Danielle
Ay tía Jaz…, te he necesitado tanto, tanto. La culpa que sentí cuando todo ocurrió se ha vuelto…, algo no sé, supongo que es a lo que acudo cuando me siento abrumada, no quiero olvidarlo pero las pesadillas me atormentan y no me permito olvidarlo. Me culpo por la discusión que tuvimos, me culpo por no haberme dado cuenta de lo que pasaba con el chofer del camión… Aunque de eso me han convencido que no es mi culpa, no tenía cómo darme cuenta a menos que tuviste súper poderes y mí sentido arácnido me dijera que había problemas…, y suena correcto… ¿no? Quiero creerlo, espero que eso esté bien
Te he necesitado cada día más y más. Me duele respirar sabiendo que por mi culpa tú ya no lo haces…
Pero no tanto como hoy. Ha sido un día uff, duro. Quiero que seas la primera persona a la que le cuento como me siento, que seas la primera que me escuche y se emocione conmigo. Sé que incluso lloraríamos juntas y de la pura emoción…, o felicidad
Pero no estás aquí…
Es por eso que he decidido comprar una libreta. De hecho fue idea del Doctor Kaen. Es un loquero bueno, no me llena de tecnicismos ni charlatanería, evita todo lo posible los medicamentos, soy difícil, lo sé. Bueno, cada vez que necesite contarte algo importante, porque de lo contrario te escribiría día y noche, lo voy a hacer en esta libreta. Es púrpura, las violetas eran muy pequeñas y sabemos lo mucho que suelo divagar. Así que púrpura es
Hoy te tengo que contar algo muy importante y quiero que sea la primera entrada de mi “diario” dedicado a ti. Mi persona favorita y adorada en todo el mundo. Eres mi mundo Jaz…
Aquí voy
No puedo creer que Nicholas, literalmente haya tirado su habitación abajo para construir estos aposentos dignos de la realeza. Me contó que echaron abajo una pared para conseguir más espacio, añadieron un ventanal inmenso del techo al piso que da una exquisita luz en la mayoría del cuarto. Lo comprobé esta mañana cuando la cálida luz del sol se filtró iluminando la cama casi a la perfección. El vestidor es más grande que mi apartamento, como una tienda boutique, súper ultra exclusiva.
El baño es algo sugerente, mucho mármol, detalles dorados, una ducha escandalosamente amplia para hacer cochinadas, fueron las palabras de Nic, es divertido oírlo decir “cochinadas”. Un jacuzzi, sí, en la habitación. Dos lavabos, uno para cada uno, y la lista sigue..., hasta mi marca de shampoo estaba allí. La cama…, uff, la cama es como estar en las nubes, súper sexy con esos pilares como de princesa, pero tamaño king. Por supuesto, ni novio es alto como el infierno. Alfombras, espejos, un par de cuadros..., me da miedo arruinar su elegancia. Siento mariposas en el estómago solo de pensar en este gran paso
Y en que quiere que me mude con él...
Honestamente creo que aún no estoy lista para eso. Quiero o necesito poder contar con un lugar seguro cuando me dé el ataque de histeria o cuando quiera simplemente llorar sin dar explicaciones a nadie. Creo que no estoy lista para dejar mi independencia y mi lugar, mi apartamento que tanto me ha costado pagar. Tú, lo entenderías, sé que sí Jaz
Además, allí están mis mejores recuerdos de ti. No quiero dejarte ir, sé que no es saludable aferrarse a un recuerdo, pero es todo lo que me queda de ti y necesito atesorarlo la mayor cantidad de tiempo posible.
El sexo estuvo muy bien, como es usual. Este hombre me convierte en una depredadora y una muy hambrienta. Me vuelve loca. Pero lo que estuvo aún mejor fue despertar con él, rodeada de él, acurrucado como un niño pequeño abrazado a mí con su cabeza acomodada justo bajo mis pechos. Sé que te gustaban los detalles…, sucios
Sé que Nic, se va a molestar mucho cuando se despierte y descubra que no estoy en la casa. No pude esperar a que se despertara, tenía esta terrible necesidad de ver al Doctor Kaen. De hecho la tarde anterior le había enviado un correo pidiéndole que nos viéramos a primera hora, me urgía hablar con él, necesito sacar esto de mi cabeza, el peso sobre mi pecho me ahoga.
