Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 69

— Nic, no pasa nada —intentó Dani

— Confía en mí —pidió rogándole con la mirada que no le ocultara nada

Con un nudo en el estómago se levantó y disculpándose con su papá, Galvin y Wes, tomó a Nicholas, de la mano y lo llevó su despacho para poder hablar en privado y calmarlo porque estaba a punto de explotar y exigirles a todos una explicación.

— ¿Se puede saber qué está pasando?

Exigió agitado caminando hasta el centro de la habitación mientras Danielle, cerraba la puerta con cuidado.

— ¿Qué me estás ocultando? ¿Quién es ese misterioso abogado? ¿Por qué no me lo dicen?

Ver el afligido rostro de Nicholas, tan preocupado y nervioso la hizo sentir fatal. Deseaba decirle pero no quería lastimarlo, sabía que enterarse de su “historia” con Rick, solo lo angustiaría innecesariamente

— Nicholas, por favor cálmate es solo…, un problema del pasado y quisiera no tener que recordarlo jamás, entiéndeme

— Quiero saber ¡necesito saberlo!

Estaba como loco, si no se lo decía era capaz de salir y exigirle a su papá que le dijera todo lo que sabía

— Rick, intentó propasarse conmigo cuando tenía 16 y mi papá nunca lo supo hasta hace unas noches cuando lo escuchó confesárselo a Galvin, todo acabó en una violenta pelea, odio la violencia ya para por favor, cálmate

No lo consiguió…, Nicholas, perdió la poca calma que le quedaba y acabó estampando el puño en la pared más que furioso por lo de ese hombre pero sobre todo porque intentara ocultárselo. Pero Danielle, no estaba dispuesta a permitir que eso lo agobiara, ya habían pasado tantos años que deseaba olvidarlo definitivamente así que con cautela se acercó hasta él, y tomándolo de la cintura lo alejó de la pared para tomar su puño con cuidado, lo acarició mientras le prometía que todo estaba bien que ese hombre nunca más se le acercó que no había nada de lo que preocuparse. Lo tranquilizó.

— Voy a encontrar a ese tal “Rick” y haré que se arrepienta de vivir en el mismo planeta

— Deja el tema, no quiero que hagas eso, no quiero que vuelvas a lastimarte así

— Estoy colérico

Y lo estaba, el pecho de Nic, subía y bajaba con violencia de solo pensar en la existencia de ese hombre 

— Imagina cómo se puso mi papá cuando se enteró que el hijo de puta que lo llevó al alcoholismo, drogas, prostitutas y a estafar a tanta gente además quiso propasarse con su hija menor de edad —dijo conteniendo sus emociones—. Así que por favor te pido que lo dejes ir, es algo que ya no existe junto con el recuerdo de la frívola de mi "mamá" que apenas tuvo la oportunidad se fue y me dejó en esa casa, fue hace 11 años Nicholas

— Esa mujer tiene la culpa, no te cuidó y dejó que vivieras en una casa viciosa 

— Sí, también la culpo pero no vale la pena pensar en esas personas que solo te provocan decepciones, Nic..., por favor vamos a hacer que mi papá lo olvide, no vamos a darle más vueltas, no detalles ni nada, ese hombre no existe para mí y para ti tampoco ¿de acuerdo?

— No me pidas eso

— Dejemos el pasado en el pasado Nicholas, te lo pido —estaba asustada

— No puedo, sabes que algo así no lo puedo dejar pasar

— Pero te lo estoy pidiendo y si esta será nuestra primera discusión déjame decirte que no te voy a dejar ganar

— Es que... —sus ojos favoritos lo observaban con tanta angustia que ni siquiera brillaban, y estaba ayudando a empeorarlo

— Creo que ya fue suficiente tiempo con la familia, iré a decirles que se vayan

Estaba realmente molesta, y decepcionada porque no pudiera hacer lo que le pedía, pero no iba a desquitarse con él, por estar furioso con Rick, ella también odiaba al hombre que lo hizo sufrir de niño causándole ese terrible trauma, y tampoco estaba segura de poder contenerse si algún día lo tuviese enfrente, era capaz de sacarle los ojos con sus propias uñas.

