— Creo que tendremos que ir de compras
— No, no quiero probarme ropa, es agotador
— Yo mismo te la pongo
— Uy ¿qué me vas a poner? —sonríe con malicia
— Ropa, traviesa, yo mismo te voy a probar la ropa si es necesario
— Ya, ya, salgamos de aquí o ninguno llegará a hacer algo productivo el día de hoy
Se fueron al vestidor en donde Nicholas, se preparó para el trabajo con uno de sus inmaculados trajes y elegantes corbatas, tomó un abrigo a juego y a su novia. Se instalaron en la mesa del comedor donde Patricia, dispuso el festín de desayuno con deliciosos bollos recién horneados.
— Entonces Pats, me va a preparar todas las comidas incluyendo el almuerzo para la universidad y bocadillos para el trabajo…, como si fuera mi niñera
— Solo quiero cuidarte y consentirte, ya tienes muchas preocupaciones no vamos a agregar una más a la lista
— De acuerdo, ya no voy a protestar
— ¿Tienes planes para hoy?
— Galvin, me envió un mensaje, quiere que cenemos así que voy a estar en la biblioteca estudiando un rato antes de verlo
— El postre es mío
— De acuerdo, entonces esta noche dormimos aquí
— Sí, creo que dormiremos unas horas —sonríe animado
— Dime de ese viaje ¿por cuánto te vas y porque no puedo ir contigo?
— Voy a regresar justo a tiempo para tu cumpleaños, no me lo perdería por nada
— Dame detalles
— Me iré el viernes, si no tienes trabajo podríamos cenar temprano antes de marcharme, espero regresar el sábado en la madrugada, pero te aseguro que nada me retendrá de no estar aquí el domingo para mimarte y ver como comes mucho pastel
— Ay, pastel ¡qué rico!
— ¿Qué hay de mí?
— Delicioso —le guiña lanzándole un beso
— Dime ¿hay algo que quieras para tu cumpleaños aparte de a mí?
— A ti en mi cama abrazándome, me pongo sentimental
— Siempre me tendrás en tu cama o en nuestra cama ¿de acuerdo?
— De acuerdo
— Entonces ¿hay algo que quieras?
— Nada amor, solo deseo que esto siga así, esta semana ha sido linda
— Muy linda Dani, me gusta la sensación, como un hormigueo cálido todo el tiempo que estamos juntos, somos una familia
— Un familia en construcción, gracias
— No me des las gracias, soy yo el que no para de estropear las cosas, pero no voy a volver a hacerlo, lo juro
— Solo quiero estar con mis amigos y mi prometido
— Hecho, haremos un almuerzo aquí, hablaré con Wes, para que lo organice
— Nic, me gano la vida haciendo eso, yo puedo encargarme
— Sí, sé que eres muy capaz pero tú tienes que descansar mucho durante el fin de semana y no quiero que me ocultes nadas, sobre todo si vuelves a tener nauseas
— Son en mitad de la noche, luego me duermo y lo olvido
— Bueno pero tenemos que estar atentos, hablaremos con Lee, si se repite
— ¿Te agrada Lee, ahora? Cuando lo conociste casi lo matas con esa mirada tuya
— Ahora puedo decir que sí, aunque me incomoda que tengas más amigos hombres que mujeres
— Bueno es que Mika, está a punto de explotar y Amanda, ni idea, vive su vida
— No me molesta, me incomoda un poco pero tengo que acostumbrarme supongo
— Supones bien listito, ahora dame un beso que ya tenemos que salir de aquí
— Hecho —la jaló hasta su regazo donde la abrazó con fuerza besándola con cariño
Salieron de la casa con la mochila de Danielle, cargada de bocadillos y el almuerzo, Patricia, estaba muy emocionada con la nueva tarea y le dio instrucciones junto con la comida, la ilusiona mucho ver a Nicholas, convirtiéndose en padre.
A las 6 de la tarde Danielle, se reunió con Galvin, en un pequeño restaurante al que ocasionalmente van, intentan mantener el contacto todo lo posible, por Jazmín, el hombre sigue de luto por su esposa a pesar de haber transcurrido 2 años completos. Ver a Danielle, lo ayuda, siempre comenta lo parecidas que las encuentra y de cierto modo es un consuelo, ambas tienen ese carisma que te hace sentir a gusto. Y en esta ocasión consiguieron recordarla sin alterarse, salvo una que otra lágrima de alegría, fue una buena cena
— Estoy tan feliz de verte sonreír, tienes ese brillo en el rostro, en tu mirada Dan, me contó acerca de las buenas noticias, felicidades Dani
— Gracias Galvin, estaba un poco asustada los primeros días pero creo que ya me está gustando, puedo repetir el postre y nadie dirá nada —bromea
— No se diga más, pidamos otra copa de helado entonces
— Gracias por el obsequio, prometo no abrirlo hasta el domingo y espero que puedas asistir al almuerzo
— Prometo pasarme un rato
— ¿Has estado bien Galvin? Estás delgado y tienes ojeras, no quise mencionarlo antes pero te ves cansado
— Estoy bien, he estado trabajando en la casa y eso me deprime
— ¿Cómo remodelaciones?