Estoy decidida. Quiero estar bien. Quiero dejar de preocupar a Nic, no me gustó como se puso anoche cuando Mika, le dijo que aún extraño a mi niña. Lo voy a hacer toda mi vida..., pero darme cuenta que mi estado de ánimo no solo me afecta a mí, sino que a mis amigos, mi familia, me rompió el corazón..., sé que me lo dijiste una vez, y siempre intenté llevarlo todo con “optimismo joven” como lo nombraste pero después de perderte..., a ambas..., yo, yo no pude con eso.
Me rendí
Solo existí por Wes, que no se movió de mi lado, cualquiera se habría distanciado poco a poco pero no él. Se mantuvo paciente. Fuerte por mí. Tiene todo el respeto y amor que poseo, no sé qué habría hecho sin él
Quién iba a decirlo, luego de años sin “hombres en mi vida” ahora tengo a dos. Los mejores especímenes del planeta. Y me quieren a mí…
No me desvío. Llegué a la consulta y en la mesita de la secretaria había un vaso de Starbucks con una notita adhesiva en el que decía:
“Tendrás que esperar, cita de las 9am, necesito hablar con este loquero con urgencia. Un latte de vainilla sin cafeína para ti. R”
Y a las 8:55 am un chico salió de la consulta, supongo que se trataba de R, me miró y lanzó una sonrisa de dientes lindos y me dijo “El loquero ya está listo para ti” y se marchó, supongo que es quien dejó el latte, que estaba delicioso a todo esto. Probablemente ya me haya visto por aquí, en cambio yo, solo me miro los pies cuando espero. Aguardé 10 minutos hasta que el Dr. Kaen, apareció, se veía agotado. Pero aun así me saludó con esa sonrisa que inspira calma o confianza, aun no lo decido
— No, estamos aquí por tu tía y tu hija
MIERDA.
Duele…, duele que alguien más la llame “tú hija”…, quiero hacerlo, quiero intentarlo, pero me pongo odiosa y…, vulnerable Jaz…, es demasiado difícil
Hablamos de la culpa que siento. De las cosas que hice. El alcohol, las drogas. El sexo. Aunque en eso soy pésima, en ese agujero negro en que caí, no pude tener sexo casual de una vez y adiós. No. Ahora ambos son mis amigos. Theo, puede ser muy “liberal” pero intuyó lo desequilibrada que me encontraba y me trató bien. Me llevó con Wes, en cuanto pude decirle mi dirección. Y el otro es Lee, me aproveché un poco de él, sabía que le gustaba y bueno, supongo que me siguió la corriente aunque fui yo la que insistió, el simplemente no pudo decirme “no”. Pero nuevamente, ahora somos buenos amigos, le tengo mucho aprecio y detesto que llegaran a mi vida a raíz de una tragedia…, ojalá los hubieras conocido Jaz
Sigo no sintiéndome capaz de hablar de mí…, mi niña. Creo que nunca me lo voy a perdonar, mi primera responsabilidad era protegerla y lo fui capaz. Cuando lo supe, que estaba embarazada…, tuve miedo, no de estarlo, no sabía cómo decirlo, no después de cómo acabaron las cosas con Nicholas…, solo pensaba un día a la vez, no podía permitir que me vieran llorar por un hombre que cometió demasiados errores juntos y que no entendió cómo me sentía con sus decisiones…
¿Pero de qué otra forma te quitas un dolor tan grande como el que yo sentí? Perderte a ti, la persona más importante en mi vida, me hizo sentir que ya no podía seguir viviendo si no estaba contigo, me falta el aire, mi corazón no quería latir, mi vida de pronto ya no encontraba un sentido ¿cómo lo supero?
Al menos Kaen, parece comprender mi dolor pero no sé si con empatía o inteligencia, me gustaría que con empatía, de lo contrario solo sería una formalidad…, creo.
Continuó presionándome, fue lo que pedí, sacarlo todo una última vez
— Un accidente automovilístico
Dijo como si leyera el título de un capítulo en su libro.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sí Señor (Porque Yo lo digo 2)