Una semana más tarde
— Ya te di mucho espacio
Fue lo primero que dijo Nicholas, en cuanto Danielle, finalmente le abrió la puerta. Lo había visto llegar desde la ventana y se sentía irritada, finalmente asistió a la cita con el psiquiatra tras cancelarla tres veces esa misma semana
— Ha sido solo una semana —puso los ojos en blanco mientras daba media vuelta para alejarse de la puerta y regresar a la mesa
— Demasiado tiempo, iremos a cenar, vamos —ordenó cerrando la puerta
— Estoy ocupada, que sea otro día
-No, será justo hoy y ahora Danielle
-Como verás -señaló la mesita frente al sofá llena de papeles-. Estoy ocupada, no es un pretexto
-Has evitado todos mis mensajes enviándome emojis de mierda, quiero una conversación real
-Y yo que seguir con mis asuntos
-Entonces te voy a esperar ¿contenta? –estaba irritado por su actitud pero quería verla
-¡Mucho!
Danielle, simplemente lo ignoró y regresó a lo que hacía, intentaba organizar una fiesta de último minuto y conseguir unos documentos que necesitaba para hacer trámites la mañana siguiente y con Nicholas, paseándose de un lado a otro se le dificultaba poder concentrarse
-¿Quién es el del fondo de pantalla?
Preguntó ya sin poder contenerse, observaba la fotografía desde que entró y ahora señalaba el Mac sobre la mesita con su inconfundible ceño fruncido
-Es Aaron y su novia –echó un vistazo a la pantalla, ni siquiera se había percatado
-¿Por qué tienes un fondo de ellos?
-Porque estoy enamorada de ellos, son perfectos –soltó sin mirarlo rebosante de sarcasmo
-¿Me estás tomando el pelo?
-No, el Mac es de Aaron, lo uso para trabajar, tiene muchos, es un obsesivo de la tecnología y no se deshace de lo viejo
Levantó la mirada de unas hojas que sostenía intentando leer algo.
-¿En qué estás trabajando?
-En cosas, que preguntón te levantaste hoy –ahora ella era quién arrugaba el ceño
-Vas a dejar de dar vueltas por el apartamento y a prestarme atención
-Para la moto, yo estaba tranquilamente haciendo mis cosas y tú llegaste sin avisar, estoy ocupada y dejé que entraras para que habláramos un poco porque ya habías venido hasta aquí, así que no me des órdenes
-Dime algo que me ayude a descifrarte, siempre estás ocupada Danielle, quiero pasar el rato contigo no aburrirme en tu apartamento mientas me ignoras
Recelosa lo examinó de pies a cabeza, estaba impecable con sus trajes hechos a medida. Estaba siendo mala a propósito pero no aguantaba mucho, así que soltó aire con una mueca y mirándolo a los ojos le respondió más calmada
-Voy a volver a la universidad
-¿Estás...? Eso es increíble ¿Cómo pasó? ¿Puedes hacer una pausa para contármelo?
Sonriendo agradecida por su entusiasmo dejó lo que hacía y le pidió que tomara asiento junto a ella en el sofá. Nic, la atrajo en un fuerte abrazo incluso antes de conseguir sentarse
-Wow, gracias... -susurró ruborizada por su interés
-Quiero saberlo todo –pidió acomodándose junto a ella
-Básicamente el papá de Wes me va a pagar por estudiar, quiere que sea parte de su equipo y necesito mi título, tiene muchas empresas, las compra para “arreglarlas” y a veces las conserva, la mayoría las vuelve a vender –se encoge de hombros, eso era básicamente todo
-Eso es importante ¿todo a raíz de aquel trabajo que mencionaste en Malibú?
-Se podría decir que sí, puede que también por una pelea que tuve con él, le grité un poco. El domingo acompañé a Wesito, a su almuerzo familiar como ya es costumbre, sus padres creen que el dejará de ser gay algún día y nos casaremos, son unos idiotas
-¿Qué? ¿Por qué le gritaste? –estaba algo confundido
-Oye no me arrugues esa frente que solo defendía a mi amigo –arqueó una ceja divertida
-Eres todo un encanto, con gritos y todo
-El paquete completo –bromeó algo más calmada
-Y ahora ¿qué intentas hacer con exactitud?
-Reunir toda la documentación para matricularme y ya te lo dije trabajar
-Puedo ayudarte con la documentación, conozco a algunos decanos y ellos fácilmente pueden solicitar esa información y sin esperar
-La necesito para mañana
-Y ya se hace tarde, deja que me haga cargo de esto y vamos a cenar.
-Pero mañana tengo la cita en la universidad y tengo que llevar todo
-Mañana no tardaré más de una hora, lo prometo
Sin esperar a que lo hiciera tomó su rostro besándola apasionadamente hasta dejarla sin aliento.
-Cavernícola –intentó ocultar su sonrisa mientras cubría sus labios con su mano
-Aún no desayuno
Se encogió de hombros mientras entraba al apartamento solo para descubrir el mismo desastre de la noche anterior. Lo ignoró y solo se dedicó a observarla cerrar la puerta y cruzarse de brazos a la espera de una explicación
-Me gusta cuando haces eso
-Nicholas ¿qué haces aquí?
-Tengo tus documentos y resulta que he hablado en un par de ocasiones con el decano con quien tienes entrevista hoy en unas horas –le informó orgulloso
-¿Cómo es eso que tienes mis documentos?
-Bueno aun no físicamente, pero ya envié por ellos y hablé con el decano, tu cita es hasta las 11 de la mañana así que me gustaría que me acompañaras a desayunar
-Vaya, me invitas no exiges –sonrió burlona peor en realidad estaba sorprendida
-Por supuesto
-¿De verdad hiciste eso por mí?
-Me ofende que lo dudes –se llevó la mano al pecho fingiendo estar dolido
-No seas payaso, sabes muy bien que adoras dar órdenes
-Lo sé, me conoces bien así que debería recibir un premio por el esfuerzo ¿no crees? –insinuó moviendo sus cejas de modo sugerente
-Concuerdo ¿qué clase de premio le gustaría al señor?
-Uno en el que estés desnuda por supuesto
-Sabes…, aun no tomo mis píldoras así que no me arriesgaría, tal vez acabe arrancando tu lindo pene y nunca jamás puedas volver a usarlo –dijo divertida
-¡Señorita Ross! Usted no puede jugar así con los sueños de un hombre -estaba jugando con ella, le encantaba la sonrisa en su rostro-. ¿Ya nos vamos?
-5 minutos
-De acuerdo, te espero y luego quiero escuchar más acerca de mi lindo pene
-Calma Thor, que tu martillito se puede entusiasmar y ya no saldremos de aquí
Excitado y con la boca abierta Nicholas, la vio desaparecer en dirección a su habitación ya le daba igual que llamara martillito a su orgullosa herramienta de la pasión, sabía perfectamente que no era así. Estaba muy satisfecho y distraído con el hecho de verla sonreír después de todo lo que carga emocionalmente.
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