— Sí, ayer pinté las paredes de su habitación donde hacía sus costuras, leía…, ya no son color violeta como tanto le gustaba, quité sus flores, sus preciados arreglos y realmente me deprimió
— Sé lo que se siente…, yo me negaba a dejar mi apartamento por lo recuerdos de ella allí, pero no es lo que Jaz, habría querido y para ti tampoco
— Dani, sé que en estos momentos solo deseas pasar la mayor parte del tiempo con Nicholas, pero me gustaría que me acompañaras a la casa
— Yo…, Galvin, yo…, no creo que pueda
— Por favor, hay cosas de mi Mini que me gustaría que tengas
— Oh…
— No quiero presionarte, hay algo que me gustaría hablar contigo
— ¿Qué pasa Galvin? ¿Te encuentras bien, estás enfermo?
— ¿Me acompañas? —insistió apagado
— Si, vamos Galvin
— Danielle, te pareces tanto a ella, piensas siempre en los demás, no cambies nunca yo solo necesito un apartamento, menos espacio y estaré bien. Quiero que los salones sigan viviendo, sé que contigo serán un éxito, es su legado
— Dios..., la extraño
Dejó la taza de té a un lado, se había enfriado en su mano. Abrazó a Galvin, con tantas fuerzas, deseaba confortarlo, era lo más cercano a ella que tenía en estos momentos.
— ¿Te animas a mirar en su habitación?
— No puedo —niega con la cabeza—. Solo me gustaría conservar uno de sus pañuelos, el violeta, puede donar su ropa, si necesita ayuda solo dígame
— Ese pañuelo era su favorito, de acuerdo, iré por el no me tardo
Mientras Galvin, se ausentaba por unos minutos Danielle, aprovechó ese minuto a solas para llamar a Nicholas, no quería irse en un Uber
— Cariño ¿ya estás lista? La cena se ha prolongado demasiado
— ¿Puedes venir por mí?
— Por supuesto ¿va todo bien? Te escuchas triste
— Estoy bien, es solo que —suspiró pensativa—. Recuerdos, vinimos a su casa
— Voy para allá enseguida, no tardo bebé
— Te espero
Al regresar Galvin, le dio el pañuelo junto con los datos de la cuenta que Jazmín, le tenía. Intentó dárselo pero fue muy firme en su decisión
— Tómalo y estudia sé lo importante que es para ti, mi Mini, siempre me hablaba de eso y de lo mucho que querías regresar a la universidad, es por eso que abrió esa cuenta de ahorros
— Es que…
— Nada de excusas, yo estoy bien, tengo mi trabajo, voy a vender la casa y tú vas a sacar adelante los salones por ella
— De acuerdo, pero serás mi socio
— Pero yo no sé nada de belleza, cabello, manicura, ni idea de tintes
— No tienes que involucrarte
— Muy bien señorita, acepto si tú aceptas, vas a ser mamá, aprovecha este tiempo para hacer lo que tengas pendiente
— De acuerdo Galvin, gracias
Lo abrazó con nostalgia, una vez más Jazmín, había cuidado de ella ¿cómo no extrañarla si está presente en todo?
Solo 10 minutos más tarde Nicholas, entró en la sala, no se molestó en llamar a la puerta, estaba preocupado luego de escucharla tan decaída aunque no fue lo que vio cuando llegó hablaba con Galvin, en la sala bebiendo una taza de té.
Regresaron a casa de Nicholas, con la caja y el regalo que le dio Galvin, por su cumpleaños. Subieron directo a la habitación, hicieron la rutina del pijama, cepillar sus dientes y meterse a la cama
— No te duermas
— Dani, no tenemos que hacerlo
— Si tenemos, tengo ganas y quiero olvidar la parte triste de esta noche ¿me ayudas?
— Si me lo pides así no me puedo negar
— Ya quítate la ropa
Entre risas y caricias pasaron finalmente la noche juntos, hicieron el amor lento y pausado, Nicholas, quería cuidarla y pese a que ella solo quería lujuria aceptó el momento, fue romántico. Una noche perfecta.
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