— Señor Dean, esa mujer solo ha traído problemas y mi novio es su víctima, no quise ofenderlo y me disculpo si lo he hecho, pero no puedo permitir que se aproveche
— Qué afortunado hombre —niega con calma—. Entonces Frida, tiene 5 clientes
— Y un novio al parecer —señala a Paul—. ¿Lo sabía?
— No, le daba suficiente dinero para que lo mantuviera como algo exclusivo
— Creo que debería cortarlo con ella
— Sin duda ¿me guías?
— Señorita Ross, justo la chica que estaba buscando
— Hola Señor Moore, creo que usted también debería seguirme
Tomó una profunda respiración mientras sacaba su celular y le escribía a Theo y Wes, para que llevaran a los últimos dos novios
— Si es a usted, lo hago con gusto
— Compórtese —le advirtió Dean
Impaciente caminó hasta la habitación seguida por los dos hombres encontrándose con Frida y Clark, en una intensa sesión de besos.
— Vaya, creo que no pierden el tiempo
— ¡Frida!
Vociferó Moore, para que detuvieran el espectáculo, la bruja traía el vestido subido casi hasta la cintura.
— ¿Qué significa esto? Me voy por un rato y utilizas mi casa de ¿qué? ¿Exhibición de tus talentos?
Theo, había llegado y con ganas de drama. Junto a él, venían los últimos dos novios y Wes. Paul, había decidido quedarse atrás, su orgullo no le permitía increpar a la bruja frente a una audiencia.
— ¡Lo has planeado tú estúpida zorra!
Al verse en aprietos Frida, se apartó de Clark, y se fue en picada contra la única persona con la que realmente podría enfrentarse
Danielle
La empujó por los hombros pillándola por sorpresa y como si se trataran de su personal de seguridad en un par de pasos Theo y Wes, llegaron a su lado mientras que fue Dean, quien la sostuvo para no caer.
— Te prohíbo que vuelvas a poner tus sucias manos sobre mi amiga —le advirtió Wes, con verdadero desprecio
— Tranquilo, solo hace lo único que sabe hacer además de “follar para ganarse la vida”
— ¡No hables de mí! —alargó el brazo para alcanzarla pero esta vez fue Theo, quien la detuvo sosteniéndola por la cintura.
— Contrólate, todos te están viendo, sé que te gusta llamar la atención pero ya tienes que parar
— Estúpida tonta, si pensabas que con esto iba a dejar en paz a Nicholas, estás muy equivocada, voy a soltar todo lo que tengo de él, para que también pierda su hotelcito
— No, tú no vas a hacer nada de eso, los señores aquí presentes son mis testigos y estarán muy complacidos de testificar contra tus calumnias. No tienes pruebas de nada, yo solo recuerdo el adulterio, engañaste a tu esposo y quedaste embarazada de otro hombre, intentaste engañarlo diciendo que era de él, firmaste el divorcio y le exigiste dinero sin importarte su crisis financiera que lo llevó a perder su compañía, eso se vería muy feo en la corte, sin olvidar que estuviste amenazándolo con llamar a sus colegas para decirles que no tenía dinero si no te daba lo que pedías
— Estás inventándolo todo ¡perra arrastrada!
— De hecho Dani, no está inventando nada, todo lo que ha dicho es cierto y con dos testigos lo convierte en un caso sólido, Nicholas, podría demandarte de vuelta y quedarse con tus apartamentos y autos —la apoyó Wes
— ¡No, todo es falso, lo haces para vengarte de mí por quitarte a tu príncipe azul!
