes como ser buena así como lo fuiste conmigo el poco tiempo que estuviste a mi lado.

Han pasado solo horas desde que me desperté, es mi tercer día en el hospital, creo y solo quería decirte esto antes de empezar mi nueva vida, también quería decírtelo a ti primero mamá. Mi hija, tu nieta…, me cuesta mirarla y…, reconocerla, es un ángel que se fue demasiado pronto de este mundo y definitivamente merecía una segunda, tercera y cuarta oportunidad. Y ahora ya está aquí…, lo consiguió y no dejo de pensar en esto, es mi niña, lo siento en mi pecho y tengo miedo que desaparezca, aún no las cargo, mi cuerpo, mis brazos se sienten como gelatina, no tengo fuerzas

Son perfectas. Ya no puedo vivir sin ellas y solo hemos estado juntas por treinta minutos, es una locura.

Te amo mamá, y ya no estoy triste, ahora soy feliz con mi familia, mi hermano Wes, a quien adoro con todo mí ser. Mis gatitos Hipo y Chimuelo, los adorarías… Y mi Nicholas, mi mundo entero…

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sí Señor (Porque Yo lo digo 2)