Tomando su rostro la besó deteniéndola de volver a escucharla culparse, cada vez que lo hacía la herida en su corazón se agrandaba.
-Escúchame bien, no tienes la culpa de nada. Yo soy el único culpable de darte demasiado tiempo. Debí buscarte antes, quería ir después de unos meses, pero no lo hice porque me obligué a hacer lo que me pediste…, solo intentaba hacerlo y luché por no ir por ti. Fue realmente difícil
-Nic, tú no tienes que hacer esto, está bien si ahora me vez de otro modo, si ya no quieres estar conmigo
-Vamos a hacer esto juntos, no más culpa Danielle -estaba decidido-. Si quieres responsabilizarte entonces lo haremos los dos y no acepto negativas, no te vas a deshacer de mí
-Conozco lo persistente que eres –murmuró sosteniéndole la mirada
-¿Entonces? –la presionó sabiendo que era lo que necesitaba
-Solo…, dame un poco de tiempo para ordenarme, yo…, me gustaría un poco de espacio
-¿Quieres que me vaya?
-Es que siento que me descontrolé y ahora me gustaría -no acabó la frase, no lograba explicarse-. ¿Me entiendes?
-Te espero todo lo que necesites –la tranquilizó acariciando sus mejillas con los pulgares aun sostenía su rostro
-Gracias
Se mantuvieron en silencio por un momento, la comprendía más de lo que ella sabía, ahora conocía la historia completa y no había manera en el infierno de alejarse, no la iba a dejar nunca más
-Antes me gustaría hablarte de algo
-¿Qué es? ¿Qué pasa? –y así como si nada su alarma se disparó y le sostuvo la mirada algo asustada
-Aunque no lo creas entiendo el dolor que estás sintiendo Dani -soltó el aire armándose de valor-. Lo peor que puedes hacer es absorberlo y callártelo
-Nic, no lo hagas, solo quiero tiempo
Apartó las manos de Nicholas, lista para tomar distancia, lo último que quería era que le dijera que debía ir donde un profesional y eso era precisamente lo que intentaba hacer.
-Solo te pido que me escuches –insistió decidido
-De acuerdo
-Yo…, cuando era niño…
Comenzó a decir pero de pronto se vio sin aliento intentando controlar lo que el recuerdo hacía con él.
-Algo me pasó y decidí no hablar de ello con nadie. El dolor y culpa, mucha culpa me atormentó y me convirtió en el imbécil que no supo tratarte como mereces, te hice daño y no me lo perdono, ahora yo…, estoy intentando hacerlo bien… -confesó nervioso
-¿Qué dices? ¿Qué te pasó Nic? No digas eso –se preocupó, notaba su incomodidad
-Me gustaría contártelo, solo a ti
-Pero…
Trató de decir algo, estaba asustada de lo que pudiese decirle, su actitud había cambiado drásticamente solo con mencionar eso que le pasó de niño y que aún lo torturaba
-Quiero hacerlo bien Dani, no más secretos, necesito que entiendas porqué soy como soy
-No es necesario, me gustaste odioso y todo eso, no me debes explicaciones
-Claro que lo es, no quise hacerte sufrir, no quise que todo acabara como lo hizo -extendió sus manos para tomar las de ella-. Sé que fui un egoísta y un imbécil, pero sobre todo fui un ciego
-Yo no quiero obligarte
-Tú me vas a escuchar porque quiero que lo hagas ¿de acuerdo?
-Está bien Nic, haré lo que me pides
-Eres importante para mí y solo quiero ayudarte, siempre
-Gracias por confiar en mí
Emocional y con el corazón siendo exprimido Nicholas, la atrajo a sus brazos besándola con fuerza reuniendo el valor necesario para su confesión, para finalmente matar sus demonios. Sentados uno frente al otro sobre la cama tomaron un momento en silencio Danielle, no iba a presionarlo quería que se sintiera preparado
-Cuando tenía 9 años el ex esposo de mi niñera me secuestró
Confesó liberando parte de la carga emocional reprimida por tantos años. Pero aun sentía que le faltaba el aire, nunca le dijo lo que ocurrió a sus padres y seguía lidiando con ese peso
-¡No!
De pronto Danielle, gritó y se abalanzó sobre el para rodearle el cuello, empezó a llorar y a pedirle que no le contara nada, le rogó pero Nic, estaba decidido
— Cariño, solo quiero contártelo a ti
— Pero te hace daño y yo no quiero que te sientas obligado
— Quiero intentarlo, deshacerme de una vez de los fantasmas
— No creo ser la indicada, mírame soy un desastre
— Claro que no, pero no deseo que esto te destruya, yo me pasé meses sin hablar, siendo tratado por los mejores especialista, mientras mis padres creían que mientras más dinero se gastaran mejor estaría, eventualmente un día salí de mi trance y me convertí en el idiota que te rompió el corazón. Un hombre amargado que no mantiene relaciones, que no se enamora. Un hombre que no confía en la gente…, hasta que te conocí a ti
— ¿Qué quieres que haga? —preguntó muy en serio
— Habla con alguien, intenta sanar
— No quiero
— Por favor Dani, es necesario y si es un extraño mejor, no tendrás que volver a verlo jamás, solo dile lo que guardas y ya, solo eso
— ¿Y si no puedo?
— Entonces no puedes, pero quiero que al menos lo intentes, por favor
La ternura en su mirada la caló profundo, no podía negarle nada en este momento, solo quería reconfortarlo y que dejara de preocuparse mientras que ella no dejaba de pensar en un pequeño de cabello oscuro y mirada intensa que sufría
— Lo haré, pero solo una sesión
— Por supuesto, no quiero obligarte a nada Dani, solo quiero lo mejor para ti
— Y yo que acabemos con las confesiones. Duelen
— Claro cariño, todo lo que me pidas
Y finalmente una sonrisa se dibujó en su rostro era lo que deseaba, que solo lo intentara. Por eso estaba tan enamorado de ella, siempre intentaba hacer lo mejor para reconfortar a los demás.
Danielle, tomó una ducha antes de desayunar con Wes y Nicholas, fue agradable y silencioso, aunque conocía las miradas que ambos se echaban planeando algo en silencio.
— Bien, ya comí y ahora quiero regresar a mi apartamento
Anunció mirándolos a ambos, ellos solo compartieron miradas y asintieron.
— Te llevo, voy a avisarle al chofer —anunció Nicholas
— Nic… ¿ese hombre tiene nombre?
— Supongo, toma sus cosas y se lo preguntamos luego —le guiño divertido, claro que sabía el nombre de su chofer
En cuanto estuvieron solos Nicholas y Wes, hablaron del asunto del especialista. Ambos accedieron a escogerlo juntos. Solo deseaban que ella mejorara.
El chofer se llama Liam, es nuevo, bueno para Danielle, ya lleva un año trabajando para Nicholas. La dejaron en su apartamento con la promesa de darle espacio tal y como se lo solicitó antes de conocer la confesión de Nic, ahora no estaba segura de querer ese espacio, pero un fin de semana no le haría mal, tenía a Robbie y a Muffin, para distraerla y era precisamente lo que necesitaba.
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