Chilló histérica mirando a los hombres que la observaban con vergüenza, no era la misma seductora, jovial, alegre y atenta mujer en quien se convertía en la intimidad para conseguir lo que realmente deseaba de ellos
— Lamento haberlos engañado pero tenían derecho a saber la verdad por muy bajo que sea el hecho de engañar a sus mujeres —explicó Danielle, girándose hacia los hombres a su espalda—. La mujer que tienen en frente los buscó, estudió, investigó sus cuentas bancarias y los sedujo para ser agregados a su lista roja, nunca les habló de una paga porque su lengua venenosa y manipuladora hizo un trabajo impecable para hacerles creer que solo tenía ojos para un hombre. Ustedes creen que es una “Dama de compañía lujosa”, pero la realidad es que solo es una mujer con la profesión más antigua de la tierra… una simple prostituta, qué escandalo
Los hombres iniciando por Clark, comenzaron a despedirse de su amante aclarando que se desvinculaban inmediatamente de ella. El escándalo que se armó con sus gritos y mentiras intentando convencerlos que no era cierto que nunca fueron “relaciones” simultaneas hizo que Theo, la soltara para que se arrastrara y que Paul, acabara por entrar cerrando la puerta luego que el último novio se marchara.
— Bueno, creo que solo falto yo corazón ¿qué me vas a inventar para que haga tu trabajo sucio?
— Paul, no, no seas tonto ¡no le creas a la tarada! Solo ha inventado todo esto porque me odia, ella es la que quiere dinero y no le sirve Nicholas, si no tiene sus millones o su empresa para darle un trabajo que no implique limpiar baños
Intentó tomarlo de la mano pero para sorpresa de todos Paul, la empujó provocando que casi cayera al piso, si no fuera por los reflejos de Theo, que reaccionó y la atajó.
— Lo he escuchado de tu propia boca sucia ¡olvida la demanda a los papás de tus hijos! Esos niños están mejor sin saber quién es realmente su madre.
— Buenos días Danielle —saludó don seriedad
— ¡Dani! Qué bueno que ya llegaste ¿dormiste bien en casa de Wes? —saludó con alegría Robbie. Ella siempre se encargaba de hacerle saber cuándo no estaba en el apartamento
— Claro, ya te conté que su camas son muy cómodas —le sonríe a su pequeño vecinito
— Me quedé con Muffin ¿la despierto?
— No es necesario, puedes dormir un poco más con ella, aún es temprano
— Sí —hace una mueca—. Pondré una alarma para no perderme las caricaturas de las 10:30am
— Buena idea, ahora entra que no es bueno que estés en este pasillo frío
Robbie, saltó de su silla y corrió a su apartamento mientras Danielle, se acercaba para cargar la silla, pero la mano de Nicholas, sobre su antebrazo la detuvo
— Yo lo hago
Ella soltó la silla y retrocedió un par de pasos observándolo llevar ambas sillas hasta la entrada del apartamento cerrando la puerta y permaneciendo de pie hasta escuchar como Robbie, ponía los seguros.
Por alguna razón Danielle, se sentía nerviosa, no sabía qué sucedería o qué diría Nicholas, así que solo se quedó allí de pie observándolo y esperando que dijera el motivo por el que se encontraba fuera de su puerta a las 8 de la mañana de un domingo.
— ¿No vas a abrir la puerta?
Nicholas, tomó la palabra y su tono condescendiente acabó por descomponer el humor de Danielle. Con esta sensación incómoda entre ellos tomó aire mientras sacaba las llaves de su pequeño bolso, el mismo que usó la noche anterior.
— ¿Qué haces aquí Nicholas?
— ¿Qué te parece que hago Danielle? —espetó cortante—. Llevo toda la maldita noche esperándote —alzó la voz conteniéndose—. ¿Se puede saber de dónde vienes y de quién es la ropa que traes puesta?
— ¿La ropa? —repitió sorprendida—. Mía, es mía por supuesto
Desconcertada por la desconfianza que desprendía su tono de voz apretó el manojo de llaves que sostenía en su mano y caminó hasta su puerta, con dificultad encontró la llave correcta y abrió entrando en su “zona segura”, encendió la luz y se alejó todo lo posible de la puerta, pero cuando Nicholas, se acercó sintió que necesitaba más espacio y fue hasta su habitación se sentó al borde de su cama e intentando mantener la calma sacó su celular del bolso y lo conectó dejándolo en la mesita de noche…
Esto no sería fácil, pensó Danielle, resignándose a que tendrían una discusión.
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