— Dani, no puedes tomarlo así, es algo horrible y si veo a ese malnacido no voy a dudar en darle una paliza

— Mi papá ya lo hizo —le recuerda

— Ahora me toca a mí

— Nic, ya déjalo..., no quiero que te hagas daño o que te pelees por algo que ya no tiene valor, no me importa la existencia de ese imbécil

Lo último que deseaba era ahondar en ese oscuro momento que marcó su adolescencia y que la hizo darse cuenta de muchas cosas y para nada agradables acerca de su adorado padre.

— Dime —insistió testarudo, no se iba a dar por vencido

— ¡Nicholas! —levantó la voz frustrada—. La última vez que tuve esta discusión ocasioné un accidente de auto y Jaz, murió. Ya basta. ¡Basta!

Y con eso puso fin a la discusión. Alejó las manos de Nicholas, que intentaron detenerla y regresó a la sala con sus invitados, por suerte Muffin, y su ronroneo la tranquilizaron, eso y sus dientes mordiéndole los dedos de las manos mientras fingía estar bien.

Cinco minutos más tarde Nicholas, regresó con una botella de cerveza en la mano, se mantuvo al margen de la conversación pero no se alejó de Danielle, se plantó a su lado e incluso permitió que la gatita se subiera a su regazo.

 

Más tarde, cuando solo quedaba Wes, se acercó al despacho de Nicholas, donde se había encerrado luego que Galvin y Daniel, se marcharan. Simplemente no podía dejar de pensar en ese hombre, le daba vueltas y vueltas

— ¿Estás muy ocupado? —mantenía su tono neutro

— No

— Bueno solo vengo a despedirme, Wes, ya se va y me va a llevar a mi apartamento

— ¿Qué? No, quédate aquí —y en ese momento supo que estaba haciéndolo mal

— Hice planes para cenar con Robbie, tuvo una pelea con su mamá y está solo en mi apartamento quiero verlo

— Tráelo aquí, puede venir

— No puedo hacer eso solo es un niño y menor de edad, si su mamá se entera puedo tener problemas

— Danielle, no quiero que te vayas

— Vamos a calmarnos, ambos nos alteramos y no quiero una pelea Nic

— Y necesaria —gruñó observándola cubrirse casi el rostro completo

— Tengo frío —gimoteó acurrucándose junto a Nic, esperando que dejara el tema

— Dani, deja que instale calefacción este lugar es horrible

— Ya abrázame

— Danielle —insiste

— Eso es un lujo que no necesito

— Tienes frío

— Se solucionaría si el pesado de mi novio me abrazara

— Estas muerta de frío, vamos, no es nada para mí, no quiero que enfermes

— Voy a estar bien, vamos Nic, quita esa cara y dame calorcito rico, ese que solo tú puedes darme

— Es que...

— Cariño el frío se soluciona, me abrigo un poquito más y ya está

— ¿Hasta cuándo me prohíbes cuidarte? No quiero que enfermes Danielle

— Estoy bien y si no vas a abrazarme entonces lárgate mi pequeña Muffin, puede ayudarme a entrar en calor

— Ese gato no va a dormir contigo

— Oh claro que sí, aparentemente ella está siendo mucho más cariñosa que tú

— Ya deja eso —advirtió en tono severo—. Detesto ver como necesitas cosas y no me permites solucionarlo

— Tienes una novia pobre, acostúmbrate, no puedes salirte con la tuya siempre

— No digas eso

— Bueno ¿vamos o no a tener sexo? Porque ya me está dando sueño

— Saca al gato de la cama

— Sí mi amor

Respondió juguetona, Sabía cuánto le gustaba esa respuesta y por la sonrisa en su rostro supo que esa noche se la pasarían intentando entrar en calor.

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